La Corte Suprema de Justicia de la Nación cubrió 50 vacantes del Cuerpo Médico Forense, el órgano de máxima jerarquía pericial en materia médica, psicológica, odontológica y químico legal dentro de los fueros nacional y federal, y en la Morgue Judicial.
El tribunal dictó una acordada por la que aprobó el concurso de peritos profesionales, auxiliares de la justicia nacional y federal, que responden los distintos requerimientos de jueces y fiscales del fuero criminal.
De esta manera, 25 médicos/as generalistas y 20 médicos psiquiatras se incorporarán al Cuerpo Médico Forense, mientras que una antropóloga forense -proveniente del Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF)- y cuatro médicos tanatólogos se sumarán a la Morgue Judicial.
Desde febrero de este año, cuando se conformaron los jurados, se trabajó en lo que fue el llamado a concurso más grande de la historia del Cuerpo Médico Forense de la Corte Suprema. De los 59 cargos concursados, sólo tres quedaron vacantes: uno de hematólogo, uno de infectólogo y uno de cardiólogo, mientras que dos vacantes de psicología, tres de peritos químicos o bioquímicos, y una de odontólogo forense están en distintas etapas del trámite para cubrir esas vacantes.
En total fueron cinco jurados integrados por el decano del Cuerpo Médico, Leonardo Ghioldi; el director del Centro de Asistencia Judicial Federal, Pablo Lamounan, y un representante de la Universidad de Buenos Aires según cada especialidad, los encargados de darle curso a las 366 postulaciones recibidas.
Los exámenes fueron elaborados por la Comisión Asesora con un total de 100 preguntas de opciones múltiples con una sola respuesta correcta, rendidos en forma anónima. Una vez que se corrigieron los exámenes -que estaban identificados con clave- recién en ese momento se develaron las identidades de los postulantes.
Después de realizadas las correcciones se evaluaron los antecedentes curriculares de los postulantes que aprobaron el examen escrito, los jurados entrevistaron a cada uno de ellos de manera individual y les asignó puntaje de manera unánime. El orden de mérito resultante tiene una vigencia de tres años y se utilizará para cubrir las eventuales vacantes que se produzcan en ese plazo.
Los comienzos del Cuerpo Médico Forense se remontan al 30 de enero de 1882 cuando el Poder Ejecutivo Nacional designó en el cargo de “Médico de Tribunales” a Julián Fernández, nombramiento supeditado a lo que estableciera la ley de organización de los tribunales de la Capital Federal que se promulgó a principios de noviembre de aquel año. Dicha norma dispuso que la designación del cargo correspondía al Presidente de la República y la función de asesoramiento a los magistrados judiciales se fijó en los siguientes términos “dará los informes y practicará los reconocimientos que estos necesiten y le pidan para el mejor desempeño de sus funciones”.
A través de más de 100 años, el Cuerpo Médico Forense tuvo un derrotero marcado por un continuo y progresivo proceso de organización administrativa y especialización técnica funcional.
En diciembre de 2009 la Corte Suprema de Justicia de la Nación aprobó el Reglamento General para el Cuerpo Médico Forense, primer cuerpo normativo desde los orígenes de este órgano judicial, lo que constituye un hito trascendental en su historia. Esa norma estableció que es “”un cuerpo técnico de naturaleza y finalidad exclusivamente periciales” cuyo “objeto es el auxilio específico a los órganos jurisdiccionales de la Justicia nacional y federal” dentro de cuyo contexto se erige en “el órgano de máxima jerarquía pericial en materia médico, psicológico, odontológico y químico-legal”.
Las autoridades del Cuerpo Médico Forense son el decano, vicedecano y el director de la Morgue Judicial. Todas son designadas por la Corte Suprema de Justicia de la Nación, pero el decano es electo por todos los peritos titulares y una vez cumplido el correspondiente acto administrativo de designación, es quien propone al Alto Tribunal los nombres de las otras dos autoridades.
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