Un día antes del acto que Cristina Kirchner hará en La Plata y mientras el presidente Alberto Fernández culmina su gira por Francia e Indonesia, el ministro del Interior, Eduardo “Wado” de Pedro, visitó este mediodía la sede del Congreso Judío Latinoamericano. Si bien su intención fue la de comentar los resultados de sus viajes por Israel y Estados Unidos durante este año, también hubo un espacio para hablar de la situación económica que atraviesa el país y de la actualidad política.
Del encuentro en el edificio de la calle Larrea participaron autoridades de la AMIA, la DAIA, la Organización Sionista Argentina y más de 15 instituciones y organizaciones de la colectividad judía. El funcionario estuvo acompañado por el ex ministro de Agricultura, Ganadería y Pesca, Julián Domínguez; por el Director General Electoral, Marcos Schiavi; y por el jefe de la Policía de Seguridad Aeroportuaria, José Glinsky.
De acuerdo a lo que contó uno de los asistentes en un tramo de la reunión, le plantearon a De Pedro la necesidad de “lograr consensos” para salir de la crisis. “Hay dos problemas que no pudimos resolver aún: la economía bimonetaria y la inflación”, les respondió el Ministro, una de las espadas camporistas en el Gabinete de Alberto Fernández. Justamente CFK esbozó en sus últimas cartas públicas estos dos temas como prioritarios en el ordenamiento de la economía.
En ese sentido, el titular de Interior remarcó que desde el Frente de Todos invitaron a la oposición a “discutir qué modelo productivo queremos de acá en adelante”, pero que no recibieron todavía respuestas positivas. Fuentes cercanas al Ministro señalaron que en los encuentros del Consejo Interamericano de Comercio y Producción (Cicyp) de mediados de este año y en uno reciente con el ex presidente Felipe González, expuso estos mismos conceptos.
También el representante gubernamental confesó que “es posible generar consensos y diálogo”, como se hizo en otros países, pero que se necesita “tiempo”, que no será en uno o en dos años. Desde su entorno dejaron trascender que entre los interlocutores a los que buscan se cuenta a figuras del radicalismo como Facundo Manes y que en Juntos por el Cambio deberán hablar con quien esté al frente. “No dudaremos en sentarnos con Macri, si es necesario”, deslizaron, aunque resulta notorio que hasta dentro de las propias filas oficialistas existen diferencias notorias sobre el rumbo económico y que persisten las dificultades para aglutinar políticas comunes entre quienes integran la coalición.
En la larga mesa lo escuchaban el embajador israelí en Argentina, Eyal Sela; el titular de la DAIA, Jorge Knoblovits; el de la AMIA, Amos Linetzky; Claudio Epelman, Director Ejecutivo del Congreso Judío Latinoamericano; Daniel Pomerantz, Director Ejecutivo de AMIA; Gabriel Gorenstein, Secretario General AMIA; Hamra Eliahu, Director Vaad Hakehilot - AMIA; Fabiana Mindlin, Directora Museo de la Shoa; Betina Rosenthal, Directora Ejecutiv Fundacion Tzedaká; Claudio Pszemiarower, Presidente Seminario Rabinico Latinoamericano; Osvaldo Ofman, presidente Club Náutico Hacoaj; Marcelo Glasman, presidente Club Cissab; Demian Stratievsky (Organización Sionista Argentina); Danny Lew, presidente del Keren Kayemet LeIsrael; Ariel Bobrowski, presidente de la Escuela Scholem Aleijem; Gabriel Salem, tesorero de la DAIA; Alejandro Zuchowicki (DAIA), Pedro Berestovoy (DAIA). Federico Glustein y Tomás Mojo (ambos del Programa Nuevas Generaciones del CJL).
Otra de las preocupaciones que exhibieron los participantes fueron sobre el creciente antisemitismo que notaron sobre todo durante la pandemia de COVID 19, algunas manifestaciones políticas con grupos neonazis y el atentado reciente que sufriera la vicepresidenta Cristina Kirchner. Sobre esos temas, el Ministro expresó que el Gobierno seguía con atención “todo aquello que se relacione con los discursos de odio”.
De Pedro repasó su gira de abril a Israel, donde avanzó junto a gobernadores del Norte Grande en la mejor utilización del agua como recurso estratégico para aumentar la producción en zonas que necesitan mejoras hídricas. Y también les mencionó su periplo por Estados Unidos durante el mes de septiembre de este año, que permitió profundizar la búsqueda de soluciones en ese aspecto.
En octubre, el ministerio del Interior mantuvo uno de sus últimos encuentros con autoridades del Banco Mundial en la Casa Rosada con el objetivo de conseguir el financiamiento a largo plazo de las obras que se proyectaron en varias provincias argentinas. Según las estimaciones que se hicieron con el Consejo Federal de Inversiones, el préstamo debería orillar los 30 mil millones de dólares, y con una extensión prolongada ya que la idea es que el acuerdo trascienda a la actual administración peronista.
El funcionario del Ejecutivo también recordó este mediodía una frase que en aquel momento, en la gira de abril, pronunció el presidente de Israel, Isaac Herzog: “Entre el potencial que tiene Argentina y la tecnología que caracteriza a Israel, podemos alimentar al mundo”.
En Israel la comitiva argentina estableció relaciones con la empresa estatal israelí Mekorot, una compañía líder en la investigación e implementación de herramientas para la gestión eficiente de los recursos hídricos, para contar con la experiencia y asistencia técnica de esa firma en la elaboración de proyectos en diversas provincias de nuestro país. A raíz de ese vínculo, ya se firmaron convenios entre Mekorot y las provincias de Mendoza, Río Negro, San Juan, Catamarca y La Rioja, realizadas en los últimos meses en Buenos Aires con la participación del Consejo Federal de Inversiones (CFI). Podrían agregarse próximamente La Pampa y también algunas provincias patagónicas que quieren avanzar en la desalinización del agua.
“El potencial de la Argentina radica en cultivar superficies productivas que, por déficit hídrico o por alguna coyuntura de falta de tecnología, no se puede producir. Así fue que comenzamos a analizar un plan estratégico que había confeccionado Julián Domínguez, denominado ´Plan de Agricultura, Ganadería y Pesca 2010/2020´, donde encontramos que Argentina tiene bajo riego dos millones de hectáreas, y que podía crecer y hasta triplicar esa superficie”, expresó el titular de la cartera de Interior.
“Junto a otros ministros nos preguntamos: ´¿Cuál es el país que más multiplicó su producción, a raíz del correcto uso de tecnología y de gestión del agua?´. Y nos respondimos: Israel. Y así comenzamos a planificar la visita a ese país”, agregó.
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