El ex juez brasileño Sergio Moro, quien en su etapa como magistrado encarceló al ex presidente Lula da Silva y después fue ministro de Justicia en el gobierno de Jair Bolsonaro, se refirió este miércoles a las causas judiciales que enfrenta Cristina Kirchner en Argentina y le reclamó que no apele a “fantasías y conspiraciones”. Además, insistió en que mantiene su apoyo al actual mandatario para el ballotage que se realizará este domingo en Brasil.
“Sé que la vicepresidenta Cristina Kirchner está enfrentando juicios en la Argentina. Para defenderse no tiene que apelar a fantasías y conspiraciones. Acá se decía que había una conspiración de la CIA y eso era por completo falso. Quienes cometieron delitos, confesaron y devolvieron el dinero”, respondió Moro en diálogo con Alejandro Bercovich en Radio con Vos, al ser consultado por la ex presidenta, en un paralelismo con el caso de Da Silva, causa que manejó en su etapa de juez.
En ese sentido, respondió a las denuncias por lawfare que suele plantear el kirchnerismo en los casos argentinos y brasileños: “No hubo ninguna persecución contra Lula. La decisión del Tribunal Supremo fue política, es un beneficio judicial para él”.
“Creo que la libertad de Lula fue una decisión errada del Tribunal Supremo de Brasil. Creo que fue beneficiado luego de haber sido condenado en tres instancias. Si algo impidió su participación en las elecciones de 2018 fueron sus delitos, no fue por mi culpa”, agregó respecto al caso de Lula.
“Conozco bien el proceso. El Tribunal Supremo dice que Lula es inocente y que no hay pruebas en su contra. Eso es reflejo de la impunidad que tienen los delitos de ciertos sectores políticos en América Latina. Esa impunidad regional se quebró con el caso Lavajato”, insistió.
Sobre el ballotage que se realizará este domingo, donde los brasileños deberán elegir entre Bolsonaro y Da Silva, Moro aclaró que tiene diferencias con el actual mandatario, pero consideró que “sería una tragedia que Lula asuma en Brasil”. “Nada es comparado en este gobierno respecto de los gobiernos del PT, sobre todo de los de Lula. Lo que degrada a la democracia es la impunidad y la corrupción. Ese es uno de los grandes problemas de América Latina. No hay democracia plena si no se combate la corrupción”, aseguró.
“Hay una gran polarización entre Lula y Bolsonaro. En segunda vuelta elijo votar a Bolsonaro porque veo la candidatura de Lula inaceptable por su corrupción. Yo voy a trabajar para fortalecer a la justicia y a las instituciones desde mi lugar. Pero la alternativa de Lula me parece inaceptable. Creo que va a ser una elección pareja, no me animo a arriesgar quién va a ganar. La primera vuelta tuvo encuestas muy erradas”, concluyó.
Las encuestas
Dos encuestas coincidieron en el posible resultado del ballotage entre Lula da Silva y Jair Bolsonaro en Brasil a cuatro días del comicio. Los sondeos de PoderData y Quaest arrojaron que el ex presidente es el favorito con el 53% de los votos válidos; mientras que el actual mandatario trepó hasta el 47%.
La firma PoderData indicó que su estudio se realizó entre el 23 y el 25 de octubre, se encuestó a 5.000 personas y tiene un margen de error de 1,5 puntos porcentuales. Hace exactamente una semana, Lula tenía el 52% y Bolsonaro el 48%. Esto significa que la diferencia entre los aspirantes ascendió de 4 a 6 puntos en apenas siete días.
En lo que respecta a la evolución del voto en octubre, los números marcan que en la encuesta realizada entre el 3 y el 5 de este mes, Lula llegaba al 52% y Bolsonaro al 48%; mismo resultado que en la que se hizo del 9 al 11 y en la del 16 al 18. Mientras que en las últimas tres semanas, la diferencia era de 4 puntos porcentuales a favor del líder del Partido de los Trabajadores, esta semana, a días de la segunda vuelta, la brecha se amplió a 6 puntos.
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