La Cámara Federal de Casación Penal, el tribunal más importante del país por debajo de la Corte Suprema de Justicia, se reunirá esta semana para definir sus autoridades para el período 2023. Y aunque todos los años hay especulaciones en la previa de la votación, en este 2022 hay condimentos extra: la reciente condena a Cristina Kirchner a seis años de prisión por la causa Vialidad, las inminentes definiciones sobre la posible reapertura de otras investigaciones sobre la vicepresidenta como Los Sauces-Hotesur y Memorándum con Irán y la incógnita sobre la continuidad de dos de los camaristas en el cuerpo -entre otros temas-.
El presidente de Casación, Alejandro Slokar, convocará esta semana a un acuerdo general. Se cree que lo haría el lunes para reunirse el martes 13. En Comodoro Py no hay supersticiosos. Allí se reunirán los doce integrantes actuales del cuerpo. Ellos son Slokar, Mariano Borinsky, Ana María Figueroa, Diego Barroetaveña (hoy consejero de la Magistratura), Daniel Petrone, Carlos Mahiques, Guillermo Yacobucci, Angela Ledesma, Eduardo Riggi, Juan Carlos Gemignani, Gustavo Hornos y Javier Carbajo.
En rigor deberían ser 13, pero uno de las sillas quedó vacía con la salida el año pasado de la jueza Liliana Catucci. El dato no es menor en el contexto de la elección de autoridades. El próximo presidente tendrá la potestad de elegir si también integrará una sala para que los cuatro tribunales estén completos.
Es por eso que todos están muy expectantes sobre la definición del próximo presidente. Más aún teniendo en cuenta que esa decisión podría impactar en causas claves y sensibles para el poder político. La principal es la revisión de la reciente condena de Cristina Kirchner a seis años de prisión por administración fraudulenta e inhabilitación perpetua para ocupar cargos públicos. Esa sentencia solo se cumplirá cuando esté firme. Para eso tiene que pasar dos instancias de revisiones. La primera es Casación. La otra, la Corte Suprema. De los movimientos que se produzcan la próxima semana en Casación dependerá quiénes serán lo encargados de revisar en primera instancia la sentencia.
Todo indica que el próximo presidente de Casación sería Mariano Borinsky, el juez de la Sala IV. Hoy es el vicepresidente y la tradición que venían siguiendo los integrantes del cuerpo en los últimos años era que el segundo sucediera al primero. Pero eso no siempre ha sido taxativo. Y la vicepresidenta primera del cuerpo es hoy Ana María Figueroa, quien -tal como anticipó Infobae hace un mes- también tendría intenciones de ocupar la presidencia del cuerpo. Figueroa en agosto cumple 75 años y si no consigue acuerdo del Senado podría ser su despedida de Casación.
En esa mesa de Casación no solo se define el nombre del presidente. También la integración de las salas. Habrá que ver, por ejemplo, como queda la Sala II, porque Alejandro Slokar podría volver a ese tribunal, del que es originario, cuando deje su cargo actual de presidente.
Hoy, allí revisten Mahiques, Giacobucci y Ledesma. En esa sala está la revisión del sobreseimiento dispuesto en favor de Macri por el espionaje a los familiares de las víctimas del ARA San Juan, apelado no solo por los querellantes sino también por el propio fiscal federal Raúl Pleé. Mahiques llamó a audiencias para el próximo 19 y 21 de diciembre para revisar la causa contra el ex jefe de Estado, lo que le haría que la composición actual no se modifique al menos para la revisión de esa causa, indicaron las fuentes consultadas.
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Otro elementos a considerar a la hora de la composición del cuerpo tiene que ver con quiénes podrían alejarse. Es que no solo Figueroa cumple 75 años. Riggi, un histórico del cuerpo que integra la Sala III, también llega a esa edad en febrero. Los dos han pedido que el Senado los convalide para seguir cinco años más. El Ministerio de Justicia ya envió el pliego de Riggi para su tratamiento. El caso de Figueroa llegó más tarde, pero todo indica que seguirá el mismo curso.
Y en ese contexto, la pregunta es si el Senado tratará el tema antes de que cumplan los 75 años. Hay un antecedente que juega en favor de Riggi para poder mantenerse en su silla aunque la comisión de Acuerdos de la Cámara Alta demore una definición: el caso de Luis Imas, del Tribunal Oral Penal Económico 3, que estableció que si el Ejecutivo había mandado el pliego podía seguir actuando como juez hasta que el Senado definiera.
¿Quién ganara la elección para ser presidente? “Hay que ver. A la reunión hay que ir, verse las caras y levantar la mano”, respondió una fuente consultada para esta nota.
Si Borinsky saliera electo presidente de Casación, su decisión será permanecer trabajando en la Sala IV, pudo saber Infobae en los pasillos del primer piso de los tribunales de Retiro. Eso implicaría que no cambiaría la composición del tribunal que deberá revisar la causa Vialidad. De no ser presidente, nada cambiaría para esa causa. Ese fallo será revisado entonces por Borinsky, Hornos y Carbajo.
¿Cuáles serían entonces los tiempos para el futuro de esa causa en la que fue condenada Cristina Kirchner? A todo vapor, una revisión de esa condena no podría pensarse antes de octubre del año próximo. Es que los fundamentos del Tribunal Oral Federal 2 que dictó el martes su veredicto recién estarán el 9 de marzo. Ahí se abre un período de diez días hábiles para que las partes presenten los recursos de apelación, aunque para causas complejas como esta los tiempos podrían duplicarse.
Así las cosas, hasta mediados de abril la causa no aterrizaría en el primer piso de los tribunales de Comodoro Py. Y ahi se abren los plazos de las partes para recusar. Por las críticas oídas antes y después del veredicto, es probable que las defensas insistan en impugnar a los jueces. Cristina Kirchner ya lo hizo contra Hornos y Borinsky en otros expedientes, más allá de que los intentos fracasaron. Y hasta que esas impugnaciones no se definan no se mueve ni un papel.
A fines de mayo o a principios de junio, la Sala IV estaría en condiciones de empezar a analizar la resolución. Después habrá que llamar a audiencias. Por eso los más auspiciosos hablan de octubre como una posible primera fecha de definición. Si así fuera, en ese mismo los argentinos estarán eligiendo quién será su próximo presidente.
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