Julián Leunda, quien se despeñaba hasta hoy como Jefe de Asesores de la Presidencia y que aparece nombrado en los supuestos chats hackeados donde hay conversaciones privadas entre jueces, fiscales, funcionarios y empresarios, presentó esta tarde la renuncia a su cargo en el gobierno nacional.
“Tengo el agrado de dirigirme a usted para presentarle mi renuncia indeclinable, desde el día de la fecha, al cargo de Jefe de Gabinete de Asesores de Presidencia de la Nación que asumí el 1 de agosto de 2022. Agradezco la confianza depositada en estos casi tres años y destaco que ha sido un honor haber formado parte del gobierno que usted encabeza”, sostuvo en la carta.
Con 31 años, Leunda llegó a ese puesto el 1 de agosto de este año, cuando Alberto Fernández habilitó una serie de cambios en el Gabinete. La modificación más importante en ese momento fue la llegada de Sergio Massa al ministerio de Economía.
Sin embargo, el arribo de Leunda al lugar que ocupaba Juan Manuel Olmos, actual vicejefe de Gabinete y muy cercano al Presidente, fue importante porque Fernández ascendió a unos de hombres de confianza dentro de la estructura jerárquica de la Casa Rosada.
Leunda, que ya era uno de los principales asesores presidenciales, es oriundo de Comodoro Rivadavia, Chubut y durante el gobierno de Mauricio Macri ocupó una banca en la Cámara de Diputados. También trabajó en el Grupo Indalo.
El funcionario nacional es nombrado en la conversación que supuestamente mantienen en un chat de Telegram algunos jueces, funcionarios y empresarios de medios que viajaron a Lago Escondido, en Río Negro, y que buscan, según retrata ese diálogo, encubrir el destino y el financiamiento del viaje.
Desde el momento en que se conoció la filtración, Leunda quedó en el ojo de la tormenta. Ayer uno de los abogados de Cristina Kirchner presionó, a través de una entrevista radial, para que sea desplazado de su cargo en forma inmediata.
“Hay un gran protagonista que no hay que olvidar, que es Leunda. Espero que hoy al mediodía renuncie o que el Presidente le pida la renuncia. Porque si el Presidente no le pide la renuncia a Leunda quiere decir que el Presidente es parte de lo mismo”, afirmó.
Otro que pidió la renuncia fue el dirigente social Juan Grabois, que forma parte del Frente de Todos y que suele expresar en público sus cuestionamientos a la gestión de Fernández. “El jefe de asesores del Presidente es parte de la mesa judicial de los chats”, sentenció.
Alberto Fernández esperó a volver de Uruguay y a que pase la sentencia de Cristina Kirchner en la causa Vialidad para aceptar la renuncia de Leunda y elegir a su reemplazante. Desde ayer que en la Casa Rosada advertían que el destino del funcionario nacional estaba sentenciado. Ya estaba afuera del Gobierno, solo faltaba efectivizar esa salida.
En la cadena nacional que el Presidente encabezó este lunes evitó nombrar a Leunda. Puso el foco en avanzar contra los integrantes del Poder Judicial e instruyó al Ministerio de Justicia para que se presente ante el Ministerio Público Fiscal y solicite que se investigue el viaje que habrían realizado a Lago Escondido.
El origen de la filtración de chats es atribuida a un hackeo del teléfono celular del ministro de Seguridad Porteño, Marcelo D’Alessandro, quien negó la veracidad de esos diálogos, recibió el respaldo del Jefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, Horacio Rodríguez Larreta, y apuntó contra el kirchnerismo.
“Otra vez, la mafia kirchnerista en su máxima expresión. Financian con los impuestos de todos una operación tragicómica de inteligencia para salvar a la jefa. Amenazan y extorsionan porque es la única manera en la que saben hacer política. No les cree nadie”, escribió en sus redes sociales.
Los involucrados en el viaje y en el supuesto chat son el juez en lo Penal Económico Pablo Yadarola; el juez federal Julián Ercolini; el camarista de Casación Carlos Mahiques; el juez en lo contencioso administrativo federal Pablo Cayssials; el jefe de los fiscales de la Ciudad, Juan Bautista Mahiques; los directivos del Grupo Clarín Jorge Rendo y Pablo Casey; el asesor de comunicación Tomás Reinke; y al ex director de jurídicos de la SIDE, Leonardo Bergroth.
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