En el peronismo están hartos de la interna que atraviesan hace ya más de un año y que ha carcomido la estructura del Frente de Todos. Sin embargo, cada vez que exponen las diferencias en público, en forma explícita o implícita, el desgaste sobre la coalición, y su funcionamiento, se profundiza.
Este viernes Cristina Kirchner reaparecerá en la escena política en un acto de la Unión Obrera Metalúrgica (UOM) que conduce Abel Furlán, uno de los dirigentes sindicales más cercanos al kirchnerismo. Su discurso, como suele suceder, genera expectativa en las filas peronistas porque nunca saben con claridad el impacto que podrá tener sobre la gestión del Gobierno.
“No me sorprendería que vuelva a criticar la gestión”, sostuvo un importante funcionario nacional respecto al acto que tendrá lugar en Pilar. En la Casa Rosada las críticas de Cristina Kirchner ya están naturalizadas, pero en este momento la interna del Gobierno no está en su punto más álgido, por lo que algunos esperan que no haya un ataque deliberado al Presidente.
Te puede interesar: Alberto Fernández buscó atenuar la tensión con Cristina Kirchner antes del acto de la Vicepresidenta en la UOM
Los dos exponentes más importantes del kirchnerismo que aparecieron en escena en la última semana fueron Máximo Kirchner y Eduardo “Wado” de Pedro. El primero dio a entender en una entrevista que Alberto Fernández no se debería presentar a competir en unas PASO y volvió a cuestionar el acuerdo con el FMI.
El segundo planteó el deseo de los gobernadores para que se eliminen las elecciones primarias, lo que puertas adentro fue leído como una presión de La Cámpora al Presidente para que ceda en su posición de mantenerlas. Lo cierto es que Alberto Fernández ya tiene decidido que no avalará la derogación de las PASO y que tampoco pedirá que sea trata en sesiones extraordinarias.
Fernández ha marcado la cancha con su postura sobre la continuidad de las elecciones primarias y lo ha hecho ensamblando a esa idea sus ganas de competir por la relección en el 2023. Cree que puede ser competitivo y que la forma de ordenar el liderazgo del peronismo es con las PASO. Que la gente vote y elija. Nada de dedos que designen candidatos.
En el kirchnerismo han sido muy ambiguos respecto a la postura sobre las internas obligatorias. Cristina Kirchner no se ha expresado en público y Máximo Kirchner solo atinó a decir que es un debate abierto. No expresó una postura concisa sobre el tema. Hay sectores del campamento K que creen que las PASO deben eliminarse cuanto antes.
Cerca de la Vicepresidenta son cuidadosos en las expresiones sobre ese debate que está latente en la coalición oficialista, pero aclaran que “no hay tiempo” para tratar un proyecto de ley antes de que se termine el año, salvo que el Presidente convoque a sesiones extraordinarias en diciembre.
“No hay claridad conceptual en la coalición sobre este debate”, indicaron en el núcleo duro del kirchnerismo, donde, en definitiva, creen que los tiempos legislativos no dan como para poder debatir la derogación de las PASO en el 2022 y que hacerlo en marzo, cuando arranque el año legislativo, “es imposible”, ya que las elecciones nacionales están muy cerca en el calendario electoral.
Te puede interesar: Sin certezas sobre la suspensión de las PASO, el PJ bonaerense busca acortar el intervalo entre las elecciones primarias y generales
El debate que hay en el peronismo sobre las PASO se está diluyendo lentamente. La apreciación - o el silencio - que haga Cristina Kirchner en referencia al tema puede terminar de desinflarlo. Entre los gobernadores del PJ tienen en claro que si el kirchnerismo hubiese querido militar con fuerza la derogación de las Primarias, ya lo hubiese hecho.
“Nadie tiene en claro que va a pasar con las PASO. Eliminarlas puede ser un arma de doble filo; quizás deteriore más la relación de la sociedad con la política”, analizó un dirigente bonaerense cercano al Presidente. En la Casa Rosada aseguran que no hay votos para avanzar con un proyecto de ley que las elimine.
En el Congreso tampoco hay activado un plan para juntar voluntades que respalden la derogación. A la par, las sesiones ordinarias se cerrarán el 30 de noviembre, en el medio del Mundial de Qatar. El paso de los días, la falta de consenso interno y la posición firme de Alberto Fernández sobre el tema no hacen más que hacerle perder fuerza al operativo de eliminación que iniciaron los gobernadores del PJ.
El acto de CFK genera incertidumbre en el peronismo porque nadie sabe con claridad porqué lado llegarán las críticas, aunque la gran mayoría cree que habrá cuestionamientos a la gestión que conduce Alberto Fernández. “Seguro que algo va a decir. Ya habló de las prepagas, pero es probable que apunte al tema del poder adquisitivo y la alta inflación”, reconoció un funcionario con despacho en la Casa Rosada.
“No la veo en plan conciliador”, reconoció un ministro nacional sobre la reaparición de la Vicepresidenta. Las dudas que subsisten en el oficialismo están más atadas a la profundidad y la dirección de los cuestionamientos de CFK, que a la posibilidad de que no existan. Solo por eso la expectativa sobre su discurso crece inevitablemente.
Un legislador porteño del peronismo puso de relieve otra variante del discurso. “Seguro hará cuestionamientos, por cómo vienen los planteos del kirchnerismo. Va a criticar pero sin irse al extremo. Massa está adentro del Gobierno y hay una alianza con él que ellos están cuidando”, aseguró. Los límites de las críticas de la Vicepresidenta suelen marcar con claridad el momento que se vive puertas adentro de la alianza política.
El sábado será el turno de Máximo Kirchner en Mar del Plata, donde cerrará el congreso del PJ Bonaerense, que se iba a realizar el fin de semana posterior al momento que ocurrió el atentado a la Vicepresidenta. En ese entonces el cierre lo iba a hacer CFK y se especulaba, al igual que hoy, con un mensaje duro dirigido a la interna del Gobierno. Esta vez será el turno del líder de La Cámpora.
Te puede interesar: Toma fuerza el operativo clamor: Kicillof y un sector del sindicalismo pidieron que Cristina Kirchner sea candidata a presidenta
Kirchner viene siendo muy critico con el Presidente y con su gestión. En la Casa Rosada nadie espera que cambie esa línea argumental. Pero, claro está, que el poder de fuego lo tiene su madre, que hablará un día antes. Sin embargo, la combinación de ambos discursos marcarán la agenda política de los próximos días porque clarificarán la dirección que el espacio quiere seguir en un contexto inflacionario muy complejo.
En Balcarce 50 le dan cada vez menos entidad a lo que dice Máximo Kirchner. La relación con el Presidente está completamente desgasta y las críticas del líder camporista son permanentes. Sin embargo, Fernández siempre evita confrontar directamente con él. Sigue pensando que la unidad peronista es el único destino.
Seguir leyendo: