El gobierno publicó este domingo por la tarde en el Boletín Oficial el Decreto 768/2022, a través del cual se establecieron tres días de duelo nacional por el fallecimiento de la titular de Madres de Plaza de Mayo, Hebe de Bonafini, a la que calificó como “una figura de orden internacional” y “un símbolo de la lucha por los derechos humanos” que “generó una sociedad mejor.
En el documento, que lleva las firmas del presidente Alberto Fernández, del jefe de gabinete, Juan Manzur, y del ministro de Justicia y Derechos Humanos, Martín Soria, se hizo un repaso de la vida de la dirigente
“Declárase Duelo Nacional en todo el territorio de la República Argentina por el término de tres (3) días, a partir del día de la fecha, con motivo del fallecimiento de la señora Hebe de Bonafini”, señaló el primer artículo del texto.
Además, se ordenó que durante estas jornadas la bandera permanezca “izada a media asta en todos los edificios públicos” y que el secretario de Derechos Humanos, Horacio Pietragalla, le envíe “las condolencias del Gobierno Nacional” a la familia de la fallecida.
Entre los considerandos del Decreto, las autoridades señalaron que la vida de Bonafini “se desarrollaba con tranquilidad, vivía con su familia y tenía a cargo las tareas de cuidado de su casa, hasta que dos de sus hijos, Jorge Omar y Raúl Alfredo, fueron víctimas de desaparición forzada a manos de la dictadura cívico militar que, mediante un golpe de Estado, asaltó el poder en nuestro país en el año 1976 y ejerció ilegítimamente el gobierno hasta el 10 de diciembre de 1983″.
“Efectivamente, a partir del 24 de marzo de 1976 se instauró en la Argentina un régimen de terrorismo de Estado con un plan sistemático de desaparición de personas, campos de concentración, torturas, apropiación de niños y niñas, ‘vuelos de la muerte’ y un sinnúmero de otras violaciones atroces a los derechos humanos”, se recordó.
En este sentido, el Poder Ejecutivo remarcó que, “justamente en los primeros años, cuando los medios de comunicación, en su inmensa mayoría, guardaban completo silencio ante las denuncias de las víctimas del terrorismo de Estado, un grupo de mujeres, posteriormente conocidas mundialmente como las ‘Madres de Plaza de Mayo’, comenzó a enfrentar a los genocidas que gobernaban el país”.
“Así como todas las Madres, Hebe de Bonafini colocó en su cabeza el pañuelo blanco, abrazó la lucha para hallar con vida a las personas desaparecidas, y se convirtió en símbolo de dignidad, coraje y lucha por la Memoria, Verdad y Justicia”, destacó el Gobierno.
En esta línea, las autoridades subrayaron que “cuando los dictadores impusieron el silencio, las Madres de la Plaza levantaron la voz” y que “cuando los genocidas las obligaron a ‘circular’, ellas inventaron su ronda”.
“En las décadas posteriores, frente a todos los intentos de imponer la impunidad, ellas jamás bajaron los brazos y exigieron siempre justicia. Una y otra vez, ellas, junto a otras organizaciones de derechos humanos y a la sociedad argentina, que había tomado su ejemplo y abrazado su lucha, impidieron la libertad de los genocidas”, se agregó.
Asimismo, en el documento se remarcó que el trabajo de la mencionada entidad “se convirtió en un símbolo mundial de la lucha de los derechos humanos, así como lo son sus pañuelos blancos, sus rondas alrededor de la Pirámide de Mayo de los días jueves, y su persistencia pacífica durante décadas en procura indeclinable de Verdad y Justicia”.
“Por su lucha incansable Hebe de Bonafini se convirtió en una figura de orden internacional; no hay país en el mundo que no conozca los trágicos años del terrorismo de Estado en Argentina y que no haya visto a las Madres de Plaza de Mayo como un símbolo de la lucha por los derechos humanos”, se detalló.
Por último, las autoridades detallaron que “con enorme valentía, con inmenso coraje, con su búsqueda infatigable, su lucha de décadas generó una sociedad mejor, que lleva a los derechos humanos como un elemento de su propia identidad nacional”.
“Por todo ello las Madres de Plaza de Mayo y Hebe de Bonafini en particular, hicieron una contribución decisiva para lograr Memoria, Verdad y Justicia. Que es un deber del Gobierno Nacional reconocer esta lucha y su memoria, con motivo de su lamentable fallecimiento”, cerró el Decreto.
Con la muerte de Hebe de Bonafini, presidenta de la asociación argentina Madres de Plaza de Mayo, a los 93 años, desaparece uno de los rostros más conocidos en la lucha contra la última dictadura cívico-militar de Argentina (1976-1983) y una verdadera referencia internacional en la defensa de los derechos humanos.
A través de un comunicado que emitió este domingo, la Confederación General del Trabajo de la República Argentina (CGT) expresó “su más sentido pesar por el fallecimiento de la compañera Hebe de Bonafini, símbolo de la lucha por los Derechos Humanos”.
