La Cancillería argentina rechazó el despliegue de actividades oficiales de la princesa Ana, de la Casa real británica, en las Islas Malvinas, “en razón de que la misma se ha llevado a cabo en ejercicio de la ocupación ilegal británica en las Islas Malvinas, Georgias del Sur, Sandwich del Sur y los espacios marítimos circundantes”.
“El gobierno argentino llama una vez más al Reino Unido a retomar las negociaciones de soberanía en cumplimiento de la resolución 2065 y demás resoluciones de la Asamblea General y su Comité Especial de Descolonización. Es hora de que el Reino Unido cumpla con el mandato de la comunidad internacional y ponga fin a la anacrónica situación colonial en esos archipiélagos, que son parte integrante de la República Argentina”, completó el ministerio de Relaciones Exteriores argentino, en un comunicado oficial que difundió esta tarde.
La princesa Ana había aterrizado en las Islas del Atlántico Sur el viernes pasado, cuando colocó una ofrenda floral en el “Monumento de la Liberación”, que es como el Reino Unido denomina a la guerra que se llevó a cabo en 1982.
En contrapartida, hace poco más de dos semanas, Argentina conmemoró los 40 años de la Resolución 37/9 de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), que instó a la Argentina y al Reino Unido a reanudar las negociaciones diplomáticas por la soberanía de las Islas Malvinas. La Cancillería realizó el viernes 4 de noviembre un evento especial en el que reiteró su reclamo al gobierno británico para que cumpla con esta medida del organismo internacional. El acto se llevó adelante en el Salón Libertador del Palacio San Martín, sede del Ministerio de Relaciones Exteriores, y fue encabezado por el titular de la cartera, Santiago Cafiero, que estuvo acompañado por varios funcionarios.
Del encuentro participaron, por ejemplo, el secretario de Malvinas, Antártida y Atlántico Sur, Guillermo Carmona, los miembros del Consejo Nacional Malvinas y los diplomáticos que participaron en la gestión y adopción de la resolución en 1982.
En aquel año, la Asamblea General de las Naciones Unidas (AGNU) emitió el documento referido a la cuestión de las islas, en el que, luego de la guerra, llamó a ambas partes a encontrar una solución pacífica y definitiva a la disputa de la soberanía de ese territorio.
Junto con la Resolución 2065, firmada en 1965, representa un hito en la política exterior de la Argentina con respecto a las Malvinas, ya que fue la primera en adoptarse con posterioridad a la finalización del conflicto bélico del Atlántico Sur y establece claramente que dicho enfrentamiento armado no modificó la naturaleza de los reclamos entre los dos países sobre la pertenencia de las islas Malvinas, Georgias del Sur, Sándwich del Sur y los espacios marítimos circundantes.
Para la Cancillería, esta iniciativa impulsada por la ONU, que continúa sin cumplirse, es la única forma de poner fin a este caso especial y particular de descolonización. De hecho, el mismo texto del organismo internacional señala que “el mantenimiento de situaciones coloniales es incompatible con el ideal de paz universal de las Naciones Unidas”.
En el punto uno de ese documento, la ONU les pide a los gobiernos de la Argentina y el Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda del Norte que “reanuden las negociaciones a fin de encontrar una solución pacífica a la disputa de soberanía sobre dichas islas”.
El propio Carmona cuestionó, en un mensaje que publicó recientemente en su cuenta de Twitter, la falta de predisposición de las autoridades británicas para reanudar las conversaciones sobre este tema: “El Reino Unido ha expresado su intención de cumplir con sus obligaciones internacionales y negociar con la República de Mauricio la devolución de Chagos, según la Resolución 2066 de la AGNU. Del mismo modo, deben cumplir con la Resolución 2065 sobre la cuestión Malvinas”, escribió.
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