A falta de tan sólo dos días para la reaparición pública de Cristina Kirchner en un acto de la Unión Obrera Metalúrgica (UOM), el senador nacional Oscar Parrilli opinó que es “preocupante” que la Cámara Federal porteña haya ordenado la liberación de los cuatro integrantes de Revolución Federal que estaban presos desde el 20 de octubre pasado, en una causa que los investiga por incitación a la violencia colectiva.
“Es preocupante que tres días antes los larguen. Se están tomando todas las medidas de precaución que correspondan. Los que atentan no tienen problemas, ese es el mensaje. De alguna manera están autorizando eso”, advirtió esta mañana Parrilli, hombre de extrema confianza de la Vicepresidenta, en diálogo con El Destape Radio.
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La libertad se dispuso para Jonathan Morel, Sabrina Basile, Gastón Guerra y Leonardo Sosa, que habían sido arrestados por pedido del fiscal Gerardo Pollicita y orden del juez Marcelo Martínez de Giorgi. El tribunal le indicó dictar medidas de sujeción al proceso, “siempre procurando que su imposición no torne ilusorio el derecho concedido”. Según indicaron en tribunales a este medio, entre esas medidas puede aparecer desde una caución real (fianza) o juratoria (la libertad bajo juramento) hasta una tobillera electrónica o la retención de pasaporte.
El fallo también sostuvo que la investigación es ajena a la causa que analiza el ataque contra la vicepresidenta Cristina Kirchner. “Resulta necesario aclarar que la vinculación entre las presentes actuaciones y la causa nro. 2998/2022 ya fue rechazada por la Sra. Jueza a cargo del Juzgado del fuero n° 5 (María Eugenia Capuchetti) y por la presidencia de esta Cámara (causa nro. 3103/2022/1/SE1) y no se verifica –de momento- la existencia de elementos objetivos que nos permitan conectar ambas investigaciones, sin perjuicio de lo que pueda surgir con el avance de la investigación”, sostuvo la resolución.
Por otro lado, Parrilli reforzó las sospechas que recayeron sobre Gerardo Milman, diputado nacional por Juntos por el Cambio que fue denunciado por supuestamente haber dicho dos días antes del atentado a Cristina Kirchner que “cuando la maten yo voy a estar camino a la costa”.
“Gerardo Milman era el titular de la Unidad de Coordinación entre el Ministerio de Seguridad y la PFA. Durante ese tiempo, se encargó de reducir prácticamente en un 30% la custodia a Cristina. Parte de la familia se quedó sin custodia presidencial”, recordó durante la entrevista. Y en consecuencia, subrayó: “Yo estoy convencido que hay una relación directa entre Revolución Federal, Milman y Patricia Bullrich. Esa es la relación que la Justicia no quiere investigar”.
En este sentido, el pasado viernes Milman desmintió esta acusación ante la Justicia y pidió investigar por falso testimonio al asesor legislativo que lo involucró. “Jamás hice una afirmación como la que el ‘testigo’ ha pretendido como salida de mi boca, quién sabe con qué inconfesables fines políticos”, dijo.
A raíz de esta presentación, la jueza Capuchetti ordenó que en otro juzgado se analice esa denuncia, revelaron a Infobae fuentes judiciales. En paralelo, la querella de Cristina Kirchner apeló la decisión de la jueza Capuchetti en busca de que se ordene el secuestro de los teléfonos de las empleadas de Milman, que estuvieron en el bar Casablanca y que al declarar como testigos desmintieron haber oído esa frase. “Es inaudito tener que explicar por qué es importante contar con la única prueba que podría haber corroborado un testimonio de extrema gravedad sobre un atentado que podría haber cambiado la historia de nuestro país”, afirmó la presentación a la que accedió este medio.
Las declaraciones de Parrilli se conocen antes de que Cristina Kirchner encabece el acto de cierre del congreso de las regionales de la provincia de Buenos Aires de la UOM, que comanda Abel Furlan, un hombre que mantiene diálogo fluido con Máximo Kirchner, el líder de La Cámpora e hijo de la Vicepresidenta.
Aunque como suele ocurrir con el kirchnerismo, y mucho más desde que Fernando Sabbag Montiel intentara gatillar un arma y asesinar a la Vicepresidenta, no se conocen muchos detalles. Sin embargo, fuentes consultadas señalan que abajo del escenario se verá un operativo clamor en donde las gorras que dicen CFK 2023 serán un detalle menor en comparación a lo que tienen preparado la militancia de La Cámpora y de la UOM.
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