El Comité contra el terrorismo de la ONU alertó sobre el uso de nuevas tecnologías por parte de las organizaciones terroristas

La Dirección Ejecutiva del Comité contra el Terrorismo del Consejo de Seguridad de la Organización de las Naciones Unidas (CTED) organizó este sábado 29 de octubre, en Nueva Delhi, India, una reunión especial en la que participaron los representantes de los Estados, organizaciones regionales, la industria de las nuevas tecnologías y expertos internacionales. Es la primera vez que -desde 2015- el Comité se reúne fuera de la sede de la ONU en Nueva York. La discusión estuvo centrada en tres áreas: internet y las redes sociales, la financiación de las organizaciones terroristas globales y la proliferación de sistemas aéreos no tripulados, como los drones.

Del encuentro participó el Centro de Estudios de Seguridad Hemisférica, Terrorismo y Criminalidad Financiera de la Universidad de Buenos Aires. Infobae dialogó con Juan Félix Marteau, Director de este instituto de la UBA que es parte de la Red Global de Investigación de la Dirección del Comité contra el Terrorismo (Global Research Network).

- Por la importancia de esta reunión especial que tuvo lugar en la India se deduce que el Comité contra el Terrorismo está preocupado por el uso que los terroristas hacen de las llamadas nuevas tecnologías. ¿En qué consiste este tipo de amenaza?

-El Comité contra el Terrorismo, se ha ocupado con insistencia sobre el uso indebido que las organizaciones terroristas realizan de las nuevas tecnologías para alcanzar su propósito de menoscabar o destruir el orden institucional de los países, destacándose su resolución más reciente en esta materia, la 2617/2021. Por supuesto, que esta reunión ha servido para poner de resalto el desafío que representan, en primer lugar, el uso de Internet y las redes sociales; segundo, la multiplicación de los nuevos medios de pagos y los métodos de fundraising; y, tercero, la disponibilidad de drones y otros dispositivos aéreos. Tengamos presente que estas nuevas tecnologías pueden ser usadas exitosamente por los Estados para contrarrestar la acción terrorista en este mismo escenario, por lo que resulta imperioso la concientización, la capacitación y la decisión en este campo tan complejo y dinámico. Por lo que también las tecnologías emergentes son también una oportunidad para combatir el terrorismo y sus distintas formas de financiación.

- Usted, además de actuar como experto en este tipo de reuniones de alto nivel, también es abogado de la familia de Hernán Mendoza, quien fue asesinado en la Ciudad de Nueva York por un terrorista uzbeko que justamente se radicalizó online. ¿lo que se trató en esta reunión está vinculado con este ataque que sufrieron ciudadanos argentinos?

-Es muy exacto lo que usted dice. El ataque, en el que el terrorista decidió usarse él mismo como un instrumento de destrucción de vidas inocentes, es el resultado de un programa de radicalización de la violencia que puso en práctica a nivel global el Estado Islámico (EI), como una complemento necesario de su estrategia de dominar los territorios de Siria e Irak. En el teléfono celular del terrorista, que reivindicó con su acto la yihad islamista que alienta a matar en todo el mundo a toda la mayor cantidad de “herejes” y “cruzados” con cualquier medio que sea posible, la policía encontró una serie de videos en los que el Estado Islámico explicaba, en un árabe básico y prístino, como se debía construir una bomba casera, utilizar adecuadamente cuchillos u otros elementos punzantes en la vía pública o usar un camión para atropellar a personas en la calle. Hay que entender que este tipo de videos encuentran un soporte adecuado en aplicaciones para chat, plataformas de streaming en vivo, audio feeds, metaverso, etc. donde se difunde constantemente la propaganda terrorista. Una vez que se consumó el ataque en el que murió Hernán Mendoza y sus amigos, el Estado Islámico procedió a través de la revista digital Al Naba, a alabar en nombre de Alá, la acción del atacante. Esto cierra el círculo comunicacional del mensaje de odio radical y permite mantener viva la expectativa de que otros simpatizantes islamistas obrarán de la misma manera en el futuro. La reunión en la que participé se ocupó de este tipo de metodología y de la posibilidad de que los Estados puedan construir contrarrelatos efectivos que mitiguen el efecto de estos discursos.

