Entre las 6 y las 9 de la mañana, la Argentina se paralizó. La Selección hizo su debut en el Mundial de Qatar y nada ni nadie quedó exento del evento. De manera presencial, a la distancia y a través de una pantalla de televisión, todos siguieron el devenir de la derrota del equipo de Lionel Messi. Incluso los principales dirigentes políticos decidieron retrasar sus agendas y evitar encuentros para observar el debut mundialista de la “albiceleste”.
El presidente de la Nación, Alberto Fernández, que viene de unos días de descanso por recomendaciones médicas, siguió el devenir de Argentina - Arabia Saudita desde la Residencia de Olivos. Lo hizo junto a su familia frente al televisor y, futbolero como es, aseguran que sufrió el partido mientras desayunaba y preparaba la agenda para la vuelta al trabajo.
A quien se lo pudo ver, rompiendo una tradición que tienen los políticos argentinos de no ir a los partidos de la selección, fue al ex presidente Mauricio Macri quien, en su rol de funcionario de la FIFA, estuvo presente en el estadio Lusail de la ciudad de Doha. Según lo retrataron los medios acreditados, el fundador del PRO estuvo en el palco oficial rodeado de autoridades y personalidades del mundo árabe.
Macri llegó a Qatar días atrás, el pasado 19 de noviembre, en su rol de presidente ejecutivo de la Fundación FIFA, cargo que mantiene desde hace casi tres años.
La estadía de Macri en el país del Medio Oriente se prolongará cerca de un mes. Allí se reunirá con las autoridades de la máxima entidad del fútbol, además de alentar a la selección argentina. Más allá de manifestar su favoritismo por el elenco albiceleste y señalarlo como uno de los candidatos a ganar la competición, recientemente analizó al resto de los combinados nacionales y también postuló a Brasil, Portugal, Francia y Alemania.
El resto de los dirigentes
Quienes se quedaron en el país siguieron el partido desde su casa. La hora en la que empezó, las 7 de la mañana, hizo que muchos aprovecharan para desayunar tranquilos y retrasaran sus agendas para después de las 9 de la mañana.
Patricia Bullrich, la titular del PRO y precandidata a presidenta por ese partido, siguió el match desde el living de su amplio y señorial departamento ubicado cerca del Jardín Botánico, en la zona de Palermo.
Unas cuantas cuadras más hacia el centro, en el barrio de Recoleta, hacía lo mismo la vicepresidenta de la Nación, Cristina Fernández de Kirchner. Estuvo en su casa ubicada en el cuarto piso del edificio que se encuentra en la esquina de Juncal y Uruguay.
Lo mismo hizo el jefe de Gobierno y pre candidato a presidente de la Nación por el PRO, Horacio Rodríguez Larreta, quien siguió las acciones del partido en su casa.
El otro que se presenta como pre candidato por Juntos por el Cambio pero por el radicalismo es Gerardo Morales. Según confiaron fuentes de su entorno, el gobernador de Jujuy siguió el traspié de la selección argentina en su casa en la ciudad capital de la provincia junto a su familia.
Algo similar hizo el otro radical que se muestra como candidato, pero en este caso para la Ciudad de Buenos Aires, el senador Martín Lousteau. El economista lo vivió en su casa en el barrio de Belgrano junto a su familia.
A partir de las 9 de la mañana se retomó la agenda de los políticos. Volvieron a sonar los teléfonos, llegaron los mensajes y partieron rumbo a las reuniones. La gestión y la campaña se tomó un descanso de dos horas que muy pocos quieren recordar.
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