Bajo el sol abrazador, en una tarde de altas temperaturas en la ciudad de Buenos Aires, varias agrupaciones de Derechos Humanos y organizaciones kirchneristas se reunieron en la Plaza de Mayo para despedir a la titular de Madres, Hebe de Bonafini, fallecida el domingo a los 93 años. Sus compañeras, rodeadas de dirigentes nacionales y bonaerenses de la órbita de Cristina Kirchner, esparcieron sus cenizas en la Pirámide, marcharon como cada jueves, y cerraron con discursos que oscilaron entre la emoción y las críticas contra el macrismo y la Justicia, con fuertes reivindicaciones de la figura de la vicepresidenta, que no estuvo presente.
La ceremonia de despedida duró una hora y media, entre las 15.30 y las 17. Primero hubo una misa, y se esparcieron las cenizas de Hebe junto a la Pirámide de Mayo, en el memorial de Azucena Villaflor. Y luego las madres, junto a los funcionarios y dirigentes K, marcharon en torno a la plaza. Después, las activistas brindaron sentidos discursos en homenaje a Hebe desde un escenario, con reivindicaciones sobre la figura de Cristina Kirchner. “(A Hebe) la tengo siempre presente. Era yo la que se tenía que ir, y ella tenía que estar acá . Pero yo estoy con ella, siempre dispuesta. Vamos a pedir seguir su ejemplo, su lucha, sus consejos y su bondad, tan hermosa, ella, con ella, y con Cristina”, dijo, antes de que el público la interrumpiera con aplausos y consignas por los desparecidos.
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“No estamos tristes, sino rabiosos, nos vemos el jueves”, fue la frase de cierre, en la voz de Demetrio Iramain, mano derecha de Hebe, junto a las madres Visitación de Loyola, Josefa de Fiore, Irene de Chueque, Sara Mrad y Carmen Arias, frente las banderas de H.I.J.O.S., Nuevo Encuentro, Tupac Amaru, Barrios de Pie, Somos, La Cámpora, FeTraES, Kolina, y Los Irrompibles.
Al principio, había llamado a cumplir uno de los últimos deseos expresados por De Bonafini. “El 10 de noviembre, Hebe convocó a una pueblada contra los jueces del Partido Judicial y pidió ir contra la Corte Suprema, que quiere encarcelar a Cristina, y quiere privar al pueblo de Cristina, y dejarnos sin el sueño de ser felices, como entre el 2003 y el 2015″, dijo. Y adelantó: “Lo vamos a llevar adelante, claro que sí”.
Luego desplegó críticas contra el gobierno macrista: “Las Madres defendieron con el cuerpo el archivo histórico, cuando el macrismo se los quiso robar, además de querer meterla presa. Tenemos que seguir defendiendo”, dijo, en referencia a las investigaciones por corrupción que pesan sobre Madres, y recordó los secuestros de 1977: “Hebe las buscó una por una”.
La marcha, prevista para las 15, se empezó a nutrir sobre la hora en un inicio de tarde sofocante. Los militantes llegaron en columnas, aunque acotadas, con estandartes que rezaban “Madres de la Plaza, la Villa las abraza” y “300 mil veces gracias”, además de los nombres de cada agrupación. Algunas, como FeTraEs, repartieron flores blancas y rojas a los manifestantes, que ocupaban buena parte de la plaza, desde el centro, hasta la altura del Cabildo, y en las calles laterales.
La planificación del evento y su comunicación estuvo a cargo de la Asociación de Madres, pero el kirchnerismo prestó ayuda con la logística y el personal, con la división de La Patria es el Otro. La Cámpora había convocado a la marcha de hoy a través de la cuenta oficial de Twitter y en la voz de algunos de los referentes de mayor peso del espacio, como el secretario general, Andrés “Cuervo” Larroque, que llegó temprano y estuvo durante toda la ceremonia. Pero su titular, Máximo Kirchner, que no había confirmado, decidió no asistir.
Sólo se vio en el sector vip” de Madres a un puñado de representantes del espacio k por excelencia: el ministro del Interior, Eduardo “Wado” de Pedro, también integrante de H.I.J.O.S., y la intendenta de Quilmes, Mayra Mendoza, que se sumaron sobre el final, y no vieron la misa de las 15:30. También hubo escasa presencia de los intendentes: además de Mendoza, estuvo Mario Secco (Ensenada), de estrecha relación con De Bonafini.
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“Tenemos que animarnos a luchar como lo hacía Hebe. Que la política nos atraviese desde el primer momento, al último. Tenemos que ser capaces, a partir de ahora, de construir 50, 100 Hebes, en sindicatos, organizaciones sociales y partidos. Porque si tuviéramos 100 Hebes, en unos años más, este país se daría vuelta, como lo soñaron los hijos de la Plaza de Mayo que parieron estas compañeras, y que Hebe sintetizó del mejor modo”, dijo el ladero de De Bonafini.
El gobernador bonaerense, Axel Kicillof, llegó muy puntual, a la hora de la convocatoria, caminó con las madres, y después fue uno de los pocos que hablaron con la prensa. “Hebe dejó una huella, una marca, y hay muchos dispuestos a seguirla. Es raro que no se den cuenta que lo que representa va más allá de una bandera partidaria y de un posicionamiento político”, dijo. Pero cuando le preguntaron por la ausencia del Presidente, sus colaboradores cortaron el diálogo.
Kicillof fue junto a su ministro de Trabajo, Walter Correa, también cercano a Hebe. Del entorno más cercano de Cristina Kirchner, estuvieron el senador nacional, Oscar Parrilli, y el diputado Leopoldo Moreau. También, desde la primera hora, participó el secretario nacional de Derechos Humanos, Horacio Pietragalla, uno de los funcionarios más fieles del kirchnerismo, de vínculo histórico con Madres, que oficia nexo con el oficialismo. El integrante de Soberanxs y ex ministro de Economía, Amado Boudou, se sumó a la multitud, visiblemente emocionado.
El ala moderada del Gobierno, huelga decirlo, no fue de la partida. Sobre todo después del rechazo que recibieron de parte de las Madres al saludo oficial del Presidente, el lunes, en consonancia con las críticas que recibió, durante casi todo su mandato, de parte de Bonafini. Y si bien Alberto Fernández -que se encontraba en la Casa Rosada, a metros del acto- y sus ministros más cercanos no eran bienvenidos en la plaza, sorprendió la presencia de la ministra de Desarrollo Social, Victoria Tolosa Paz.
La funcionaria, amiga del primer mandatario, se mostró muy emocionada por el fallecimiento de Hebe, lloró y se abrazó con militantes, y se tomó fotos con ellos. Algunos la alabaron (”Victoria, gracias por lo que hiciste con Potenciar Trabajo”, le dijo una mujer); otros le hicieron saber su fastidio (”¿Qué hacés acá? Si estuviera Hebe, te echaría de la Plaza”, le dijo un hombre). Del gobierno nacional también estuvieron Victoria Donda, titular del INADI, activista de DDHH e hija de desaparecidos; el ministro de Cultura, Tristán Bauer, vinculado al kirchnerismo; y los asesores presidenciales Ricardo Forster y Alejandro Grimson, así como el director del Banco Central, Claudio Lozano.
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