“Esta causa se llevó la mitad de mi vida, tengo 61 años y fui detenido a los 33. También fueron detenidos mi madre y mi hermano. Hubo una persecución contra toda mi familia, buscaron quebrarme”, lanzó Carlos Telleldín esta mañana ante los jueces de la Sala II de la Cámara de Casación, que deben decidir si confirman la absolución en su contra por la venta de la camioneta Traffic que terminó explotando en la AMIA.
El ex reducidor de autos habló apenas cinco minutos luego de escuchar a su defensor oficial. Dijo que se recibió de abogado para “entender la acusación” en su contra, pero que todavía no encuentra motivos. “Sigo sin entender la imputación veinte años después”, lamentó.
Telleldín también se quejó de los rótulos que le pusieron en los últimos años: “Me rotularon de todos formas. Yo vendía vehículos usados ... vendí cuatro camionetas Traffic, tres de ellas fueron localizadas... Los servicios trabajaron para ensuciar mi persona de toda forma”.
En 2003, Telleldín fue absuelto por primera vez por el atentado que dejó 85 muertos y 151 heridos, pero el Tribunal Oral Federal 3 declaró todo nulo por las irregularidades de la investigación. Seis años después, la Corte Suprema confirmó la nulidad de la causa, aunque convalidó la acusación contra Telleldín, y dispuso que se haga un nuevo juicio por la entrega de la camioneta.
En diciembre de 2020, el TOF 3 lo absolvió por segunda vez aunque la Fiscalía y las querellas habían pedido que sea condenado a prisión perpetua y a 20 años de cárcel.
En ese momento, los acusadores dijeron que Telleldín fue la última persona que tuvo en su poder el motor que se encontró en la AMIA. También destacaron que hizo la venta con papeles falsos -estaba a nombre de Ramón Martínez, una persona con la que estaba enemistada, fraguó la firma y puso un número de DNI que empezaba con 41 millones que para 1994 no existía-; y que cuando ocurrió el atentado se fugó a Misiones, donde fue detenido.
Esa segunda absolución fue apelada por el fiscal de Casación Raúl Plee y por la querella de AMIA y DAIA. Antes de resolver, la Sala II de Casación, integrada en este caso por Carlos Mahiques, Ana María Figueroa y Diego Barroetaveña, convocó a la audiencia que se hizo esta mañana.
El defensor oficial de Telleldín cuestionó los argumentos de la Fiscalía para pedir que se revoque la absolución. En primer lugar, aseguró que no se pudo probar la nacionalidad de los compradores de la Traffic.
Durante el juicio, la hijastra de Telleldín, Jésica Cintia Schiavone, quien tenía apenas 14 años cuando estalló la bomba en la AMIA, había declarado que el comprador tenía “acento árabe”, era de “tez morena” y usaba una “boina”. Schiavone fue testigo directa de la entrega de la Traffic y dijo que vio al comprador porque le pidieron “una birome”. “Me acuerdo que yo ese día estaba en casa y dio la casualidad que me pidieron una birome y yo entré a la sala donde estaban haciendo la venta esa y di la birome”, contó.
Sobre los antecedentes de Telleldín, mencionados por la Fiscalía en su apelación, el defensor oficial destacó que Telleldín ingresó a la Policía de Córdoba en 1977, cuando tenía 16 años, y renunció en 1981. “¿Qué conocimientos especiales de inteligencia militar podía tener? Es una afirmación ambigua a inexacta”, se quejó el abogado.
Durante el segundo juicio, la hijastra de Telleldín también reveló que se puso nervioso cuando escuchó la noticia en la radio y que discutió con su mamá. “Estábamos escuchando la radio... pero no fue en mi casa. Creo que estábamos en el auto, como yendo de paseo, y de repente se escuchó esa noticia”, recordó sobre el momento.
Según ese mismo testimonio, Telleldín abandonó la casa cuando se enteró del atentado. “Creo que quería cruzar el límite de Argentina y no lo llegó a cruzar, no se llegó a ir”, declaró su hijastra.
El defensor oficial cuestionó ahora que se haya tomado como prueba el estado de ánimo de Telleldín luego del atentado. “Hubo nueve jueces que le dieron la razón. Y declararon 380 testigos. No hubo uno solo que diga que Telleldín sabía para qué se iba a utilizar la camioneta”, cerró su exposición.
Ese es el punto clave: si Telleldín tenía conocimiento que la camioneta iba a ser utilizada en un atentado o si fue solo un eslabón de una cadena.
La Sala II de Casación también tiene que resolver las apelaciones en la causa por el llamado encubrimiento del atentado a la AMIA. En ese juicio, de los 13 acusados sentados en el banquillo, cinco fueron absueltos, entre ellos el ex presidente Carlos Menem. En cambio, el ex juez Juan José Galeano fue condenado a seis años de prisión y el ex titular de la SIDE Hugo Anzorreguy a cuatro años y seis meses. También fueron condenados los ex fiscales Eamon Mullen y José Barbaccia -ambos a dos años de prisión- y Telleldín a tres años y seis meses. El próximo jueves habrá una audiencia para escuchar a todas las partes.
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