Luis Barrionuevo le ganó a su ex cuñado Dante Camaño un round clave la pelea por el control de la seccional Capital del Sindicato de Gastronómicos: la Justicia declaró la invalidez de las elecciones realizadas en ese gremio en diciembre pasado y de esa forma quedó en firme la intervención dispuesta por el barrionuevismo. Aun así, Camaño apelará el fallo y se apresta a resistir su desalojo.
La decisión de la jueza laboral Ana Clara Alfie incorpora nuevamente un elemento de alta tensión en el conflicto que mantienen ambos dirigentes, que fueron parientes y aliados político-sindicales durante más de 40 años hasta que Barrionuevo se separó en plena cuarentena de la hermana de Camaño, la diputada Graciela Camaño, su esposa por varias décadas y madre de dos de sus hijos.
Ese conflicto se trasladó al plano gremial y comenzaron las acusaciones mutuas: cerca de Barrionuevo afirmaron que Camaño porque tiene problemas de gestión, perdió delegados y cerró el sindicato en la pandemia, mientras que en la filial porteña hablaron de diferencias por el manejo de los fondos sindicales por parte de Barrionuevo y advirtieron que el jefe gastronómico quiere quedarse con los depósitos bancarios de la seccional Capital, la más importante del país, de unos USD 40 millones.
Por eso Barrionuevo apadrinó una lista opositora a su ex cuñado, encabezada por Humberto Ballhorst, quien fue secretario de Organización de la filial porteña, para intentar desplazarlo.
En ese clima enrarecido, las elecciones en el Sindicato de Gastronómicos de Capital se hicieron el 2 de diciembre en todo el país. Barrionuevo fue reelegido en la federación a nivel nacional, mientras que en la seccional porteña la votación terminó en escándalo: ambas listas se acusaron de haber hecho maniobras para ganar y de haber llevado barrabravas a la sede sindical de Salta al 1300.
Aun así, los comicios comenzaron normalmente y la Junta Electoral dominada por el barrionuevismo los suspendió porque el oficialismo de Camaño no avalaba el ingreso de fiscales de la Lista Azul para controlar la votación. Sin embargo, Camaño siguió adelante con las elecciones y anunció su triunfo. Luego de desconocer el resultado, la Junta Electoral convocó a votar nuevamente el 15 de marzo.
La jueza Alfie, sin embargo, suspendió las nuevas elecciones y dejó en firme la votación que tuvo lugar el 2 de diciembre. Hubo un segundo fallo favorable al ex cuñado de Barrionuevo: la Sala I de la Cámara Nacional de Apelaciones del Trabajo ratificó la validez de las elecciones en las que fue reelegido Camaño como titular de la Seccional Capital de la Unión de Trabajadores del Turismo, Hoteleros y Gastronómicos de la Argentina (UTHGRA), al desestimar la apelación contra un fallo en primera instancia que había dejado en firme esos comicios.
Pese a esas dos sentencias judiciales que confirmaron las elecciones del 2 de diciembre, Barrionuevo, en su carácter de líder del sindicato a nivel nacional, dispuso en marzo pasado una medida drástica como la intervención de la filial porteña por considerar que la organización estaba acéfala, pero Camaño rechazó la decisión ante la Justicia e incluso sus colaboradores echaron de la sede sindical de Salta 1301 a un directivo barrionuevista y a un abogado que quisieron notificar la medida.
Ahora, la jueza Alfie dejó sin efecto la medida cautelar dictada en marzo y rechazó el amparo que beneficiaba a Camaño al considerar que era facultad de la Junta Electoral barrionuevista suspender la elección, por lo que determinó que la victoria del líder del Sindicato Capital en las urnas no fue válida. Por eso Barrionuevo interpretó ahora que quedó en firme la intervención dispuesta en marzo pasado y tratará de echar del gremio a su ex cuñado para convocar nuevamente a elecciones. Sin embargo, Camaño advirtió que apelará el fallo ante la Cámara y aseguró que no se irá del sindicato.
Los dos dirigentes también profundizaron sus diferencias políticas: Barrionuevo, un fuerte crítico del kirchnerismo, se acercó en los últimos meses a Alberto Fernández y al ministro del Interior, Eduardo “Wado” de Pedro, mientras que Camaño, quien había adherido a Mauricio Macri, afianzó su respaldo a Juntos por el Cambio desde el Peronismo Republicano de Miguel Angel Pichetto.
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