La cena de Pérsico y Máximo Kirchner que permitió la tregua entre el Movimiento Evita y el kirchnerismo

Dirigentes de la organización social, afín al Presidente, participaron del acto de Cristina Kirchner en La Plata en un claro gesto de acercamiento a la Vicepresidenta. Los detalles detrás de la decisión

Una imagen del acto realizado en el estadio Diego Armando Maradona de La Plata por el Día de la Militancia (foto REUTERS/Tomas Cuesta)

Por primera vez desde que Alberto Fernández llegó a la Casa Rosada, dirigentes del Movimiento Evita participaron de un acto encabezado por Cristina Kirchner. Fue este jueves en La Plata, donde la ex mandataria habló ante una multitud que vivaba: “Cristina presidenta”. La conmemoración por el Día de la Militancia peronista fue organizado por el kirchnerismo, con La Cámpora y el diputado nacional Máximo Kirchner a la cabeza.

El Evita, junto a Barrios de Pie, que también estuvo presente, es la más albertista de todas las organizaciones sociales que abrevan en el Frente de Todos.

Emilio Pérsico

Los dirigentes de esa organización no dudaron en movilizar en apoyo al Jefe de Estado cada vez que fue atacado por la Vicepresidenta a través de cartas públicas en la que denunciaba la existencia de “funcionarios que no funcionan”. O para relanzar el gobierno de Alberto Fernández después de la derrota electoral de medio término.

Los dos principales líderes del Movimiento Evita son Emilio Pérsico, el secretario de Economía Popular, un área del ministerio de Desarrollo Social que administra, por ejemplo, el programa Potenciar Trabajo; y el también funcionario Fernando “Chino” Navarro, a cargo de la Secretaría de Relaciones con la Sociedad Civil y Desarrollo Comunitario de la Jefatura de Gabinete.

Gildo Onorato, uno de los principales dirigentes del Movimiento Evita y de la UTEP, representó, junto a otros integrantes de la organización al Evita en el acto de Cristina Fernández. Fueron invitados por Máximo Kirchner

Pérsico fue el centro de las críticas de la ex mandataria cuando el 22 de junio pasado pidió que “la aplicación de las políticas sociales no siga tercerizada en clara referencia a organizaciones como el Evita cuyos dirigentes, como Pérsico, administra la caja más importante de Desarrollo Social a través del programa Potenciar Trabajo.

Al ser consultados por este medio, desde el Evita explicaron que una delegación de unos 30 dirigentes asistieron al masivo acto de CFK en el Estadio Único de La Plata por invitación expresa del hijo de Cristina Kirchner y líder de La Cámpora. Detrás de ese hecho político hay otra historia confirmada a Infobae. Entre el intento de homicidio a la Vicepresidenta de la Nación y el escándalo por el cobro irregular de más de 250.000 beneficiarios del Potenciar Trabajo detectado por la AFIP y publicado por este medio, Máximo Kirchner cenó en la casa de Isidro Casanova, en La Matanza, en la que viven Emilio Pérsico y su pareja y madre de su último hijo, Néstor, la senadora bonaerense Patricia Cubría.

En la larga velada intentaron dejar atrás viejas rencillas políticas, que se remontan a las elecciones de 2017 dónde el Movimiento Evita hizo campaña para que Florencio Randazzo, el ex ministro de Trasporte de Cristina de Kirchner fuese electo senador por la provincia de Buenos aires en desmedro de la hasta ex Presidenta de la Nación. El jefe de campaña del ex funcionario de CFK era su ex jefe de Gabinete y actual Presidente. En los comicios, Fernández quedó en segundo lugar, detrás de Esteban Bullrich (Cambiemos) y detrás de su ex funcionario.

La “fortaleza” de Isidro Casanova donde se reencontraron el hijo de la ex mandataria y el ex integrante de la organización guerrillera Montoneros tiene una historia poco conocida y que evoca los años de plomo de la Argentina. Si bien la propiedad está a nombre de la senadora provincial, la iniciativa de adquirir la propiedad fue del funcionario nacional.

Según él mismo se lo relató a Infobae el “bunker”, como algunos llaman a la vivienda, fue construida a principios de los ‘80 a pedido del ex jefe Montonero Mario Firmenich, instalado desde hace décadas en España.

El “bunker”, que desde 2015 -año en que la pareja se mudó allí- sufrió varios cambios estructurales, pero otros permanecen.

Las ventanas son altas y chicas para dificultar la visión de un hipotético franco tirador que quisiese matar a Firmenich. Las paredes del exterior son dobles para detener una embestida de un tanque y en varias habitaciones hay parrillas embutidas para quemar papeles ante una posible redada.

Máximo Kirchner y Emilio Pérsico cenaron en la casa del dirigente social en Isidro Casanova. La propiedad perteneció al ex jefe Montonero Eduardo Firmenich

Hoy día cada uno de esos detalles parecen descabellados, pero en los ‘80, antes que el país recupere la democracia, era “normal” para un dirigente de la guerrilla tomar ese tipo de precauciones.

En ese escenario se desarrolló la cena entre Máximo y “Arturo”, el nombre de guerra con el que se lo conocía a Pérsico en los años ‘70.

En la comida también estuvo presente la principal ambición política del dirigente social en el corto plazo: que la “Colo” Cubría derrote en internas del Frente de Todos al intendente de La Matanza, Fernando Espinoza.

Si bien desde los movimientos sociales dejan trascender que La Cámpora, rival territorial del Evita, podría “caminar junto al Evita” el distrito más poblado de la provincia para desbancar al Barón del Conurbano; desde el entorno del diputado nacional le bajan el perfil al tema y recuerdan que el kirchnerismo y los diputados de La Cámpora apoyaban la derogación de las elecciones PASO.

Pase lo que pase de aquí a ese momento las buenas migas desgranadas en la cena se materializó ayer. El Movimiento Evita estuvo presente con una delegación de unos treinta representantes entre los que destacaban Gildo Onorato, también secretario gremial de la Unión Trabajadores de la Economía Popular (UTEP); Mariel Fernández, intendenta de Moreno y pareja de Esteban “Gringo” Castro, el secretario general de la UTEP; el diputado nacional Leonardo Grosso y Eduardo Ancona, el referente del Evita en la provincia de Buenos Aires y una treintena de concejales.

Daniel Menéndez, coordinador nacional de Somos Barrios de Pie, otro albertista y subsecretario de Políticas de Integración y Formación del Ministerio de Desarrollo Social, también estuvo presente en el estadio de La Plata junto a varios cientos de militantes de su estructura social.

Las dimensiones políticas del acercamiento entre Pérsico y Kirchner aún no están claras. ¿Debilita aún más a Alberto Fernández o no lo afecta? ¿Es una señal para que esta vez prospere la lista Patricia Cubría en La Matanza para enfrentarse a Fernando Espinoza? ¿Busca Pérsico que CFK deje de embestir contra la administración del Evita sobre los planes sociales cuando una causa judicial investiga incompatibilidades en el Potenciar Trabajo?

Desde La Cámpora y el Evita no responden esa y otras preguntas. En cambio, desde la organización social lanzan una frase: “El significado político es mandar un mensaje hacia el interior del Frente de Todos, evitar la confrontación interna”.

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