Un peritaje encargado a la Policía Federal confirmó una serie de irregularidades en las anotaciones manuscritas de Oscar Centeno, el chofer de Roberto Barata y cuyos cuadernos desataron la causa en la que terminaron involucrados desde la vicepresidenta Cristina Kirhcner hasta los principales empresarios del país. El análisis no se ordenó en el marco de la llamada causa “cuadernos”, elevada a juicio oral, sino en una denuncia que radicó a inicios de abril el empresario Armando Loson, uno de los imputados-colaboradores en la causa y que sostiene que hubo adulteraciones y tachaduras en las hojas en las que lo mencionaba.
El estudio no se hizo sobre todos los cuadernos. Solo sobre 189 imágenes del cuaderno Rivadavia tapa dura, identificado como el número 7; el cuaderno America Nos reseñado como el número 4; y el cuaderno Gloria naranja señalado como el número 8. ¿Por qué? Porque ahí es donde aparece mencionado Loson, del grupo Albanesi. Y, de acuerdo a ese peritaje oficial, hubo otras manos, distintas a la de Centeno, que hicieron correcciones, sobreimpresiones, testeados y tachaduras.
Si bien la denuncia de Loson se tramita por afuera de la megacausa de los cuadernos, ya elevada a juicio oral, son muchos los empresarios acusados que siguen con atención el curso de esta denuncia. Varios de los acusados habían pedido inicialmente una pericia sobre los cuadernos pero no tuvieron suerte.
Pero Loson presentó en abril pasado un estudio pericial privado que reportaba “más de 1.600 alteraciones del texto original: 1.373 sobre escritos y 195 correcciones con líquido corrector, a la vez que pudieron visualizarse 55 enmiendas o testados, entre otras anomalías”. La denuncia fue radicada en Comodoro Py por el abogado Carlos Vela, defensor de Loson, y quedó en manos del juez Martínez De Giorgi y el fiscal Gerardo Pollicita.
Con la llave de esta causa, la defensa de Loson busca que su cliente sea desvinculado por el expediente de las anotaciones de Centeno. Cuando en 2018 fue salpicado por esta denuncia que instruyó el juez Claudio Bonadio y el fiscal Carlos Stornelli, el empresario solicitó declarar como imputado colaborador: allí dijo que había sido extorsionado para aportar dinero a las campañas del kirchnerismo. En su defensa, insistió en que la firma no era una empresa constructora, ni proveedora del Estado; ni tampoco había tenido obra pública alguna. Y trató que la situación de Loson pasara a la órbita de la justicia electoral, como sucedió con los aportes que hicieron otros empresarios que sí lograron salir de la órbita de la causa penal de los cuadernos, pero esa intención fracasó.
Según la defensa de Loson, con esta pericia queda demostrado que el fiscal Carlos Stornelli recibió “los cuadernos con las 1.600 adulteraciones”. Quién las hizo no está claro. Pero, según Loson, a él le “le inventaron la causa para quedarse con una de las empresas privadas de energía más importante de Latinoamerica”, dijeron a Infobae sus voceros.
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En junio, el juez Martínez De Giorgi le encomendó a la división Scopometría de la Policía Federal que verifique distintos puntos de pericia a través de medios químicos, ópticos y lumínicos que correspondan que establezcan: “si los textos conformados en el pertenecen o no a un mismo puño escritural”, “si se aprecian sobre escritos, testados, y cualquier tipo de adulteración y/o modificación del texto originalmente plasmado” y “de encontrar sobre escritos que modifiquen el texto originalmente plasmado, se estudien dichas las alteraciones individualizando y cuantificando las mismas, informando desde la óptica técnica adecuada, al modo en que fueron materializados” y “se especifiquen y describan las alteraciones encontradas”. Por otro lado, la pericia debía establecer “cuál es el contenido de las anotaciones originales donde se enmendó la palabra “Armando” (por Loson), o “Alem” o “850″.
El juez quería saber “si las inscripciones originales pertenecen al mismo puño escritor que las restantes grafías, así como también si se corresponden con las indubitables de Oscar Centeno, o establecer si las anotaciones enmendadas con el nombre “Armando” se corresponden con las restantes grafías al igual que las que habría realizado el chofer.
Según la pericia a la que accedió Infobae, “la atención se centró sobre los elementos gráficos indubitados obrantes en el Legajo de Arrepentido de Oscar Bernardo Centeno, Expediente N° CFP 9608/2018/18, específicamente en la misiva redactada de puño y letra por Oscar Bernardo Centeno, la cual contiene escrituras suficientes en calidad y en cantidad. Las planas manuscritas realizadas por el Sr. Centeno se extienden en diez caras, constatándose que mantienen el orden a lo largo del texto, con ejecución de grafismos legibles, correcto uso de signos ortográficos y colocación de los mismos dentro del espacio gráfico. A su vez, la línea base de la escritura se mantiene horizontal, carente de invasión de espacios entre renglones. El contenido manuscrito fue desarrollado en el estilo cursivo, a excepción de la aclaración firma, que dice: “OSCAR BERNARDO CENTENO”, en imprenta mayúscula”.
De la compulsa con los cuadernos en donde se menciona a Loson, el peritaje establece que “se verifican coincidencias gráficas formales entre las escrituras analizadas por el Sr. Oscar Bernardo Centeno y los textos manuscritos contenidos en el Cuaderno Nro. 7, a excepción de las constancias manuscritas obrantes en la imagen DSC0342, como así también respecto de las adulteraciones descriptas en las leyendas “ARMANDO” (29/08/13 — 12:05 HS) , “ALEM 855″ (25/07/13 — 12:20 HS), “855″ Y “ARMANDO” (10/09/13 — 12:20 HS).
El informe también reseñó que en una de las imágenes es posible “corrorborar que discrepan ampliamente las características de la forma y formación respecto de las restantes producciones manuscritas, procediendo ambos grupos de diferentes manos autoras”. También indicó un inesperado cambio en la velocidad de la escritura con que se escribieron los primeros cuadernos y los últimos.” Es por eso que surgió la sospecha de un “dictado” en el entorno de Loson. “Se empieza a dilucidar nuestra hipótesis de que todas esas irregularidades encontradas en los cuadernos, sólo buscaron involucrar a mi cliente para debilitarlo y poder quedarse con una de las empresas de energía privada más importante de Latinoamérica”, dijeron.
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