La portavoz presidencial salió a aclarar anoche las acusaciones de un participante de Gran Hermano (”Alfa”) sobre Alberto Fernández —en referencia a supuestos pagos de coimas y enriquecimiento ilícito— y desmintió sus dichos a través de una serie de posteos en su cuenta oficial en Twitter. “No podemos naturalizar que alguien se exprese ligeramente de un modo tal que solo busca difamarlo y desprestigiarlo”, dijo entonces Gabriela Cerruti. Este jueves, según el análisis de una consultora que trabaja en el campo de la política, se supo que los dichos de la funcionaria alcanzaron a más de 35 millones de usuarios en redes sociales.
Ocurre que en las horas posteriores al hilo publicado por Cerruti se abrió el debate alrededor de si los dichos de la funcionaria fueron contraproducentes para la gestión que representa al ayudar a la masificación de las frases de Walter Santiago, conocido en el reality show como “Alfa”.
Justamente, a propósito de esta polémica, fue el periodista Diego Brancatelli el que salió al cruce de la funcionaria. “El 1% de los argentinos escuchó lo que dijo el fantasma este de GH sobre el Presidente, hasta que @gabicerru se encargó de que lo sepa el 90%. Ella o el cráneo que pensó que hacer eso era acertado, sepa que nos están haciendo mucho daño y siendo funcionales al macrismo. No hagan más nada”, indicó en un posteo de Twitter.
Ante este escenario, la consultora Ad Hoc difundió una serie de resultados parciales en relación al impacto que tuvo en redes sociales lo expresado por la portavoz. “La conversación digital en torno a las declaraciones de la vocera presidencial sobre los dichos de un participante de #GH2022 alcanzó hasta las 14.30 hs a más de 35,3 millones de usuarios (90% del ecosistema digital)”, indicaron desde la empresa que también trabaja en el asesoramiento de gobiernos, partidos políticos y dirigentes.
A través de Twitter, la consultora también agregó un breve análisis que estuvo acompañado por un gráfico en el que se ve los picos alcanzados en el ecosistema digital (redes sociales). “Se observa que a partir de tomar el tema desde la política se le dio un alcance masivo y se legitimó al emisor del mensaje”, comentaron.
Además, Ad Hoc sumó unas líneas respecto al balance sobre el feedback generado a partir de los tuits de Cerruti: “La conversación atraviesa la agenda mediática, política y la de las audiencias, con un tono negativo o de burla/ironía hacia el gobierno nacional”.
Esta tarde, en su clásica atención a la prensa semanal en Casa Rosada, Cerruti fue consultada por la polémica: ¿no considera que fue un error de comunicación?, le preguntaron. “Prefiero terminar el tema, porque sino sino es un círculo vicioso. Ustedes preguntan por el tema y el problema termino siendo yo, que sigo hablando sobre el tema. Yo publiqué lo que tenía que publicar anoche, contesté lo que tenía que contestar esta mañana. Para nosotros el tema está terminado”, indicó en el comienzo de su respuesta.
Luego, fundamentó: “Eso es lo que había que hacer y es lo que decidimos hacer con el Presidente, junto al equipo de comunicación. Consideramos que era lo que había que hacer”. A continuación, apuntó: “Me parece que es un error por parte de algunos colegas, que creen que saben de comunicación y de política”.
“Nosotros entendemos que a veces la política y el periodismo están obsesionados con los programas políticos de canales de cable que ve muy poca gente y que forman parte del mundo que nos comentamos entre nosotros y que en realidad la verdadera construcción de sentido, que ha hecho que en los últimos años haya una mirada contra la política… ese sentido se construye en otro tipo de programas: en programas deportivos, de interés general o en un reality show, que quiere hacerle creer a la gente que es la realidad. Nos parece que es importante marcar estas cosas”, completó.
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