Sin Cristina Kirchner como candidata en 2023, ¿Mauricio Macri seguirá sus pasos y se bajará de la carrera electoral? ¿O acelerará su postulación? Ese antagonismo clásico viene generando desde hace meses una sensación que se instaló en algunos corrillos políticos: si alguno de ellos se presenta en los próximos comicios, el otro podría tentarse para hacer lo mismo. Así, la posibilidad de un duelo entre los padres de la grieta comenzó a tomar forma, al menos en el terreno de las especulaciones.
El tema se debatió la semana pasada en una reunión de un grupo de ultramacristas, varios de los cuales están en contacto con el ex mandatario, que sigue en Qatar para presenciar el Mundial de Fútbol en su carácter de presidente ejecutivo de Fundación FIFA. Al ponerse sobre la mesa el escenario de unas elecciones sin Cristina Kirchner en las boletas, hubo una coincidencia: la eventual decisión de Macri sobre su candidatura no depende de lo que haga o deje de hacer la Vicepresidenta.
“La candidatura presidencial de Mauricio como espejo de una de Cristina fue más producto del análisis de algunos analistas políticos y del Círculo Rojo que de la realidad”, reflexionó alguien que habla seguido con el ex presidente y que advierte que el sorpresivo gesto de la Vicepresidenta tampoco acelerará ninguna decisión en materia electoral de su archienemigo: Macri definirá recién en marzo o abril de 2023 si competirá en las urnas para intentar un regreso a la Casa Rosada.
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Pero en el cónclave ultramacrista apareció otra coincidencia: nadie cree que el renunciamiento de la Vicepresidenta sea real. La sospecha es que Cristina Kirchner revisará su decisión de no postularse luego de que se despliegue el “operativo clamor” para que se presente como candidata y garantice que el piso de votos del kirchnerismo se mantendrá, al menos en la provincia de Buenos Aires, donde el Frente de Todos tiembla ante la perspectiva de que la líder política confirme su retirada electoral.
En el comando macrista aseguran que ahora “los números le sonríen” al ex presidente porque su imagen genera menos rechazo que antes y que el ex jefe del Estado no debería esperar tanto para decidirse porque la idea de que especula con una candidatura no lo favorece. “La gente vota candidatos y si no se percibe que Mauricio lo es, en algún momento empezará a perjudicarlo”, afirmó un dirigente que asegura tener acceso a algunas encuestas que no llegan a los medios.
Aun así, algunos dirigentes del PRO admiten en forma reservada que ninguna estrategia sería igual si la Vicepresidenta mantiene su prescindencia electoral: “Un escenario sin Cristina en ninguna de las boletas desarticularía el discurso duro de Mauricio y de los halcones”, interpretaron.
Mientras, Macri sigue en Qatar y sus colaboradores ya comenzaron a armar la agenda política que desarrollará cuando regrese a la Argentina, 48 horas después de que se juegue la final del Mundial. Muchos tomaron nota de su respuesta cuando un periodista del diario español Marca le preguntó si prefería “un Messi campeón o un Mauricio Macri presidente de nuevo”. “Un Messi campeón. Las prioridades hay que tenerlas muy claras”, respondió con una sonrisa enorme. ¿Habrá sido una respuesta con la misma consistencia que el renunciamiento de Cristina Kirchner?
Al menos fue más directo que cuando lo consultaron si volvería al ruedo político en las elecciones de 2023: “Nunca dejé mi preocupación por Argentina, ya que mi amor por mi país es total. Y voy a seguir ayudando para que la Argentina salga adelante y para tratar de organizar el Mundial 2030, que es un sueño que tenemos los países del cono Sur”, dijo con la misma ambigüedad que en Buenos Aires.
Horacio Rodríguez Larreta y Patricia Bullrich, sus “discípulos” políticos o eventuales adversarios internos, avanzan con sus planes en medio de un electorado que está más pendiente de Lionel Messi y la Selección que de sus proyectos y definiciones. El espejismo mundialista hace estragos en los dirigentes que hacen recorridas de campaña: “La gente no nos escucha. Está en otra cosa”, se quejó un referente opositor que mantuvo los contactos con los vecinos pese a la tiranía del fixture de Qatar.
En los equipos de los presidenciables tampoco creen que se sostenga el renunciamiento de la Vicepresidenta y sostienen sus estrategias sobre la base de que finalmente se presentará como candidata a senadora nacional por la provincia de Buenos Aires, cuya crucial influencia en el resultado nacional de las elecciones hace que siga siendo el oscuro objeto del deseo de la política argentina.
