Este martes, Cristina Kirchner se sentará en su despacho del Senado para seguir al detalle la última audiencia de la causa Vialidad. Al caer la tarde escuchará el fallo del Tribunal Oral Federal 2 que integran Jorge Gorini, Rodrigo Giménez Uriburu y Andrés Basso. Según ella misma dice, lo que escuchará es una condena que cumpla con el pedido del fiscal Diego Luciani.
“La sentencia fue escrita el 2 de diciembre de 2019, la primera vez que testifiqué en este juicio”, consideró ayer en una entrevista que brindó al diario brasileño Folha de San Pablo. La Vicepresidenta aseguró que sus garantías constitucionales “fueron violadas” y que lo que los fiscales han expuesto durante el juicio es “todo mentira”.
En el kirchnerismo se mantienen firmes en la decisión de no movilizar y esperar. Solo lo harán Luis D’Elía, con su partido Miles, y Daniel “Tano” Catalano, secretario general de ATE Capital, junto al gremio. Ni La Cámpora ni las agrupaciones kirchneristas con base en el conurbano bonaerense saldrán a la calle. Tampoco los intendentes de la provincia de Buenos Aires ni los movimientos sociales, con importante capacidad de movilización
Hay una idea compartida por la mayoría de no mover las fichas antes de tiempo. Es en base a un pedido de la Vicepresidenta de no marchar para evitar conflictos en la calle. A nadie le conviene que haya problemas en la vía pública en este mes del calendario. Diciembre, se sabe, es un mes difícil.
“Hoy no hay que hacer nada. La respuesta no puede ser desorganizada, con cada uno haciendo lo que le parece. Tiene que ser el principio de un ordenamiento del Frente de Todos”, analizó en las últimas horas un importante intendente del conurbano cercano a Cristina Kirchner.
Otro jefe comunal advirtió que la respuesta tiene que ser en los próximos días. Con una movilización organizada, con consignas claras y el eje puesto en la defensa a la Vicepresidenta. Existe cierta coincidencia en que no debe existir una reacción desmedida y que en el momento que se haga, debe ser contundente.
Si Cristina Kirchner es, finalmente, condenada, en ese caso el oficialismo saltará a la cancha para dar la pelea. Habrá una ofensiva contra la justicia federal y la oposición. Especialmente, contra Juntos por el Cambio. Pero será en el tiempo y la forma adecuada para que tenga un fuerte impacto político.
Algunos dirigentes especulaban con la posibilidad de armar una movilización el sábado 10 de diciembre, día de la restauración de la democracia, o convocar a una movilización para la semana siguiente, una vez que hayan pasado los feriados que tendrá anexado este fin de semana.
Lo cierto es que está la voluntad de salir a dar batalla contra lo que denominan como “partido judicial”. Esa lucha podría empezar hoy, después de la senteica, a través de las redes sociales y los medios de comunicación, y continuaría con la formulación de actos en distintos puntos del país.
Un importante dirigente bonaerense consideró ayer por la tarde, y lo compartió con otros colegas, que es importante aclararle a la militancia que, en el caso de ser condenada, Cristina no irá presa. De esa forma, entienden, contendrán sin problemas a aquellos que quieren volcarse a la calle.
Es decir, explicar bien que después del fallo de primera instancia queda la Cámara de Casación y la Corte Suprema como los dos escalones jurídicos a los que la defensa de la Vicepresidenta puede acudir para apelar la condena. En los tiempos jurídicos de la Argentina, ese movimiento podría tardar entre dos y tres años.
“No creo que salga gente a la calle. Mucho más sabiendo que se puede apelar y que la condena que le impongan es solo para rayarla a ella de cara al año que viene”, sentenció un funcionario del gobierno bonaerense que conduce el ahijado político de CFK, el gobernador Axel Kicillof.
A diferencia de otras instancias en los juicios de los que forma parte la Vicepresidenta, esta vez el kirchnerismo tomó la decisión de no fomentar movilizaciones ni actos. Hay muy pocas convocatorias y no existe ningún movimiento unificado. Hay que cuidar la calle, más que coparla.
Esta tarde es probable que Alberto Fernández no esté en el país en el momento que se lea la sentencia. Las actividades en Uruguay, donde se lleva adelante la cumbre del Mercosur, terminarán por la tarde y él, junto al canciller, Santiago Cafiero, llegarían al caer la noche.
De todas formas, el Presidente ya ha sido claro sobre el tema y en el oficialismo descartan que existirá un respaldo público hacia su compañera de fórmula. “Están un poco mejor entre ellos más allá de las coincidencias en el plano judicial”, remarcó un influyente dirigente del peronismo bonaerense.
La ofensiva contra la Justicia empezará a la tarde pero continuará en los próximos días. Será sobre la base de una idea concreta: los sectores de poder de la Argentina, en connivencia con la oposición, quieren proscribir a la dirigente política más influyente del país. Sobre ese concepto trabajarán el discurso en las horas que se avecinan.
La Justicia es el enemigo que siempre ha tenido el kirchnerismo y con el que está dispuesto a librar una batalla sin trincheras en el último año de la gestión del Gobierno. Este martes quedará grabado a fuego en el gobierno de Alberto Fernández. Sea cual sea la sentencia de Cristina Kirchner.
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