Las diferencias volvieron a quedar a la luz. Ya no es un tema de diálogo porque el último fin de semana se comunicaron antes de que el Presidente contara en sus redes la salida del Gabinete del ministro de Hábitat Jorge Ferraresi. La desigualdad de criterios es sobre la gestión y los reproches son en público. Esa es la dinámica actual de la relación que tienen Alberto Fernández y Cristina Kirchner.
La Vicepresidenta expresó a través de Twitter su disconformidad con el aumento concedido por el gobierno nacional a las empresas de medicina prepaga. Lo que llamó la atención en algunos ministerios es la forma de expresarse que utilizó, cuando aseguró que es “francamente inaceptable el nuevo aumento, esta vez de dos dígitos (13,8%) que el Gobierno autorizó”.
CFK habla del “Gobierno” como si ella no formara parte del mismo y eso molesta en algunos sectores de la coalición. “En su lógica ellos son el Gobierno porque los votos son de ellos y Alberto es un okupa”, expresó un funcionario nacional. Sin embargo, la ex mandataria tomó distancia del contenido del proyecto que se aprobó esta mañana y de la gestión que lleva adelante Fernández.
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En Balcarce 50 ya están acostumbrados a ese “desprendimiento” que tiene Cristina Kirchner respecto del Gobierno. No es nuevo. Pero siempre se encargan de remarcar que el gobierno es de todos. Es decir, que todos están dentro del mismo barco.
Lo cierto es que la dupla presidencial no funciona como un tándem. La relación de los primeros días de gestión quedó sepultada en el pasado y los idas y vueltas constantes no colaboran en la estabilidad del Gobierno. Hace dos semanas Fernández eligió en soledad a tres ministras y este fin de semana volvió a hablar con la Vicepresidenta poco antes de anunciar la salida de un importante funcionario. El camino es sinuoso.
Alberto Fernández ni se inmutó ante los cuestionamientos de CFK de hoy. Parece aceptar, con cierta resignación, que la discusión sobre el rumbo de la gestión terminará traspasando el ámbito privado e instalándose en la esfera pública. Convive con la tensión permanente que genera los cuestionamientos de su compañera de fórmula y el desgaste que le genera las diferencias que sobreviven en el Frente de Todos.
“Está totalmente desprendida del Gobierno. Igual tiene razón en lo que dice, pero no debería haberlo hecho en público. No está más (Martín) Guzmán”, dijeron, con ironía, en un despacho de la Casa Rosada. La desconfianza que hay entre el albertismo y el kirchnerismo se profundiza día a día. Pese a los intentos de conservar la unidad, el Gobierno está partido.
Alberto y Cristina caminan por veredas distintas pero bajo el mismo techo. Dentro de la coalición, los que aún mantienen una mirada crítica, cuestionan a los dos por diferentes motivos. Un importante funcionario nacional aglutinó esa visión en una sola frase. “Alberto sobreactúa autoridad y autonomía. Mientras que Cristina fracasó en el armado de una coalición donde la Vicepresidenta tiene mucho poder y hay un Presidente débil”, reflexionó.
Las diferencias de gestión empezaron a tener un correlato en el proceso electoral anticipado en el que se inmiscuyó el peronismo. Tal como anticipó Infobae, Fernández no está dispuesto a que sea otra vez Cristina Kirchner la que tenga la lapicera en el momento de la definición de candidatos. Quiere una PASO y quiere competir. Entiende que el dedo de la Vicepresidenta ya no tiene los superpoderes que concentraba tres años atrás.
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En el ministerio de Economía sostienen que el mensaje de este miércoles no fue para ellos. No se sintieron aludidos, pese a que Sergio Massa tuvo control total sobre la confección del proyecto que fue aprobado en el Congreso. En la Casa Rosada advirtieron que el mensaje fue “raro” porque, en todo caso, el aumento afecta a los sectores de mayor poder adquisitivo que tienen acceso a una obra social privada. Son una minoría.
Un destacado dirigente peronista que la conoce aseguró que es probable que la Vicepresidenta haya pedido cambios en el proyecto y los encargados de cerrar la letra chica de Presupuesto hayan hecho caso omiso a esos cuestionamientos, motivo por el que terminó volcando su enojo en las redes sociales. Está claro que el mensaje de reproche fue directo al corazón de la Casa Rosada.
Cerca del primer mandatario aseguran que la relación con la ex presidenta está bien, dentro de las tensiones evidentes que subsisten. Además, no niegan que el vínculo más fluido en este tiempo es entre Cristina Kirchner y Sergio Massa. Las diferencias existen pero en Balcarce 50 ya están acostumbrados a convivir con esa tensión implícita. Es parte de la dinámica diaria.
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