Aunque en el Congreso los votos todavía no se sabe si están, Alberto Fernández resiste los embates de un sector del kirchnerismo, y de gobernadores e intendentes oficialistas que quieren eliminar las elecciones primarias obligatorias. Mientras el presidente se muestra activo, viaja a Brasil para mostrarse con Luiz Inácio Lula Da Silva, y nombra ministros sin hablar con Cristina Kirchner, las presiones internas crecen y se agregó una propuesta para convocar a una “mesa política” del Frente de Todos a discutir qué hacer con las PASO que, por ahora, no tuvo respuesta.
“Hay cosas que como coalición las tenemos que discutir cara a cara, en una mesa y a puertas cerradas”. La definición la planteó el ministro de Economía, Sergio Massa, como una diagonal entre las posiciones que mantienen sobre lo electoral el presidente y un sector del kirchnerismo. Son las tres patas de una coalición que cruje por la acumulación de desacuerdos.
Para el presidente es clave sostener las primarias no sólo porque mantiene viva la ilusión de una candidatura para el 2023, sino que evita la licuación de su poder, cuando falta más de un año para el final del mandato. Sin PASO, a Alberto Fernández le costaría mucho estructurar una propuesta electoral que contenga desde el Presidente al último consejero escolar. Más allá de un riesgoso vacío de poder, en el peronismo creen que anular las primarias le arrebataría a Juntos por el Cambio la herramienta para dirimir candidaturas y, sobre todo, liderazgos.
Pero la eliminación de las PASO no es el único tema que divide a los socios mayoritarios del Frente de Todos: también hay discusiones sobre si es mejor recomponer los ingresos bajos con un bono de emergencia o una suma fija; o cuál es la estrategia eficaz para frenar los aumentos de precios. En cada tema sensible, emerge una diferencia de criterio, un matiz o una divergencia que tensiona al Frente de Todos.
En ese contexto, Alberto Fernández mantiene la solidaridad táctica, inestable y precaria de las organizaciones sociales -como el Movimiento Evita- y de la dirigencia de la CGT que rivaliza con el moyanismo y el sindicalismo más progresista o de izquierda. Cristina Kirchner -que podría reaparecer en público entre viernes y sábado próximos- busca sintonizar más con el peronismo y con los líderes que dependen de los votos, sean gobernadores, intendentes o legisladores.
Sergio Massa, en una entrevista con El Destape de Roberto Navarro, recordó que desde el 2013 y en las sucesivas elecciones expresó su rechazo a las PASO “por cómo funcionan” pero intentó despegar esa posición de “la discusión interna del Frente de Todos” o de lo que puede ser el debate en el Congreso Nacional.
“El Presidente, en todo caso, tiene que llamar a la mesa política del Frente de Todos para fijar una única posición” para llevar al Congreso, advirtió el líder del Frente Renovador, tras lo cual agregó: “No lo digo desde la cosa imperativa, sino desde lo inteligente. Hay cosas que como coalición las tenemos que discutir cara a cara, en una mesa y a puertas cerradas. Si vos tenés amplitud para construir, no queda afuera nadie; si sos cerrado, quedan afuera todos, haya o no haya PASO. El problema es de vocación de ser abierto o no”.
Esa opinión fue apoyada por un actor clave del sistema que gira en torno de la vicepresidenta: el ministro del Interior, Eduardo “Wado” De Pedro, quien había sido el que habló públicamente de que los gobernadores e intendentes estaban pidiendo eliminar las primarias y que estaban “intentado convencer” al primer mandatario para que lo impulse.
“Coincido con Sergio (Massa), es lo que venimos diciendo que es la mejor forma que tiene una coalición, teniendo un ámbito de discusión interna. Cuando hay más ámbitos de discusión interna, se puede pensar mejor, se puede corregir, se puede analizar mejor. Hay ámbitos de discusión interna; quizás faltaría el ámbito formal”, planteó De Pedro desde San Pablo, hacia donde viajó para celebrar el triunfo de Lula da Silva en las elecciones presidenciales de Brasil.
“No estoy trabajando en la eliminación de las PASO, respondo a la voluntad del Presidente”, dijo el ministro político del Gobierno y agregó: “Recibo todas las opiniones electorales porque es mi función. Mi materia es la electoral y la mayoría de gobernadores e intendentes están de acuerdo en no tener cuatro elecciones. Por eso, algunas provincias ya suspendieron las PASO y ahora piden suspender la nacional”, dijo y después sorprendió con un proyecto que implicaría una reforma no de la legislación electoral, sino de la propia Constitución: “Soy partícipe de eliminar las elecciones intermedias y estoy trabajando fuertemente para ello”.
De Lula al Conurbano
Junto a la definición sobre la necesidad de una negociación política hacia adentro del Frente de Todos por las PASO, Massa habló sobre su futuro político: “Aspiro a hacer bien esto y a mirar de lejos la batalla electoral de lo que viene. No tengo contexto familiar para ganar una batalla más grande, ya el tema de ser ministro fue todo un problema”.
El ministro buscó despegarse así de la interna oficialista y trató de enfocarse en las cuestiones económicas. Así, estuvo de acuerdo con la crítica de Cristina Kirchner al aumento de la medicina prepaga por arriba de la inflación, pero rechazó combatir la inflación mediante un congelamiento masivo de precios y obligar a colocar en los envases su valor de venta. También planteó sus dudas sobre el otorgamiento de una suma fija para los ingresos más bajos. Son, estas dos últimas, las recetas que impulsa el kirchnerismo.
Massa cenó la noche del domingo junto a Alberto Fernández en la Quinta de Olivos y fue testigo de la conversación que tuvo con Luiz Inacio Lula Da Silva para felicitarlo por su victoria ante Bolsonaro. En ese diálogo surgió el viaje que este lunes realizó a San Pablo y, al regreso, publicó un video en las redes sociales donde aparecen, además de él, Lula, Evo Morales, José Mujica y, varias veces, Cristina Kirchner: “Hoy vemos que, trabajando unidos, los sueños de los pueblos de nuestra región se cumplen. El futuro que tenemos por delante es prometedor. Latinoamérica lucha, se une y sueña, y soñando unida, hace realidad esos sueños”.
En esa convergencia también se inscribe el encuentro que tuvieron en la residencia del gobernador en La Plata, Axel Kicillof, los intendentes, y un hombre clave del massismo en el conurbano bonaerense, Juan Andreotti, de la Municipalidad de San Fernando. Se trató, según reveló Infobae, de una reedición de la mesa política bonaerense, una instancia similar a la que piden para discutir las PASO en el ámbito nacional.
El encuentro fue para discutir sobre el Presupuesto 2023, en el que los jefes comunales dirimen partidas que son clave en un año electoral. “Andreotti fue porque lo invitaron”, explicaron desde el Frente Renovador. Si bien el encuentro tuvo una dimensión política indudable, cerca del gobernador Kicillof definían el encuentro con ironía y cierta crudeza: “Es la paritaria de los intendentes”.
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