Jonathan Morel estuvo 13 días preso por la investigación por instigación a la violencia por parte de la agrupación de ultraderecha Revolución Federal. Ayer quedó en libertad, por orden de la Cámara Federal de Casación, y volvió minimizó los presuntos vínculos con el atentado a la vicepresidenta Cristina Kirchner.
“La detención me pareció demasiado cinematográfica. Usaron una bomba atómica para detener a una hormiga”, definió Morel en una entrevista a Radio Con Vos.
Y agregó: “Desde el minuto uno me puse a disposición de la Justicia. Sabía que no tenía que estar detenido. No era mi intención entorpecer la investigación ni fugarme”.
Morel es el referente del grupo en el que también están imputados Sabrina Basile, Gastón Guerra y Leonardo Sosa. Todos habían sido arrestados por pedido del fiscal Gerardo Pollicita y orden del juez Marcelo Martínez de Giorgi. Ayer quedaron en libertad por decisión de la Sala I de la Cámara Federal porteña.
La denuncia contra Morel y los otros integrantes de Revolución Federal está vinculada a conversaciones en redes sociales, en la plataforma Twitter Space, que habilita a todos los usuarios de la red a unirse ámbitos de conversación con expositores.
En ese entorno, Morel amenazó a funcionarios del Gobierno y la agrupación también participó de escraches, que incluyeron desde el presidente Alberto Fernández a la vicepresidenta Cristina Kirchner, el ministro de Economía, Sergio Massa, su antecesora Silvina Batakis y Victoria Donda.
En sus últimas declaraciones, el líder de Revolución Federal aclaró que “jamás” se acercó a Cristina Kirchner y que “nunca cometería un delito”, en referencia a las amenazas que él mismo había lanzado contra la vicepresidenta, donde insinuaba que se podría infiltrar en una concentración para luego atacarla.
“Se lo tomó de una forma muy literal. Lo que quería era acercarme y decirles que las estamos pasando mal. Pero jamás sería para cometer ningún acto delictivo”, afirmó Morel. “Jamás me acerqué, fue algo que dije y se avisa que es imposible que siquiera me acerque. Lo hablé en un Twitter Space y tal vez sin tomar la dimensión de lo que estaba diciendo. Jamás le haría daño a nadie”, afirmó en una entrevista con el periodista Ernesto Tenembaum.
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En ese contexto, el acusado reconoció que “uno va madurando y aprendiendo de sus errores”, y aseguró que “siempre fui un pibe muy tranquilo y sereno”. “Estaba más enojado por así decirlo, puede que se ha dado una imagen más negativa de lo que soy”, agregó. Y afirmó que “no, para nada” piensa que haya que “pegarle bala a los kirchneristas”.
Acerca de la contratación de la empresa Caputo Hermanos, una de las pistas de investigación sobre la “ruta del dinero” que habría financiado a los integrantes de Revolución Federal, Morel sostuvo que “no sabía que era una empresa tan grande”.
“Perdí una posibilidad grande de laburo. Si lo sabía hasta podía arreglar otro número de presupuesto”, sostuvo.
Las novedades en la causa
Ayer, la Cámara Federal porteña concedió la excarcelación de los cuatro miembros de Revolución Federal detenidos al afirmar que no hay elementos para sostener que la libertad de Jonathan Morel, Leonardo Sosa, Gastón Guerra y Sabrina Basile pueda poner en riesgo la investigación judicial por la que ya fueron indagados.
“Luego del estudio de las actuaciones podemos concluir que no existen riesgos procesales suficientes que nos permitan mantener la medida de coerción personal dispuesta por el juez de grado”, sostuvieron los camaristas Leopoldo Bruglia, Mariano Llorens y Pablo Bertuzzi.
A través de cuatro fallos, uno por cada imputado, los camaristas revocaron la decisión del juez federal que lleva la causa, Marcelo Martínez de Giorgi, que había rechazado excarcelarlos por considerar que podían entorpecer el curso de la causa.
“En cuanto al posible entorpecimiento de la investigación, no coincidimos con el juez de grado, pues los elementos secuestrados ya se encuentran a disposición de las fuerzas encargadas de estudiarlos”, indicaron los jueces del tribunal de apelaciones
Los camaristas aprovecharon la oportunidad de expedirse sobre la libertad de los cuatro imputados para volver a sentar posición sobre el hecho de que la causa en la que se investiga a Revolución Federal y aquella en la que se pesquisa el atentado fallido contra la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner tramitan por separado.
La decisión de los jueces del tribunal de alzada provocaron fuertes críticas del kirchnerismo. El abogado de la vicepresidenta, José Manuel Ubeira, cuestionó el fallo y lo consideró como una medida “fascista”.
“Esto empodera a los violentos y es un fallo fascista. Autoriza, da piedra libre a todos estos bárbaros que dan vueltas y amenazan a la sociedad. Volverán los palos encendidos, volverán las bolsas mortuorias, y aparecerá otro (Fernando) Sabag Montiel”, quien atentó contra la Vicepresidenta, sostuvo Ubeira en diálogo con El Destape Radio.
“Cuando alguien aparezca muerto le iremos a preguntar a (Leopoldo) Bruglia, (Pablo) Bertuzzi y (Mariano) Llorens por qué los liberaron”, indicó Ubeira sobre los jueces que componen la Sala I y señaló: “Todavía no salió el procesamiento y los liberan”.
A su turno, el viceministro de Justicia, Juan Martín Mena, planteó que el fallo de la Cámara Federal porteña constituye una “señal netamente encubridora” y consideró que hay un sector de la Justicia que parece dispuesto a no respetar “ni siquiera como víctima” los derechos y garantías de la dirigente del Frente de Todos.
“Esos dos fallos evidentemente demuestran que Cristina no tiene derechos ni siquiera como víctima. Es lo mismo que pasó a lo largo de la persecución política a la que la sometieron en los últimos seis años. Es salvaje y criminal lo que le están haciendo y es porque existe en compromiso con sus mandantes políticos”, remarcó.
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