Ivana Bohdziewicz y Carolina Gómez Mónaco, colaboradoras del diputado nacional del PRO Gerardo Milman, entregaron este jueves sus teléfonos celulares y sus claves, como quería la querella de Cristina Kirchner, en el marco de la hipótesis que investiga si el legislador aseguró en el bar Casablanca, del Congreso, dos días antes del ataque, “cuando esté muerta, yo voy a estar en la costa”. El análisis está en poder de la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA). Igual, una de ellas ya aclaró que cambió el aparato del teléfono, aunque explicó que el anterior lo tenía una hermana suya y podía aportarlo; la otra reconoció que lo había borrado después de asesorarse. Es que, explicó, tenía fotos íntimas que no quería que se filtraran.
Cuando el fiscal le preguntó si tenía conversaciones con Milman, Ivana respondió: “Sí, de temas laborales. Pero quiero aclarar que las borré. Tanto los mensajes como las fotos, porque sentí que se podía violar mi intimidad si me pedían mi teléfono. Yo borré todo porque no había posibilidad de seleccionar solo algunas cosas y tenía fotos intimas mías comprometedoras. Para eso me asesoré. De todas formas, quiero aclarar que nunca hablé de nada relacionado con el atentado a la Vicepresidenta en cuanto a una participación criminal en el mismo. Sí hemos hablado sobre el tema del atentado, desde el punto de vista de lo que se escuchaba por los medios.”, revelaron a Infobae fuentes judiciales.
Al ser consultada sobre quién la asesoró, replicó: “Yo me asesoré, pero lo decidí sola, por voluntad propia. Mi miedo son los medios”. Y agregó que el borrado lo realizó el jueves pasado, cuando la Cámara Federal debía resolver si secuestraban los teléfonos. “No estoy segura, pero puede que haya sido el jueves de la semana pasada”.
Cuando le preguntaron si lo que borró incluía conversaciones o material fotográfico sobre el ataque a CFK, la mujer acotó: “no, eran comentarios personales”.
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Por su parte, Carolina Gómez Mónaco ratificó que no escuchó a su jefe decir esa frase en Casablanca. “Estoy a disposición de la justicia. No considero que sea necesario frente a lo que un testigo dice que escuchó, que es absolutamente mentira, pero yo lo puedo poner a disposición. Debo decir que a nivel personal, con toda esta exposición, yo estoy muy dañada. Quiero aclarar que yo cambié el teléfono la semana pasada y el anterior lo tiene mi hermana actualmente. Cuando cambié el teléfono, -pero no el número- pasé al nuevo las cosas más importantes, pero en las aplicaciones como WhatsApp están las conversaciones que yo tenia en el aparato anterior que utilizaba previamente.”
La querella volvió a preguntarles a las dos si Milman estaba detrás del atentado de Cristina Kirchner. Las dos insistieron en que no.
Todo ocurrió esta mañana en la fiscalía de Carlos Rívolo, en el quinto piso de los tribunales federales. Allí habían sido citadas las asesoras del ex funcionario macrista, que están en el ojo de la tormenta desde hace semanas cuando declararon por primera vez en la causa y la querella les pidió secuestrarles el teléfono. Como eran testigos, la jueza María Eugenia Capuchetti entendió que el pedido no estaba fundamentado y lo rechazó. Eso derivó en el pedido de recusación de la magistrada por parte de la propia Cristina Kirchner, que ventiló sus críticas a la causa en redes sociales.
El miércoles, tras una audiencia de la querella, la jueza delegó a la fiscal. El viernes pasado, la Cámara Federal respaldó a Capucheti en el caso, pero dio instrucciones para avanzar en la pista Casablanca con distintas medidas de prueba previas a decidir el secuestro de los celulares. El fiscal ya escuchó a los diputados Marcos Cleri, jefe del asesor legislativo que aseguró haber odio esa frase en boca de Milman; y a su colega Mario Leito, que estaba en el bar y no escuchó nada.
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Para hoy a las 10, la fiscalía citó a las mujeres, que llegaron temprano. Los abogados José Manuel Ubeira y Marcos Aldazabal, de CFK, esperaban a un costado al inicio de la audiencia. En ese interín, las asesoras fueron abordadas por periodistas y volvieron a negar la frase que apunta a su jefe. Pero en la declaración el contexto fue otro. Ya no estaban juntas. Primero declaró Carolina Gómez Mónaco, ex Miss Argentina en 2012, quien fue directora de la Escuela de Inteligencia sobre el Delito de la Dirección Nacional de Inteligencia Criminal del Ministerio de Seguridad durante la gestión macrista y que ahora acompaña a Milman en la Cámara de Diputados.
“Ratifico la declaración en términos generales. Yo no recordaba exactamente lo que había pasado el 30 de agosto porque me hicieron venir repentinamente a declarar, pero luego con mi compañera, atando cabos, recordé que había salido con mi jefe de una oficina, paramos a tomar un café ahí y yo estaba planificando el viaje a Mar del Plata, que se efectuó en octubre. Estaba organizando la agenda, traslados, qué personas iban a ir, etcétera. En un momento Ivana cruza a esta confitería, porque ella tenía que consultar a él por otro viaje a Pinamar, del cual yo no sabía. Yo estaba con lo mío, con el viaje que yo estaba organizando”, aseguró.
La fiscalía le preguntó si en ocasión de sus funciones o en algún otro contexto escuchó nombrar o conoció a los integrantes de Revolución Federal y dijo que no. También le preguntaron por los integrantes de la agrupación La Nueva Derecha Hernán Carrol, Martín Ezequiel Grosso Almeida, Fernando Angel Villares; o si le consta o tiene conocimiento que el diputado Milman los conociera. La mujer respondió: “A los primeros dos no. Me suena el apellido Villares. Había una persona que trabajaba en el Ministerio de Seguridad con ese apellido. Le decíamos Teco, por eso no se exactamente el nombre. Era como el jefe de Gabinete de Gerardo Milman, pero no lo veo desde el Ministerio, desde el 2019, pero sí lo he visto y hemos trabajado.”
Fue entonces cuando le preguntaron si habló con su jefe del atentado a CFK. “Después de lo que pasó se hablo del hecho. No se podía creer. Estábamos consternados. No se si puntualmente lo hable con él, pero sí hemos estado en el despacho hablando del tema y no lo podíamos creer”.
La querella le preguntó sobre por qué a Milman le interesó días antes del atentado hacer un proyecto sobre la custodia de la Vicepresidenta. “Si mal no recuerdo era un pedido de informes, pero desconozco porque no participé.” La PSA tomó el control del teléfono luego del acta, en donde la joven aportó la clave. Luego, salió de la fiscalía, mientras Ivana Bohdziewicz se disponía a declarar. El abogado Ubeira entraba y salía de la declaración.
La mujer insistió en ratificar la declaración prestada en el juzgado de Capuchetti. Aclaró que cuando aquella vez le preguntaron si alguna vez había estado en el bar Casablanca y dijo “nunca”, pensó que le preguntaban si era una visitante asidua a ese bar. Afirmó que dia se acercó porque allí estaban “Gerardo y Carolina” y solo pasó un momento. Explicó que al diputado lo conoce desde marzo. Sus funciones son encargarse de su agenda y gestionar viajes y hoteles. Cuando le preguntaron por Revolución Federal, afirmó: “no sé si lo que es”.
Cuando le preguntaron si prestaba su consentimiento para dejar el teléfono, la mujer respondió: “no estoy muy de acuerdo pero estoy dispuesta pues confío en la justicia”. Cuando la querella preguntó si hablaron del atentado, la testigo señaló que se habló en la oficina. “Que fue una locura lo que pasó, los mismos comentarios que podía tener con mi familia. Concretamente con Milman no recuerdo haber hablado del tema”.
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