El Departamento de Justicia y la Secretaria del Tesoro de los Estados Unidos, más la corte del Distrito de Columbia y la prestigiosa empresa internacional de seguros Lloyd´s, tienen probado que el Boeing 747 incautado en Ezeiza participó en la preparación o la financiación de actos terroristas que Hezbollah ejecutó en Medio Oriente por orden del régimen fundamentalista de Teherán.
La Oficina de Control de Activos Extranjeros del Departamento del Tesoro -OFAC, en ingles- determina qué empresas, bienes y personas extranjeros afectan o pueden afectar la seguridad nacional de los Estados Unidos. Y cuando detecta un mínimo movimiento en contra de los intereses fijados por la Casa Blanca, el Departamento de Justicia y la Secretaria del Tesoro actúan coordinados para acotar o eliminar su eventual peligrosidad.
La OFAC colocó en su lista negra al Consorcio Venezolano de Industrias Aeronáuticas y Servicios Aéreos (CONVIASA) y a la empresa iraní Mahan Air, que aparecen en los registros legales aeronáuticos como compañías vinculadas a la propiedad del avión ya incautado en Ezeiza.
En una resolución del juzgado federal de Lomas de Zamora, emitida el 11 de agosto de 2022, se probó que el Boeing 747-300, matrícula YV-3531, pertenecía a Mahan Air y que después de su presunta transferencia a la empresa venezolana EMTRASUR (subsidiaria de CONVIASA), se realizaron al menos cuatro viajes entre Caracas y Teherán.
La resolución judicial asegura lo siguiente:
1. “Desde 2007 o alrededor de ese año, el Boeing era propiedad de Mahan Air y/o era operado por esta. El Boeing fue trasladado sin autorización del gobierno de EE. UU. En octubre de 2021 o alrededor de esa fecha, Mahan Air transfirió la custodia y/o el control del Boeing a EMTRASUR, que es una filial del Consorcio Venezolano de Industrias Aeronáuticas y Servicios Aéreos, S.A. (CONVIASA), de propiedad estatal.
2. Los registros de vuelo del Boeing reflejan que, tras su adquisición por parte de Mahan Air y mientras las sanciones a Irán estaban en vigor, el Boeing fue reexportado a Irán y a Rusia sin autorización en múltiples ocasiones como parte de sus rutas internacionales, incluso los siguientes vuelos: a. El 19 de febrero de 2022, o alrededor de esa fecha, el Boeing voló de Caracas, Venezuela, a Teherán, Irán; b. El 13 de marzo de 2022, o alrededor de esa fecha, el Boeing voló de Caracas, Venezuela, a Teherán, Irán; c. El 17 de abril de 2022, o alrededor de esa fecha, el Boeing voló de Caracas, Venezuela, a Teherán, Irán; d. El 21 de mayo de 2022, o alrededor de esa fecha, el Boeing voló de Caracas, Venezuela, a Teherán, Irán; e. El 24 de mayo de 2022, o alrededor de esa fecha, el Boeing voló de Teherán, Irán, a Moscú, Rusia; y f. El 25 de mayo de 2022, o alrededor de esa fecha, el Boeing voló de Moscú, Rusia, a Teherán, Irán”.
A la evidencia aportada por el Departamento de Justicia y la Secretaria del Tesoro de los Estados, que convalido la justicia federal de la Argentina, se añadió un informe realizado por la aseguradora Lloyd´s. Esta prestigiosa compañía global alertó sobre una operación de tráfico ilegal de oro que ratifica la conexión de Venezuela e Irán con las actividades terroristas de Hezbollah en Medio Oriente.
El contrabando de oro se hace con una flota de aviones manejada por el régimen fundamentalista de Irán. Y uno de esos aviones era el Boeing 747-300, que antes de su incautación en Ezeiza conectó al menos cuatro veces a Caracas con Teherán. Esos vuelos ocurrieron entre mediados de febrero y fines de mayo de 2022, acorde a las evidencias recogidas por la justicia federal de Lomas de Zamora.
El reporte de Lloyd´s -dado a conocer en exclusiva por Infobae- sostiene lo siguiente:
“LLOYD’S Comercio y transferencia ilícitos de oro y petróleo iraní- Fuerza Quds del IRGC y Hezbollah
Fecha 28 octubre 2022
El propósito de esta alerta electrónica es informar al mercado del envío ilícito de oro por parte de las Fuerza Quds del Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica (IRGC, por sus siglas en inglés) y Hezbollah desde Venezuela a Irán para recaudar fondos para actividades terroristas, facilitado por la venta de petróleo iraní, en contravención de sanciones.
Antecedentes
Se ha informado que los vuelos directos desde Caracas (Venezuela) a Teherán (Irán) a través de Mahan Air, una aerolínea iraní de propiedad privada designada por la Oficina de Control de Activos Extranjeros del Tesoro de los Estados Unidos (OFAC, por sus siglas en inglés), está siendo utilizada como un canal ilícito para enviar oro que luego se cambia por petróleo iraní, en violación de las sanciones aplicables. Luego, el oro se vende en Turquía y otros países de Medio Oriente, para generar fondos para actividades terroristas”.
El régimen de Nicolás Maduro desplegó un fuerte lobby en el Gobierno para evitar que el Boeing 747-300 sea decomisado en favor de la justicia de los Estados Unidos. Ese lobby intenta convertir en papel picado el Tratado de Asistencia Jurídica Mutua en Asuntos Penales que se firmó entre la Casa Blanca y Balcarce 50 en diciembre de 1990.
Hasta ahora, la diplomacia de Maduro ha logrado su objetivo, ya que el pedido de decomiso de la corte de Columbia aún no fue remitido a la justicia federal de Lomas de Zamora para proceder a la entrega del Boeing 747-300 involucrado en las acciones de Hezbollah.
Esta organización terrorista, brazo armado de Irán en medio oriente, fue acusada de haber actuado contra la Embajada de Israel en Argentina-17de marzo de 1992- y la sede de la AMIA-18 de julio de 1994. En ambos atentados murieron más de 100 personas y quedaron heridos cerca de 300 civiles inocentes.
La demora del Gobierno respecto al pedido de decomiso del avión venezolano-iraní que se usó para facilitar operaciones terroristas de Hezbollah en Medio Oriente, choca de frente con el artículo 5 del tratado bilateral que en su momento firmaron George H.W Bush y Carlos Menem.
El artículo 5 de la ley 24.034 establece: “La autoridad central del Estado requerido cumplirá sin dilación con la solicitud o, cuando proceda, la trasmitirá a la autoridad competente. Las autoridades competentes del Estado requerido no ahorrarán esfuerzos para cumplir con la solicitud”.
Frente a la evidencia recogida para justificar el decomiso del avión venezolano-iraní, Alberto Fernández debe asumir una decisión geopolítica. Acepta la perspectiva de Maduro y devuelve el avión al régimen chavista, o cumple con el tratado bilateral con Estados Unidos y decomisa el Boeing 747-300 como solicitó la corte de Columbia.
El Presidente quedó encerrado en este dilema. Y aún cavila una respuesta que es de suma cero. Sabe que no puede satisfacer -por igual- las pretensiones simultáneas de Maduro y Biden.
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