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- ¿De qué modo se analizaron los nuevos medios de pagos digitales como un vehículo favorable a los terroristas?

- Se parte de la base que la industria Fintech es una realidad creciente de nuestras economías y que aportan una nueva oportunidad para la inclusión financiera de los sectores que no tienen acceso a la economía formal. Sin embargo, está probado que estos medios de pagos digitales, así como el uso de criptoactivos ha favorecido la financiación del terrorismo. Se analizó un caso en que Al Qaeda realizó un intercambio virtual de activos por USD 700 millones. Según GAFILAT el 88% de los países miembros de América Latina han reconocido el riesgo que generan las Fintech en materia de financiación del terrorismo, mientras que solo 25% de ellos reconoce contar con marcos normativos adecuados para mitigarlo. Los desafíos planteados se refieren esencialmente a que los actores de la industria de Fintech, conjuntamente con las autoridades públicas, puedan desarrollar un adecuado mapa de riesgos de su sector. Éste debería considerar en qué medida el alojamiento de plataformas se encuentra efectivamente regulado, los proveedores Fintech son correctamente individualizados, se puede lograr el conocimiento del desplazamiento de los activos virtuales entre el originante y destinatario de la transacción, si las listas de terroristas de la ONU son utilizadas concretamente. Algo que se remarcó mucho en este tema es la conformación de equipos multidisciplinarios en los países, conformados por autoridades públicas, los actores fintech, los centros académicos, como el que represento, así como los distintos proveedores y consumidores de la industria fintech. Todos los actores permitirían analizar multidimensionalmente este problema complejo mostrando como la tecnología bien aplicada posibilita mitigar significativamente los riesgos que ella misma genera y, también, evitando regulaciones distorsivas.

- ¿Qué papel juegan los drones en este escenario de las nuevas tecnologías?

- En la reunión se analizó cómo Al Qaeda e ISIS han utilizado drones y otros dispositivos aéreos no tripulados, permitiéndoles alcanzar un alto impacto a un bajo costo. El uso de estos sistemas aéreos se refiere al montaje de vigilancia, al transporte y uso de bombas pequeñas, así como a la exposición de material de propaganda. Han quedado de manifiesto los vacíos regulatorios que los países presentan en este asunto, en particular en el monitoreo de los proveedores, los intermediarios y las operaciones de comercio exterior. Se ha destacado, sin embargo, que muchos países han comprendido esta amenaza y han comenzado a desarrollar el equipamiento de drones militares, sobre todo para cuidar las fronteras y los lugares o plantas críticas.

- Por último, ¿Cómo ve a la Argentina ante estos desafíos que plantea el Comité contra el Terrorismo?

- Entiendo que estamos atrasados en la asimilación de esta agenda. La cuestión terrorista en la Argentina sigue tomada por la doctrina del Terrorismo de Estado, una ideología que hace del pasado una experiencia sufriente e inmovilizadora. Como no hay “psicoanálisis para Estados”, la cura de este malestar la tiene que dar la nueva generación de políticos. Ellos son los que podrían ponerse de acuerdo en que todos estos temas de la agenda global, como el terrorismo y las nuevas tecnologías, requieren una toma de posición nacional. Estos pueden ser temas para lograr ciertos consensos, mas allá de la grieta. De nuevo, el homicidio doloso de argentinos en un ataque terrorista en Nueva York pone al desnudo que ni siquiera tenemos una ley para víctimas del terrorismo, algo básico con todo lo que se ha vivió en este país. A través del CESH junto a la Fundación de Investigaciones en Inteligencia Financiera (FININT), tenemos preparados los insumos legislativos y reglamentarios para abordar los temas del terrorismo en todas sus faces: criminal, procesal, seguridad, inteligencia, cultural, donde la problemática actual de las nuevas tecnologías tiene un rol preponderante. Estamos listos para contribuir a una discusión pública que geste consensos en esta materia, y forje instrumentos adecuados para el Estado argentino, mas allá de la posiciones ideológicas.

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