Dejar de emitir pesos y que el dólar circule libremente. Esas dos acciones sobresalieron entre los indicios de un hipotético plan de gobierno que dejó traslucir Patricia Bullrich, la presidenta del PRO, uno de los partidos que conforman la columna vertebral de Juntos por el Cambio y aspira a reemplazar al Frente de Todos en el gobierno en las elecciones de 2023. En una nueva aparición televisiva, Bullrich adelantó los nombres de Luciano Laspina y Carlos Melconian, como dos de los economistas que lideran equipos que a su vez se harían cargo de las decisiones económicas en el país en caso de que ella acceda a la presidencia.
“La manera de bajar la inflación es fácil, superávit gemelos, equilibrar el gasto, desburocratizar, desregular”, introdujo la ex ministra de seguridad del gobierno de Mauricio Macri entre 2015 y 2019.
En el marco de su precandidatura presidencial, Patricia Bullrich llegaba de respaldar al senador provincial Joaquín de la Torre, quién lanzó su precandidatura a gobernador por la provincia de Buenos Aires. Horas después, la líder del PRO cuestionó las políticas económicas del país y mencionó qué medidas se deberían de aplicar para bajar la inflación.
Para la dirigente, el dólar refleja la “fiebre argentina” y a partir de lo cuál retomó sus críticas a la gestión de gobierno: “el compromiso de generar cierto orden en las cuentas públicas, bajar el déficit fiscal, o el no contratar más personal en el Estado, no está dando resultado”.
Bullrich, una de las dirigentes opositoras que aspira a ser candidata a presidenta en las próximas elecciones, sostuvo en el programa Verdad Consecuencia de Todo Noticias que “siguen los aumentos y en consecuencia lo que marca el dólar es la realidad de una fiebre que está escondiendo una verdadera enfermedad”.
Al defender los efectos de avanzar en medidas drásticas en materia de gasto social en una primera etapa, indicó que “más costo político tiene la decadencia en la que estamos, porque es el costo social de millones de argentinos”. Además, insistió en mostrarse firme indicando que la única salida “es el cambio y no la continuidad”, y que para implementarlo se debe exhibir “valentía y coraje”.
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En ese marco es que planteó que es necesario “desburocratizar, desregular, y simplificar para ser una Argentina productiva”. “Tenemos un equipo que trabaja con Luciano Laspina cada una de las secuencias del cambio que hay que hacer en la Argentina, hay otro equipo con Melconian quien esta trabajando el cambio y cómo son las secuencias para bajar la inflación y lograr que Argentina empiece a tener inversión privada y no haya este freno permanente”, indicó.
Frente a las modificaciones que considera necesario hacer, Bullrich sostuvo que “el esfuerzo es para los que se concentran en el Estado y la liberación es para millones de argentinos que trabajan”.
Su relación con Javier Milei
Al mencionar algunos indicios de su concepción de la economía, Bullrich fue consultada por los guiños que recibió del diputado Javier Milei, uno de los dirigentes de mayor crecimiento en materia de popularidad de los últimos años. La presidenta del PRO en ese sentido dijo que “de ninguna manera me pelearía ni diría que Milei es mi límite”, diferenciándose de otros partidos de su misma coalición, como la Unión Cívica Radical, que propuso cerrarle la puerta al legislador de Avanza la Libertad.
“Milei tiene una idea que le ha servido a la Argentina, que es la idea de la libertad”, elogió Bullrich, al tiempo que alertó: “En una segunda vuelta el voto de Milei va a ser importante”.
Finalmente se refirió a la posibilidad de encomendarle la conducción económica en un eventual gabinete. “No lo veo para ese lugar”, aclaró, aunque sin descartar la incorporación con el dirigente con el que intercambia gestos de elogio y prudencia.
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