Nada fue casual. Patricia Bullrich acompañó el lanzamiento oficial de la precandidatura a gobernador de Joaquín de la Torre en un acto realizado en Cuartel V, en Moreno, uno de los barrios más inseguros del conurbano. Con una puesta en escena inspirada en la campaña de Donald Trump, con cientos de personas que portaban carteles con consignas como “Hay que poner orden” y “Basta de todes”. Y reiteradas apelaciones en sus discursos contra la inseguridad en la provincia de Buenos Aires.
Resulta evidente que De la Torre, ex funcionario de María Eugenia Vidal y actual aliado de Mauricio Macri, busca insertarse, de la mano de una líder de los “halcones” como Bullrich, a ese segmento de derecha del electorado y potenciar así un perfil político definido para distinguirse del pelotón de candidatos que ofrece hoy Juntos por el Cambio en el distrito bonaerense, donde figuran Diego Santilli, Cristian Ritondo, Néstor Grindetti y Javier Iguacel (otra fuerte apuesta del bullrichismo).
La mayoría de los 2000 asistentes al acto, que tuvo lugar en un predio del sindicato textil, llegaron en ómnibus desde la vecina San Miguel, el territorio donde se hizo fuerte De la Torre, su ex intendente, y ahora sigue sus pasos Jaime Méndez, su sucesor y otra de las figuras indiscutibles de la tarde. Ambos, junto con Bullrich, llegaron al lugar saludados como estrellas de rock y tardaron casi 15 minutos en subir al escenario porque la gente se agolpaba para pedirles apretones de manos, abrazos y selfies.
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Los tres venían de una avenida de San Miguel donde el kirchnerismo se hizo fuerte y, en medio de una tarde tórrida y con los televisores clavados en el partido Brasil-Serbia, Bullrich y De la Torre conversaron con varios comerciantes en una confitería y luego hicieron lo mismo en una farmacia, una veterinaria y una dietética. Estuvieron acompañados por Javier Iguacel, el senador bonaerense de JxC Juan Pablo Allan y Patricia Vázquez (titular de la agrupación bullrichista La Provincial), entre otros.
En esta breve recorrida también se multiplicaron los saludos y los pedidos de fotos, con apelaciones de los transeúntes a que “no aflojaran” y algunos relatos duros de la realidad bonaerense: desde la fuerte caída de las ventas en los comercios (el dueño de un corralón contó que los vecinos ya no llevan materiales para hacer arreglos de fin de semana en sus casas) hasta la dramática situación económica de los habitantes del lugar (además del hambre y la falta de trabajo, hay gente que pide comprar 20 o 30 pesos de comida para sus mascotas porque no puede comprar una bolsa entera).
Bullrich, De la Torre e Iguacel fueron reconocidos y saludados con afecto y sin agresiones en esta caminata por San Miguel. Sólo desentonó un automovilista que se detuvo ante el paso de Bullrich para preguntarle si seguía opinando en favor de que la gente estuviera armada. “Nunca dije eso”, contestó sin perder la sonrisa la jefa del PRO y siguió su recorrida, en la que se acercó a saludar a dos policías.
Luego, en el acto en Moreno, la escena estaba montada para un discurso de “mano dura” y ninguno de los oradores desentonó. De la Torre fue presentado por el locutor como un candidato a gobernador que surge del distrito bonaerense y en esa misma línea, para diferenciarse de otros postulantes “porteños”, destacó que todos los días se levanta y se va a dormir en la provincia de Buenos Aires.
El actual senador provincial de JxC hizo hincapié en los logros de su gestión en San Miguel y contó que había desarrollado un sistema de seguridad que permitió “en los últimos 8 años bajar un 65% el delito” en ese partido bonaerense. Resaltó enseguida que en Moreno -gobernada por el Frente de Todos- “hay 9 asesinatos cada 100.000 habitantes por año y en San Miguel, 2,2″. “Y no es que Moreno y San estén divididos por un campo, sino por una calle, Martín García”.
“Conozco, vivo acá, tengo experiencia y sé cómo se cambian las cosas, pero, mucho más importante, digo lo que pienso”, sostuvo entre aplausos De la Torre, luego de los cual se mostró muy incisivo: “Digo `basta de todes´ porque me parece una locura que, en la agenda de los políticos progres, el “todes” sea un tema cuando tenemos 40% de pobreza. Es un idioma inventado y ridículo”.
El precandidato a gobernador del bullrichismo resaltó que “hay que poner orden porque la provincia de Buenos Aires necesita orden en las cuentas y en las calles” y detalló que si resulta elegido eliminará 10 ministerios, especialmente el de la mujer y el de medio ambiente”. Respecto del orden, señaló: “No nos va a temblar el pulso para despejar las calles cuando haya un piquete y para echar del Estado a los que cobran y no trabajan, ni tampoco para solicitar las fuerzas nacionales si fuera necesario para combatir el narcotráfico. Nosotros no tenemos miedo, no somos tibios”.
Cuando terminó de hablar, le dejó el terreno allanado a Bullrich para avanzar con un discurso de similares características. Presentada como “la futura presidenta de los argentinos”, la titular del PRO elogió a De la Torre por su “capacidad para resolver problemas” y, tras destacar que “nadie vive libre si tiene que vivir protegido entre rejas”, le apuntó a Cristina Kirchner: “Ahora, tardíamente, la vicepresidenta de la Nación planteó que quiere ocuparse de la seguridad, pero si estuvo 15 años para cambiarla; nosotros, en 4 años, somos los que vamos a ocuparnos del tema”.
“Nuestro país necesita orden”, dijo Bullrich y se preguntó: “¿Por qué necesitamos orden? Porque el orden es la ley y la ley es lo que hace que todos seamos iguales. Ante la ley no puede haber los que la cumplan y los que digan que les da lo mismo cumplirla o no. Por eso vamos a hacer muy dulces y abiertos con las causas que generan los problemas de las familias argentinas, pero vamos a ser duros con aquellos que, teniendo la posibilidad de elegir estudiar o trabajar, eligen el delito”.
A continuación, la precandidata presidencial detalló 3 “temas fundamentales” en los que centrará su gestión en la Casa Rosada: la economía (para “estabilizarla y bajar el 100% de inflación”); la educación y la seguridad. “Vamos a luchar para que a la gente no le roben todos los días -prometió-. Ni el celular, ni la propiedad ni lo más preciado de todo, la vida. Vamos a cuidar a los argentinos empezando por Rosario, donde hoy el narcotráfico ha cooptado la ciudad y eso no puede pasar en el resto del país”.
Bullrich también se comprometió a “trabajar en el Sur para que no haya apropiación de soberanía nacional: no puede ser que saquen al Ejército Argentino de las tierras en las que cuidan al país para que haya grupos que se instalen en esos lugares como si fueran los dueños”.
“Los dueños de la Argentina son los 47 millones de argentinos, que necesitan fuerzas armadas y de seguridad que estén a la altura de las circunstancias -dijo Bullrich-, vamos a poner orden en cada una de ellas, plantear con fuerza que queremos seguridad y lo vamos a hacer como ya lo hicimos”.
Al finalizar su discurso, la ex ministra de Cambiemos despertó ovaciones cuando le pidió a la gente que saliera a la calle si al próximo presidente le impiden gobernar: “Vamos a necesitar que cada uno de ustedes, cuando nos quieran bloquear, hacer un piquete o impedir un cambio para mantener un privilegio, sea un protagonista, no mirarlo por la tele y que salga en la próxima a defender a nuestro gobierno para que no nos corra más nadie. Necesitamos valentía, carácter, nitidez en las ideas”.
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