“Hebe fue un ejemplo de perseverancia y convicción frente a los poderes y la injusticia, que debe perpetuarse en la memoria colectiva. Los trabajadores argentinos organizados, reconocemos su coherencia su tenacidad y su fortaleza, le rendimos sentido homenaje a su lucha inclaudicable frente a todos los poderes de turno en búsqueda de Justicia”, señaló la entidad.
En el texto, firmado por el Consejo Directivo Nacional de la central obrera, también se manifestó su “respeto” y “recuerdo permanente a quien fuera un símbolo de lucha por los derechos de los más postergados”.
“Los más humildes la despedimos con dolor y elevamos una oración por su memoria. Solo pedimos, Memoria, Verdad y Justicia con tu testimonio de vida”, cerró la CGT.
La Asociación Madres de Plaza de Mayo anunció hoy que las cenizas de su fallecida titular, Hebe de Bonafini, descansarán en la Plaza de Mayo por pedido de la propia dirigente.
Todos los negativos del Juicio a las Juntas se perdieron: sólo quedan copias de época en los archivos de los medios. Para la cobertura fotográfica del juicio a los comandantes de la dictadura 76-83, la Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional Federal, más conocida como Cámara Federal, decidió que se haría con el método que en el ambiente llamamos “POOL”. Funciona de este modo: a la sala del tribunal ingresa un solo fotógrafo por vez, que luego distribuye las mismas fotos tomadas a todos los demás medios. Se decidió también que serían los reporteros de las agencias Télam, NA y DYN los encargados de esa cobertura. Yo fui uno de los fotógrafos elegidos.
La gobernadora de Santa Cruz, Alicia Kirchner, se expresó en Twitter por el fallecimiento de la fundadora de Madres de Plaza de Mayo: “Qué decir de vos, querida Hebe, una luchadora de la vida, defensora de los derechos humanos. Leal como pocas. Marcaste una huella que nadie podrá borrar, los pañuelos blancos y los y las que luchan por una Patria soberana, por la verdad. La memoria y la justicia te abrazan. Hebe, vos sabés cómo te quiero, cuidaremos tu siembra con amor y dignidad”.
Una ministra que integra el gabinete del jefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, Horacio Rodríguez Larreta, también lamentó el fallecimiento de Hebe de Bonafini y destacó que su “trayectoria es más grande que cualquier diferencia política”.
“Hebe fue símbolo de lucha impulsando una agenda de justicia y DDHH en Argentina. Un grupo de Madres que con valentía le hicieron frente al momento más oscuro de nuestra historia. Esa trayectoria es más grande que cualquier diferencia política. Me quedo con eso”, escribió en su cuenta de Twitter María Migliore, a cargo de la cartera porteña de Desarrollo Humano y Hábitat.
La Central de Trabajadores de la Argentina (CTA) expresó su “profundo dolor ante la partida de la querida” dirigente, a la que calificó como “uno de los máximos símbolos de la lucha contra el geniciodio y en defensa de los Derechos Humanos”, y convocó a “transformar el dolor en convicción de lucha por un país sin desigualdad”, “como enseñó” ella.
“La clase trabajadora tiene una gran deuda de gratitud con esta enorme militante de los DDHH y una de las constructoras de la derrota cultural de los genocidas. El conjunto de los argentinos y argentinas tenemos un país más digno de ser vivido gracias a la lucha de Hebe y las Madres. Desde el día en que se pusieron el pañuelo en la cabeza y empezaron a marchar, a pesar de que se las trataba de locas y de que muchas hayan pagado con su vida por reclamar la aparición de sus hijos, las Madres demostraron que en ese puñado de mujeres había reservas morales para vencer a los genocidas y nos enseñaron a no abandonar la lucha. Ese pañuelo, ahora más que nunca, será bandera de las trabajadoras y los trabajadores”, manifestó la entidad.
A través de un comunicado, la CTA sostuvo que “la mejor manera de honrar la memoria de Hebe es transformar nuestro dolor en convicción de lucha por un país sin desigualdad, sin hambre y donde se erradiquen todas formas de la violencia con las que se pretende reprimir las demandas de jóvenes, mujeres, pueblos originarios, trabajadores y todos aquellos que alzan su voz denunciando la opresión de los poderosos”.
A través de sus redes sociales, Ricardo Alfonsín, el embajador en España e hijo del ex presidente radical, le dedicó a unas sentidas palabras a Hebe, a quien describió como un “luchadora” e “incansable defensora de los derechos humanos”. “Que en paz descanse, Hebe. Una abrazo muy grande a su familia, amigos y compañeros de lucha”, concluyó.
Desde el Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS) también lamentaron la partida de la Presidenta de las Abuelas de Plaza de Mayo. “Su historia es símbolo de resistencia y defensa de los derechos humanos”, escribieron desde su cuenta de Twitter.