La jueza María Eugenia Capuchetti rechazó el pedido de Cristina Kirchner para ser apartada de la causa por el intento de asesinato de la Vicepresidenta. En un escrito, al que accedió Infobae, la magistrada no solo rechazó las “descalificaciones” de la querella hacia su investidura y en términos personales, “propias de otros ámbitos y lejanas al ejercicio profesional del derecho”. También aseguró que ninguno de los argumentos evidencian la necesidad de su recusación ni “temor de parcialidad”, sino solo “disconformidad” con el resultado de medidas de prueba o decisiones jurisdiccionales.
“Mi imparcialidad se mantiene indemne y jamás se ha visto siquiera potencialmente afectada, ni en los hechos ni en el ánimo de la suscripta, por el manto de sospecha que la querella ha intentado deslizar en torno a mi rectitud en la función de jueza que ejerzo y seguiré cumpliendo”, sostuvo la jueza. Y añadió: “se impone recordar el compromiso que viene sosteniendo el juzgado en la investigación de estos hechos, cuya gravedad institucional y envergadura, resulta palmaria y jamás escapó al entendimiento de quien suscribe, dada su trascendencia e implicancia para la República Argentina como estado de derecho”.
Tras anunciarlo en sus redes sociales el jueves pasado, Cristina Kirchner presentó ayer, lunes, un escrito con alta pirotecnia verbal pidiendo el apartamiento de la jueza de la investigación por su intento de asesinato. “Así, es imposible seguir”, dijo CFK. “El apartamiento no se debe a una situación concreta, sino a un cúmulo de irregularidades que han hecho que nuestra poderdante pierda la confianza en la magistrada interviniente”, dijo la querella. Y hoy, decidió ampliar la recusación para agregar un hecho ligado a los teléfonos de un dirigente de La Nueva Derecha llamado Hernán Carrol, que había tenido contacto con Brenda Uliarte y que declaró como testigo.
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A raiz de esa presentación, la respuesta de la jueza recién fue firmada a las 5 de la tarde. En su escrito, lo primero que contestó la jueza es que la presentación era extemporánea. Si las irregularidades que dice haber detectado ocurrieron al inicio de la causa, pasó el paso de 48 horas para presentarla. Además, subrayó, no se dan ninguna de la causales previstas en el Código para una recusación.
Sin embargo, frente al voltaje de la postura de la querella pidiendo su apartamiento, acusándola de “mentir” o de no impulsar la investigación más allá de los tres detenidos, la jueza repasó a lo largo de 43 páginas el curso de la causa. Y también un puntilloso detalle de todo lo que se hizo cada vez que la querella le trajo una pista para investigar, muchas de las cuales se cayeron. Es más: también subrayó como curiosamente el curso de varias de las medidas de prueba saltaban a la prensa cuando todavía se estaban esperando resultados.
Al pasar, enumeró en una causa que aún no tiene dos meses de trámite: se tomaron 61 declaraciones testimoniales, se ordenaron 17 allanamientos, se libraron exhortos nacionales e internacionales, se ha solicitado colaboración a organismos de índole internacional como ser el FBI, se peritaron 43 aparatos de telefonía celular, se efectuaron 4 detenciones, se formaron más de 20 incidentes o legajos, y se conformaron 17 cuerpos en papel, y un total de más de 25.615 fojas del expediente digital. Y para obtener éxito en la investigación se convocó a expertos de la DAJUDECO, UFECI, DATIP, UFIARM, PFA, PSA, PROCELAC, UIF, entre otros. “Esto permite poner en evidencia la importante tarea desarrollada”, dijo.
Fue por eso que acotó: “corresponde destacar que fueron exploradas todas las hipótesis investigativas traídas a esta sede, incluso aquellas sostenidas por la parte querellante que luego fueran desestimadas en mérito al resultado de las diligencias proyectadas y dirigidas a determinar su eventual corroboración. Con base en ello y sin perjuicio de la evaluación de pertinencia, utilidad y oportunidad de las medidas propuestas por la querella, y el eventual descontento de esa parte con las resultas de algunas líneas investigativas planteadas, lo que de ningún modo podría significar una afectación al adecuado servicio de justicia”.
En ese sentido, la jueza defendió “la intensa labor investigativa llevada a cabo por este Juzgado” respetando “derechos y garantías”. Vale recordar que el quiebre se produjo cuando la jueza no aceptó secuestrar los teléfonos de dos colaboradoras del diputado del PRO Gerardo Milman que estaban declarando como testigos.
En ese sentido, el fallo destacó: “toda aquella actividad procesal se realizó con amplia participación de las partes”, lo que “no puede ser desconocido por la querella, que intervino en cada una de las diligencias realizadas” con los peritos propuestos.
En una clara respuesta a los términos que utilizaron los abogados José Manuel Ubeira y Marcos Aldazabal para sostener la recusación que impulsó su clienta, la vicepresidenta, Capuchetti aseveró: “De la lectura de las circunstancias narradas por el acusador privado, no se logran vislumbrar las razones por las cuales se funda su temor de pérdida de objetividad, en la medida que sus expresiones vinculadas a la causal de mi apartamiento, se relacionan con la disconformidad del resultado de un sinnúmero de medidas de prueba ordenadas en autos”.
La labor del juzgado, dijo, “neutraliza de plano el supuesto temor de parcialidad propuesto por la querella y, más aún, hecha por tierra las subjetivas argumentaciones por las cuales se pretende habilitar mi apartamiento del expediente”, sostiene la respuesta a la recusación.
“Las afirmaciones realizadas por la querella no logran traspasar el plano de conjeturas al no poseer datos ciertos que permitan precisar fundadamente su cuestionamiento. Aquí no se advierten fundamentos serios o razonables que den sustento a la sospecha de imparcialidad alegada. De esta forma, se pretende la utilización de estos mecanismos de excepción, por el mero desacuerdo con ciertas decisiones adoptadas en la causa, cuando las vías procesales adecuadas no resultarían ser éstas, debiendo prosperar siempre el imperativo constitucional del juez natural”, añadió.
Con esta batería de fundamentos, la jueza rechazó la recusación. Ahora tanto la postura de la querella como la respuesta de la Capuchetti serán elevadas a la Cámara Federal para que un juez de la Sala I defina si la magitrada debe ser corrida de la investigación como pretende Cristina Kirchner.
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