La Corte Suprema de Justicia hizo lugar al amparo que promovió el senador de Juntos por el Cambio Luis Juez y removió a su par del Frente de Todos Martín Doñate en el Consejo de la Magistratura. El fallo del Máximo Tribunal bloquea la jugada que llevó adelante el oficialismo, promovida por Cristina Kirchner, de dividir el bloque del Frente de Todos para tener más representantes en el organismo que tiene, entre sus funciones, nombrar y destituir jueces de la Nación.
El fallo tiene la particularidad que va hacia atrás, hacia lo que ya sucedió, pero el problema es que no resuelve la disputa sobre la representación del Senado porque plantea un gran interrogante hacia adelante.
En Juntos por el Cambio festejaron el fallo de la Corte pero hay algunos que entienden que es una victoria pírrica. “Tardaron mucho tiempo y es absurdo lo de Luis Juez. Horacio Rosatti -juez de la Corte y presidente del Consejo de la Magistratura- tiene como objetivo no volver a convocar al Consejo por lo que Juez no se va a sentar nunca en ese mesa”, señaló una fuente del interbloque.
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El cambio de concejeros es el próximo 18 de noviembre por lo que Juez podría llegar a actuar como tal solo 10 días. Los nuevos miembros tienen que ser nombrados por la presidencia del Senado, es decir, por Cristina Kirchner, es por eso que ayer mismo - unas horas más tarde de conocerse el fallo del Máximo Tribunal - desde JxC le enviaron una carta a la presidenta del Senado solicitando que se nombre para el período 2022-2026 a Luis Juez y a Humberto Schiavone como suplente.
Pero desde el Frente de Todos entienden que esto que dictaminó la Corte es “inaplicable” porque significa entrometerse en las definiciones de otro poder del Estado que es el Legislativo y la capacidad de los legisladores de armar su propios bloques.
En el fallo se hace referencia a las elecciones como los momentos determinantes para establecer las representaciones de la mayoría y las minorías. Sin embargo, desde el oficialismo -y desde algunos sectores de la oposición que miran expectantes- entienden que el armado de los bloques es facultad de los propios legisladores y que la Corte no puede intervenir. “Puede ser que como el bloque se dividió después del fallo se lea como una trampa, pero ahora llevan meses dividido y el Poder Judicial no puede intervenir en la conformación de cómo se juntan los legisladores”.
En los sectores de Juntos por el Cambio que entienden que el kirchnerismo en el Senado va a mantener su postura -y por lo que adelantaron ayer en el comunicado en el que citan a una conferencia de prensa para hoy es lo que sucederá- ya preparan la segunda parte de la estrategia que es volver a judicializar la medida.
“Ellos pueden señalar que son dos bloques pero lo que dice la Corte es que no se diferencian. No son como nosotros que somos unos del PRO y otros radicales, ellos son lo mismo no es real que sean dos bloques. A partir de esto es que el camino a seguir va a ser una nueva judicialización de los nombramientos que haga Cristina si insiste con la división de los bloques”, explicó a Infobae una alta fuente de Juntos por el Cambio.
Lo que queda claro es que el fallo de la Corte Suprema de Justicia no resuelve la discusión entre el oficialismo y la oposición sino que la lleva a una nueva etapa de confrontación política.
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