El periodista y ex vocero presidencial del gobierno de Raúl Alfonsín, José Ignacio López, fue distinguido hoy en la Cámara de Diputados con la Mención de Honor Juan Bautista Alberdi por su trayectoria profesional.
La ceremonia tuvo lugar en el Salón de Pasos Perdidos y participaron otros ex funcionarios del gobierno radical de 1983 como Horacio Jaunarena, Juan Manuel Casella, Enrique “Coti” Nosiglia y Pedro Truco. También asistieron Julio Bárbaro, Ricardo Gil Lavedra, Jorge Vanossi, Martín Balza y Monseñor Santiago Olivera.
“En su figura se refleja la epopeya del presidente Alfonsín. Nacho lo acompañó con serena convicción, con responsabilidad y con coraje cívico para correr las fronteras de lo posible y recuperar definitivamente la Democracia, que parecía imposible”, dijo el diputado Mario Negri, quien propuso a López para la distinción.
El titular de la bancada radical también recordó tres momentos en los que el homenajeado “no dudó en mantener firme su convicción sin ceder ante el miedo”.
Primero, cuando le preguntó a Videla por los desaparecidos en 1979. “A partir de aquí esa palabra es sinónimo de Dictadura militar, aquí y en el mundo”, señaló Negri.
“Es una incógnita, no tiene entidad, no está ni muerto ni vivo, está desaparecido”, definió el dictador, visiblemente nervioso y disgustado, en una respuesta que dio la vuelta al mundo y todavía hoy permanece en la memoria de la comunidad internacional.
En segundo lugar, cuando le dijo al interventor del diario La Opinión que era amigo de Jacobo Timerman, “cuando haberlo negado, casi como Judas, hubiera sido más seguro para su vida”. Finalmente, cuando le preguntó al dictador Augusto Pinochet por los detenidos en Chile. “Eran épocas de terror, donde solo las firmes convicciones y el coraje de muchos lograban mantener la esperanza de pie”, concluyó el diputado radical.
“Nacho fue la voz de la democracia en un momento donde teníamos la capacidad de escucharnos, la oportunidad de debatir política sin caer en los personalismos y de dejar de lado las diferencias para poner por encima de todo la bandera celeste y blanca”, dijo la presidenta de la Cámara de Diputados, Cecilia Moreau.
López tuvo una extensa trayectoria como periodista en los diarios La Nación, Clarín y La Opinión y dirigió el vespertino Extra. También fue vocero del Diálogo Argentino, un grupo integrado por miembros de la sociedad civil que surgió durante la crisis de 2001, como interlocutores en medio de la crisis política y social de ese momento.
En un emotivo discurso, José Ignacio López aseguró que su intención fue poner la ceremonia “al servicio de este momento tan difícil que atravesamos los argentinos, quería mostrar que podemos encontrarnos y no pelearnos”.
También recordó que durante los seis años que trabajó junto al ex presidente Alfonsín jamás le preguntó por su famoso cruce con el dictador Jorge Rafael Videla. “Nadie sabía que era yo el que le había preguntado eso, porque los diarios recogieron la pregunta, aunque ninguno tituló con esa, pero en la conferencia de prensa televisada esa pregunta no salió”, detalló.
Y agregó: “Felipe Pigna en los 90 rescató esa conferencia de prensa. Allí se supo que la pregunta la había hecho hecho yo. Por eso me resultó gratificante leer que días después Alfonsín -según el libro de Pablo Gerchunoff- preguntó ‘¿por qué no tenemos más cerca a ese muchacho López?’. Puede haber sido esa una de las tantas razones por las cuales me dio esa sorpresa (de convocarlo a formar parte del gobierno) “.
“Miremos el pasado para construir, no miremos el pasado solo para recoger proyectiles para tirarle al otro. Todos tenemos una mochila cargada, y tenemos que tener la humildad de juntarnos y recuperar la conversación social para que la Argentina sea un país mejor”, concluyó.
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