El presidente Alberto Fernández participó esta mañana de la apertura del trigésimo noveno período de sesiones de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) que se realiza en Buenos Aires. En su discurso, que leyó íntegramente y que se extendió por 21 minutos, remarcó el impacto de la guerra que desde el 24 de febrero mantienen Rusia y Ucrania, pero evitó criticar el accionar del gobierno de Vladimir Putin en el conflicto bélico.
“Este periodo de sesiones nos encuentra en una coyuntura internacional compleja. Tras superar una pandemia que arrasó con la vida de millones de vidas y paralizó la economía mundial, ahora hemos perdido la paz. El conflicto bélico genera un impacto claramente negativo sobre la economía global y América Latina no puede escapar a ello. En esta coyuntura, los problemas se agudizan. Se agravan las dificultades de logística sobre las cadenas de valor, con un fuerte impacto en el precio de la energía y los alimentos”, expresó el Presidente al comienzo de su exposición, que arrancó con una demora de una hora y 10 minutos, de acuerdo al cronograma previsto.
Estas afirmaciones, frente a un auditorio en el que abundaron funcionarios nacionales e internacionales y diplomáticos de muchos países, se producen apenas unas horas después de haberle enviado felicitaciones a Xi Jinping, por su tercera reelección consecutiva al frente del Partido Comunista Chino para presidir el gigante asiático que Fernández visitó a comienzos de febrero de este año.
Para superar las adversidades, el jefe de Estado argentino propuso: “Podemos y debemos hablar de integración productiva. De cadenas regionales de valor. De ciencia y tecnología aplicadas a la producción de bienes y servicios. Y, fundamentalmente, de las formas para generar trabajo de calidad en nuestros países. Sin trabajo no hay futuro. Sin trabajo decente no hay justicia social”.
En la mesa principal del escenario montado en el Salón Argentina del Centro Cultural Kirchner lo acompañaban el Secretario Ejecutivo de la CEPAL, el economista costarricense José Manuel Salazar Xirinachs, el canciller argentino, Santiago Cafiero; Arnoldo André Tinoco, ministro de Relaciones Exteriores y Culto de Costa Rica, en su calidad de presidente saliente del organismo; la secretaria de Asuntos Estratégicos, Mercedes Marcó del Pont; la coordinadora Residente de las Naciones Unidas en la Argentina, Claudia Mojica.
En la presentación, de manera virtual, también intervino el portugués António Guterres, Secretario General de las Naciones Unidas, quien apoyó la propuesta argentina de que los derechos de giro que el Fondo Monetario Internacional (FMI) destina a los países deudores puedan ser canjeados por acciones climáticas.
El canciller Santiago Cafiero, que abrió los discursos, había dicho que “el Gobierno argentino recibe con entusiasmo estas sesiones en nuestro país. Sabemos que el objetivo es reducir las brechas que caracterizan la situación de nuestros países con el resto del mundo y nos interpelan las desigualdades hacia adentro de cada una de nuestras naciones”.
“La CEPAL jamás fue un organismo tecnocrático. Tuvo alma, vida y fuerza inspiradora pero tampoco se quedó en los principios. Nos enseñó un método. Aprendimos a pensar mirando el futuro deseado y analizando con mucho rigor los datos distintivos de cada etapa. En los años ‘50 la CEPAL hizo docencia sobre los senderos de la industrialización. En los años ‘80 nos ilustró sobre la trampa de la deuda externa. Ahora vuelve a entregarnos valiosos documentos, una hoja de ruta con un diagnóstico preciso de nuestra región y su contrapunto con el mundo, un mundo de incertidumbre. Pero no lo hace solo para que los admiremos sino para que aprovechemos la investigación y las categorías teóricas y podamos enriquecer las políticas públicas”, explicó.
El cambio climático fue otro de los tópicos que abordó el mandatario argentino. “Es esencial profundizar las acciones en procura de este desarrollo energético mediante la identificación de proyectos, la cooperación a nivel regional y la búsqueda de fuentes de financiamiento de parte de los principales Organismos Multilaterales de Crédito. Necesitamos recursos para que la transformación que planteamos pueda materializarse”, puntualizó.