Con la misma euforia que despierta el equipo argentino en Qatar, el larretismo festeja los resultados de la visita de tono presidencial del jefe de Gobierno a los Estados Unidos, en la que se agregaron puntos altos de la agenda gestionada por Fernando Straface como el encuentro con John Kerry, emisario especial estadounidense para el clima, que estaba en duda porque se recuperaba de un cuadro de Covid-19, y la entrevista -confirmada a último momento- con una figura clave del gobierno norteamericano como Juan González, el principal asesor de Joe Biden para América Latina.
Bullrich comenzará este domingo una visita a los Estados Unidos, pero con un sesgo diferente. No tendrá reuniones con representantes del poder norteamericano sino que irá a Miami para hablar con argentinos residentes en esa ciudad y disertar en el Foro “Política y Crimen Organizado”, invitada por el Interamerican Institute for Democracy, para hablar sobre “Argentina y crimen organizado”. La bienvenida estará a cargo de Tomás Regalado y otros expositores serán Mariano Caucino (Argentina), Eduardo Gamarra (EEUU), María Paula Romo (Ecuador) y Ricardo Israel (Chile). También tiene previstas una entrevista televisiva con el periodista Jaime Bayly y un encuentro con mujeres argentinas.
La presidenciable del PRO viajará acompañada por Juan Pablo Arenaza, el legislador porteño que la conoce desde hace décadas, con lazos en el larretismo que aún mantiene y que acaba de sumar las funciones de armador político que desempeñaba Gerardo Milman, el diputado nacional de JxC que quedó salpicado en la investigación sobre el intento de atentado contra Cristina Kirchner. Bullrich terminó congelando al dirigente que fue su mano derecha, pero no lo expulsó de sus filas.
El esquema es similar al que aplicó con su responsable del armado sindical: avaló que el dirigente gremial Marcelo Peretta se metiera en la pelea por la candidatura del PRO a jefe de Gobierno porteño y desactivara la Confederación de Trabajadores y Empleadores (CTE) como plataforma de captación de sindicalistas opuestos a “los Gordos” de la CGT. Sucedió 8 meses después de que el representante del gremio de Farmacéuticos y Bioquímicos le pegó a un abogado del sector empleador en la escaleras del Ministerio de Trabajo tras una audiencia por las paritarias del sector. El armado sindical del bullrichismo quedó en manos de Daniel Barberis, un viejo militante del Peronismo de Base en los años 70 que recorre el país para sumar dirigentes a las juntas promotoras de la “Mesa Sindical Soberana Patricia Bullrich 2023″. Luego de conformarse en Santa Fe, se creó la semana pasada en CABA y provincia de Buenos Aires mediante la incorporación de 5 sindicalistas de organizaciones chicas.
La ex ministra de Seguridad tiene previsto pasar el verano recorriendo ciudades bonaerenses que no sean exclusivamente las principales de la costa atlántica. Quiere transmitir cercanía en lugares donde los políticos no suelen ir porque privilegian los que se llenan de turistas. Los viajes de Bullrich y un puñado de dirigentes serán a bordo de dos ómnibus que serán preparados para la campaña. En la intimidad hay quienes los imaginan como esos micros donde se trasladaban los rockeros para hacer sus giras interminables en los años 70. Otros, menos bohemios, los bautizaron como “Patomóviles”.
Para el verano, el larretismo también tiene planes similares: ,con la excusa de asistir a fiestas provinciales, el jefe de Gobierno y su candidato a gobernador compartirán algunas recorridas por sitios no convencionales de la provincia donde viven un millón y medio de bonaerenses. ¿Reciclarán la famosa “Santilleta”, la camioneta que los militantes usaron en la última campaña ?
Las virulentas peleas en Juntos por el Cambio, que derivaron en la pérdida de 3 puntos del espacio en intención de voto en algunas encuestas, entraron en un compás de espera. Es cierto que Elisa Carrió volvió a hacer tambalear el equilibrio interno con sus críticas contra Cristian Ritondo por sus gestos en la Cámara de Diputados, que ocasionaron una dura réplica de María Eugenia Vidal, su (ex) amiga personal, pero en las últimas semanas se acumularon gestos de distensión.
Arenaza se reunió en un café del barrio del Belgrano con un miembro del equipo de Diego Santilli. Desde el bullrichismo desmienten cualquier acercamiento al candidato larretista a la gobernación, pero no pareció casual que después de ese encuentro “El Colo” haya compartido una recorrida por Ituzaingó con Javier Iguacel, uno de los competidores provinciales que auspicia Bullrich, además de Joaquín de la Torre y Néstor Grindetti. “Estamos trabajando con Javier, los intendentes de nuestro espacio y los candidatos a intendente en un programa de eliminación de tasas y simplificación impositiva”, dijo Santilli, tirándole un centro a lo Messi a su rival bullrichista.
