(Enviado especial a Bali) Una noche a principios de noviembre, Alberto Fernández y Andrés Manuel López Obrador (AMLO) dialogaron sobre las elecciones presidenciales en el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), que ya tenía un candidato fuerte en Brasil y el silencio táctico de los Estados Unidos.
-Voy a cumplir con mi palabra prometida, si vos presentas una candidatura yo bajo la mía y apoyo a la Argentina-, juró el mandatario mexicano.
-Te agradezco el gesto-, contestó Alberto Fernández desde su despacho en Balcarce 50.
Desde ese momento, AMLO presentó a dos candidatos –Alicia Bárcena y Gerardo Esquivel-, y aún no ha dado señales de cumplir con su juramento personal.
Durante el largo viaje que conectó París con la isla de Bali, sede del G20 que empieza mañana, Alberto Fernández, el canciller Santiago Cafiero y el ministro de Economía, Sergio Massa, analizaron las posibilidades de Argentina para ocupar la dirección del BID. Los tres coincidieron en la hoja de ruta: es necesario que AMLO haga honor a sus dichos y después avanzar hacia Washington para convencer a la Casa Blanca.
La votación del futuro presidente del BID será el próximo 20 de noviembre y por ahora corren seis candidatos. Ilan Goldjan –presentado por Jair Bolsonaro antes de su derrota frente a Lula da Silva- tiene ventaja por el peso relativo de Brasil en el BID y por sus relaciones de poder en DC. Goldjan es un alto funcionario del Fondo Monetario Internacional.
La estrategia de Alberto Fernández es aislar al candidato de Brasil y potenciar la candidatura de Cecilia Todesca Bocco con los votos de ciertos países de América Latina y de Europa, que también integran el directorio del BID. Cafiero cree que Paraguay, Bolivia, Perú, Colombia y Ecuador están a favor. Y espera que el presidente Gabriel Boric baje la candidatura de Chile para sumar adhesiones y tener mayor volumen en el sprint final.
-¿Cómo está el respaldo de los países europeos?-, preguntó Infobae al Canciller un día antes de embarcar rumbo a Bali.
-Estamos muy bien. Podríamos tener ese bloque entero, sin fisuras, contestó Cafiero.
Todesca es la candidata de Argentina, y Alberto Fernández, el canciller y Massa sus negociadores todo terreno. Los tres dialogan con distintos funcionarios de la Casa Blanca, el Departamento de Estado, el Capitolio y la secretaria del Tesoro.
El Presidente planteó la candidatura de Todesca a Jake Sullivan, asesor de Seguridad Nacional de Biden, Cafiero dialogó con Antony Blinken, secretario de Estado de la administración demócrata, y Massa tiene llegada directa al Capitolio y la Secretaria del Tesoro.
“Escuchan y juegan al póker”, resumió un miembro del gabinete al tanto de las negociaciones con Estados Unidos.
Todesca Bocco ya está en Washington junto a Marco Lavagna, que representa a la Argentina en el BID por debajo de Massa. Si la votación se inclina hacia la candidatura oficial, el ministro de Economía viajaría a Washington para acelerar contactos y comprometer apoyos regionales.
Sin embargo, y pese a los esfuerzos de Cafiero y Massa, la última jugada dependerá del jefe de Estado.
Durante la travesía de Francia a Indonesia, en la comitiva oficial se recordó que AMLO había dado su palabra y que Alberto Fernández –como presidente electo- había viajado a visitar a Lula cuando estaba preso acusado de corrupción.
Es decir: López Obrador estaría obligado a retirar a su candidato Esquivel y Lula debería terminar con la carrera de Goldjan en tributo a la solidaridad política y personal del presidente.
“Ahora que paguen. Los dos”, se escuchó decir en la trompa del vuelo chárter que llevaba al jefe de Estado, los ministros Cafiero y Massa, la portavoz Gabriela Cerrutti, el embajador de Argentina en Estados Unidos, Jorge Arguello, el secretario General de la Presidencia, Julio Vitobello, y el vicejefe de Gabinete, Juan Olmos.
Alberto Fernández escuchó el comentario y sonrió.
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