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En este encuentro, en el que se analiza el desarrollo de la región y se definirá un programa de trabajo de crecimiento sostenible, Fernández también cuestionó los discursos anti política y la propagación de noticias falsas a través, principalmente, de las redes sociales.
“La desigualdad que enfrentamos es consecuencia directa de quienes pugnan por un Estado ausente que deje en manos del mercado la solución de aquella desigualdad. Son los mismos que con sus políticas permiten que el ingreso se concentre en pocos mientras la pobreza se distribuye en millones de seres humanos. Así, la riqueza se acumula en paraísos fiscales y jamás se derrama sobre los más necesitados”, sostuvo el Presidente en lo que significó una abierta crítica a algunos representantes de la oposición.
“El mundo de la virtualidad y de las redes sociales exige repensar los modos en que nos comunicamos y nos informamos en la modernidad. Repensar la cuestión no busca poner en juego la plena vigencia de los derechos individuales, del derecho a la información o los principios que fundamentan la libertad de expresión”, aseguró acerca de la difusión de ciertos mensajes que afectan el diálogo y la convivencia democrática según el Presidente.
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“En la actualidad, las fronteras se diluyen frente al riesgo de la manipulación de datos y noticias falsas que influyen en el ánimo social. La problemática y sus desafíos son globales. Es importante coordinar acciones regionales para enfrentar los discursos de odio motorizados por algoritmos que generan adicción digital, dificultan el diálogo entre quienes pensamos diferente y debilitan la convivencia democrática”, insistió sobre el tema.
La semana pasada, tanto la portavoz presidencial Gabriela Cerruti, como el mismo Fernández, cuestionaron las expresiones de uno de los participantes del programa de televisión Gran Hermano que emite el canal Telefe, que acusó al Presidente de un pedido de coimas.
También manifestó que “aprovechando la desazón que generó la pandemia y los efectos económicos de la guerra, los discursos extremistas y violentos han proliferado. Encontraron tierra fértil para transformar los reclamos legítimos por mejores condiciones de vida en un discurso contra la política que pone en jaque a la misma democracia. Se trata de palabras que han ido ganando espacio y que naturalizan expresiones y acciones violentas”.
Y agregó: “Quienes buscan debilitar y erosionar las democracias tienen intereses específicos que los llevan a promover la polarización extrema. No aceptemos resignados que lo hagan. Todos sabemos bien que el empeoramiento en la distribución del ingreso y en la cantidad y la calidad del trabajo no es producto de quienes creemos en un Estado presente promotor de políticas activas que induzcan a construir una sociedad más justa e inclusiva”.
Por último hubo referencias a los efectos de la pandemia y al crecimiento de la desigualdad a nivel mundial. “El hecho de haber sobrevivido a un tiempo tan tremendo, nos impone el imperativo ético de cambiar este presente. Es hora de derribar muros y construir puentes. Tenemos el deber moral de unirnos en ese esfuerzo común, sabiendo que somos pasajeros de un barco que también abordaron millones de hombres y mujeres que padecen y esperan de nosotros una mano que los rescate del pozo de la pobreza. Debemos volver a construir la Patria Grande. Debemos recuperar el valor de la solidaridad y desechar el individualismo. Una vez más recuerdo la enseñanza del Papa Francisco: “Nadie se salva solo”.
El documento núcleo de la CEPAL será comentado por un panel de alto nivel, moderado por el ministro de Relaciones Exteriores, Santiago Cafiero, y en el que participarán el Premio Nobel de Economía, Joseph Stiglitz, la profesora de Economía de la Innovación y Valor Público en la University College London, Mariana Mazzucato, el ministro de Hacienda y Crédito Público de Colombia, José Antonio Ocampo, y la Secretaria General de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (UNCTAD), Rebeca Grynspan.
Stiglitz, uno de los principales mentores del ex ministro de Economía, Martín Guzmán, y Mazzucato cenaron el domingo por la noche en la residencia de Olivos con Alberto Fernández, Cafiero, Salazar Xirinachs y el titular de la cartera económica, Sergio Massa, quien iba a moderar otro de los paneles esta tarde pero a el domingo fue reemplazado por su viceministro Gabriel Rubinstein.
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