Los gestos de acercamiento no sólo fueron en la provincia de Buenos Aires. Hace una semana, Bullrich logró en Córdoba un impensado encuentro con el senador nacional Luis Juez y el diputado nacional de la UCR Rodrigo de Loredo, quienes competirían en JxC por la candidatura a gobernador provincial. Se trata de una provincia clave en la que no están reglamentadas las PASO y aún no se acordaron reglas para definir las postulaciones, como impulsó la Mesa Nacional de Juntos por el Cambio.
Los indicios de tregua también responden a que en Juntos por el Cambio están sintiendo el aroma a maniobras desesperadas que irradia el Frente de Todos en casi todo el país: El Chaco se sumó a otras 3 provincias donde se suspendieron las PASO y en forma inminente también lo harían Chubut y probablemente Catamarca. El informe que recibieron en JxC sobre lo que sucedió en la provincia gobernada por Jorge Capitanich es lapidario: allí se afirma que en la Legislatura chaqueña el bloque oficialista “pidió votar una resolución, sobre la cual nunca se informó ni se notificó, y que impulsa la modificación de la composición de la Comisión de Asuntos Constitucionales, con la intención de dar ingreso a más diputados oficialistas y alcanzar la mayoría necesaria para sacar las leyes que necesita Capitanich, como la suspensión de las elecciones PASO e implementación de colectoras, recurso que le permite perpetuarse en el poder, como ocurre en Formosa o Santa Cruz”.
Según destacó en el informe Lucas Figueras, precandidato a gobernador del Chaco por JxC, “esa resolución no se aprobó, pero, sin embargo, se la dio por aprobada y el avasallamiento no terminó ahí, sino que se cercenó el derecho a hacer uso de la palabra, se cortó la transmisión en vivo de la sesión y se recurrió a toda maniobra habida y por haber para llevar adelante el fraude”. “Por lo tanto -agregó-, en la sesión (del 8 de diciembre), de manera ilegal y arbitraria, el PJ incorporó más legisladores peronistas a la Comisión de Asuntos Constitucionales. Y de manera relámpago firmaron el despacho de la suspensión de las PASO y autorización de listas colectoras sólo con legisladores peronistas, violentando las normas para adecuar el escenario electoral propicio para el 2023″.
Ese clima no se vive en la Ciudad de Buenos Aires, sobre todo porque la interna del PRO ya no está al rojo: Rodríguez Larreta selló una suerte de tregua con Jorge Macri, su ministro de Gobierno que fue visto como un traidor desde que posó con Bullrich para que apoyara su candidatura a alcalde porteño. Se reunieron en una coqueta pizzería de Recoleta en medio de un clima extrema tensión por el lanzamiento de casi un pelotón de candidatos larretistas para competir desde el PRO en la Ciudad: desde Fernán Quirós hasta Soledad Acuña, pasando por Emmanuel Ferrario. Todos, con la misma idea del jefe de Gobierno de quitarle apoyos al postulante impulsado por Mauricio Macri.
En la reunión, Larreta le aseguró a Jorge Macri que bajo ningún punto de vista quiere que el radical Martín Lousteau gane las elecciones porteñas y que él apoyará al candidato del PRO que pueda garantizar que la Ciudad seguirá teñida de amarillo. La distensión interna motivó una segunda reunión, esta vez de Jorge Macri y su jefe de campaña, Fernando de Andreis, estrecho colaborador del ex presidente, con Federico Di Benedetto, el ascendente estratega político y electoral de Larreta.
La incipiente paz porteña podría derivar en la incorporación del diputado nacional Waldo Wolff, alineado con el primo de Macri, en un nuevo puesto del gabinete de CABA. Los larretistas lo dan casi como un hecho, y como un gesto hacia el macrismo, pero todavía no está cerrado. El legislador fue sondeado y habría respondido que le interesaría sumarse a la gestión si respetan su independencia política a nivel nacional y su respaldo a la candidatura de Jorge Macri. ¿Será otra señal de cómo el renunciamiento de Cristina Kirchner está generando un clima de reconciliación en las filas opositoras? Parece, más bien, la obvia conclusión de que con las peleas eternas pierden tanto el PRO como todo Juntos por el Cambio, más allá de quien aparezca en las boletas del oficialismo.
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