En la Casa Rosada ya no hay dudas: Alberto Fernández no incluirá en las sesiones extraordinarias la suspensión de las elecciones primarias, las PASO, previstas para agosto de 2023. A pesar de la presión del kirchnerismo, no piensa forzar el debate en el Congreso de un tema en el que el oficialismo sufrirá un desgaste que considera “innecesario” porque no se cuenta con los votos para que se apruebe esa iniciativa.
“Las PASO no se van a bajar”, aseguró a Infobae un funcionario con acceso directo al despacho presidencial después de la conferencia de prensa que brindó hoy la portavoz del jefe de Estado, Gabriela Cerruti. Fue una respuesta directa a los reclamos que en ese sentido el “albertismo” viene recibiendo desde otros sectores del Frente de Todos.
“Hay otras prioridades en este momento. Insisten todos con que se necesita un bono extra de fin de año para un sector o para otro. Eso no es posible si no se consiguen los fondos, por ejemplo, con la aprobación del proyecto de Renta extraordinaria”, aseguró la misma fuente en Balcarce 50. La clara decisión es no ceder a los embates del kirchnerismo, el principal impulsor de la estrategia política que busca debilitar las chances de la oposición en las próximas elecciones y condicionar el armado de las listas en el propio oficialismo.
Cerruti se mostró enfática sobre esta cuestión. “El Gobierno sostiene que hay una ley vigente, que es una buena ley, que convoca a las PASO, que está en proceso de convocatoria porque son el año que viene. Es una buena ley que lo que implica es más democracia, más participación. Es una ley que acompañamos cuando fue votada, es un momento en el que muchos actores políticos están intentando generar la antipolítica o el descreimiento de la gente de parte de la política. Cuanto más discusión y participación haya mejor es”, sostuvo la portavoz.
Este mensaje puede leerse como una respuesta al ministro del Interior, Eduardo “Wado” de Pedro, quien el jueves 27 de octubre en declaraciones radiales había manifestado que “la gente está para definir, para votar, pero las discusiones internas se tienen que dar adentro de los partidos políticos porque eso revitaliza la discusión interna”, como una clara señal de que el instrumento de las PASO (Primarias, Abiertas, Simultáneas y Obligatorias) deberían suspenderse o derogarse.
El lunes de esta semana, desde Brasil y tras el triunfo de Lula en los comicios de ese país, De Pedro reforzó sus intenciones. “No trabajo en la eliminación de las PASO, soy un ministro que responde a la voluntad del Presidente, lo que digo es que hay proyectos de ley incluso de Cambiemos: hay uno del actual diputado (Pablo) Tonelli, otro de (Emilio) Monzó y ahora de algunos diputados y gobernadores para suspenderlas”, explicó.
De Pedro también se apoyó en su constante diálogo con los gobernadores e intendentes para asegurar que la mayoría dentro de la coalición “está a favor de suspender las PASO”.
Al debate interno, se sumó la tercera pata con potencia dentro del Frente de Todos, la de Sergio Massa, líder del Frente Renovador. El ministro de Economía, más allá de opinar que la resolución debe pasar por el Congreso, abogó por la conformación de “la mesa política del Frente de Todos para fijar una única posición”.
“No lo digo desde la cosa imperativa, sino desde la inteligente: hay cosas que nosotros como coalición tenemos que debatir”, se explayó Massa, quien luego recibió el aval de De Pedro sobre esa idea.
El período de sesiones ordinarias en el Congreso finaliza el 30 de noviembre. Por eso el kirchnerismo tiene hasta ese día para ponerlo en discusión en el recinto sabiendo que se arriesga a no conseguir la cantidad de votos necesarios para su aprobación, más teniendo en cuenta que desde Juntos por el Cambio, el bloque opositor mayoritario, ya expresaron que no acompañarán estas intenciones sobre las primarias.
Hace pocos días, el rionegrino Luis di Giácomo, cercano al senador y ex gobernador de esa provincia, Alberto Weretilneck, presentó junto a otros tres legisladores un proyecto que apunta a la suspensión de las PASO. Se alió de este modo a las intenciones del kirchnerismo. Su iniciativa choca con la falta de tiempo para el tratamiento en ordinarias y contra uno de los argumentos más fuertes: en el mismo año en que se realizan las elecciones no se pueden modificar las reglas del juego.
“No es un tema que defina el Ejecutivo sino que se define en el Congreso, por lo tanto es el Congreso el que tiene que definir su agenda. El Gobierno lo que cree es que con respecto a la agenda del Congreso es que hay en este momento otros temas más prioritarios”, agregó Cerruti en una de sus primeras respuestas de la conferencia.
En la Rosada insisten en que si se quiere estar “más cerca de la gente”, los legisladores del oficialismo deberían interesarse más por el proyecto de renta extraordinaria que diseñó el ex ministro de Economía, Martín Guzmán, junto al Presidente. En junio se lo envió al Parlamento y funcionarios de la Casa de Gobierno remarcan que “nunca ayudaron a tratarlo”. Consideran en la necesidad de avanzar en ese sentido “para llevar adelante una distribución más justa de los ingresos”.
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