Los históricos referentes de la UCR, que hoy no integran la mesa de decisiones, coinciden en que el partido necesita un candidato competitivo. Uno de ellos fue Alfredo Cornejo que, durante una entrevista con Infobae, apuntó contra Gerardo Morales por debilitar a Facundo Manes. Quienes comparten esa idea con el mendocino advierten también que dentro de Juntos por el Cambio surgió una “Macri dependencia” que genera cambios y adaptaciones en el espacio según los movimientos del ex presidente. De todos modos, los correligionarios comenzaron a reforzar la idea de permanencia a la coalición opositora de cara a las estrategias para las elecciones del 2023. De hecho, ese será el mensaje que comenzará a difundir el neurólogo en los próximos días para el relanzamiento de su campaña.
El acto que Morales y Martín Lousteau organizaron en Costa Salguero profundizó las diferencias entre los correligionarios. El motivo fue a presencia de Horacio Rodríguez Larreta. Esa foto dio señales de una alianza para las candidaturas. Uno de los boinas blancas disidente a ese acuerdo lamentó que el encuentro no haya servido para difundir lo que verdaderamente se estaba homenajeando: el aniversario de la vuelta a la democracia. “El primero en hablar fue el hijo de Strassera, hijo del fiscal del juicio a las Juntas, pero lo que trascendió fue otra cosa”, ejemplificó en diálogo con este medio.
Entre los radicales enfrentados a Morales crece la decepción por la falta de aprovechamiento del resurgir de la UCR. Entienden que el partido comenzó a tener un nuevo protagonismo en la escena política, no sólo en lo electoral y territorial, sino también lo cultural. El primer ejemplo que aparece en sus análisis es la figura de Raúl Alfonsín quien, según expresan, comenzó a llegar a las nuevas generaciones con la película Argentina, 1985. Hasta recuerdan el libro que Cristina Kirchner le regaló a Alberto Fernández para su cumpleaños: “Diario de una temporada en el quinto piso” de Juan Carlos Torre, que registra lo que vivió en el equipo económico del ex presidente radical durante la hiperinflación.
“Algunos ven un resurgir del radicalismo de los 80′ pero se olvidan que estamos en otro contexto, no sólo nacional si no también internacional”, describen al resaltar el crecimiento de las ideas liberales y recordar la existencia del PRO, y agregan: “Pensar que podemos volver a la rivalidad única de la UCR contra el PJ es imposible. Eso no existe”. También se diferencian con la “teoría de los dos demonios” que quiso instalar Manes al decir que Fernández de Kirchner y Macri representan lo mismo: “Mauricio es republicano y respeta la división de poderes, Cristina no”.
La “Macri dependencia” es la lectura que hace otro de los históricos radicales. En concreto, cree que todos los referentes de Juntos por el Cambio actúan en función del ex presidente. Incluso los líderes del PRO, entre ellos, el jefe de Gobierno porteño. “Antes teníamos una estrategia clara: tener un único candidato competitivo para salir”, observa y cree, además, que Morales dejó de lado ese mantra para incorporarse al espíritu anti macrista de Larreta y Lousteau.
Los correligionarios distanciados del Comité Nacional creen, que en el acto de Costa Salguero, Morales se entregó a una candidatura a vicepresidente con Rodríguez Larreta. Un paso que describen como “peligroso” por el tiempo que todavía resta para el cierre de listas y porque, según observan, el jefe de Gobierno porteño también puede cambiar de estrategia respecto a su diferenciación con Macri. “Se está devaluando a la UCR”, opinan.
Sin embargo, en Jujuy toman distancia de las críticas que reciben por parte de sus correligionarios y le bajan el tono a la supuesta alianza con el PRO. “Nosotros invitamos a todos los integrantes de Juntos por el Cambio al acto”, responden incansablemente cuando se les pregunta por Rodríguez Larreta. Pero no se quedan callados ante los dardos que reciben por parte de los suyos: “Ninguno de ellos forma parte de las autoridades”. También recuerdan y les reprochan las viejas amistades con el kirchnerismo.
El nuevo Facundo Manes
Todo el arco radical observa a Facundo Manes debilitado y bajo en las encuestas. Y todos se remiten a un solo hecho: el día que se sentó en una entrevista televisiva a acusar a Macri de haber hecho “populismo institucional” y espionaje ilegal durante su gobierno. Algunos responsabilizan a Morales por haberlo atacado con un comunicado y otros hablan de una estrategia mal planteada. “No podes subir al ring, pegar una piña e irte”, ejemplifican.
Su ausencia al acto de Costa Salguero también hizo ruido. La excusa oficial fue una invitación al festejo de los 40 años del triunfo de Felipe González que lo obligó a viajar a España. Pero días más tarde, el ex mandatario del gobierno español visitó Argentina para brindar distintas charlas sobre el Pacto de la Moncloa. “No tuvo mucho sentido su viaje”, resaltan algunos correligionarios que marcan cierta contradicción y victimización en el neurólogo.
Según pudo reconstruir Infobae, la relación entre Manes y Maximiliano Adad no pasa por su mejor momento. Si bien ambos protagonistas desmienten cualquier tipo de tensión, importantes referentes del partido centenario notan cierto distanciamiento, basados en las últimas dos apariciones del neurólogo con Gustavo Posse en Mar del Plata y San Isidro. En paralelo, un operador de estrecho vínculo con el presidente del Comité Provincia dejó de formar parte de la campaña presidencial.
Con estas cartas, Manes empezó a reorganizar su equipo estratégico para relanzar su campaña que, pese a que las máximas autoridades lo reclaman como candidato a la Gobernación bonaerense, seguirá siendo nacional. En las próximas semanas retomará las recorridas por el interior del país y el contacto con los medios de comunicación con un nuevo objetivo: mostrar sus propuestas de país y ratificar su pertenencia a Juntos por el Cambio.
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