Mientras todos miran a la Cámara de Diputados por la discusión del Presupuesto, esta semana la Cámara de Senadores retomará lentamente las reuniones de comisiones, mientras se debate la posibilidad de poder sesionar en el corto plazo.
La repentina internación del senador y presidente del interbloque del Frente de Todos, José Mayans, cambió el escenario en la Cámara alta. Aunque el oficialismo tiene mayoría, no es la de otras épocas, en donde no necesitaba conversar con nadie y avanzaba con sus números propios. Ahora, tiene que negociar con socios parlamentarios y esto hace que cada armado de sesión sea un juego estratégico de sumas y restas.
La preocupación no era solo por la salud del senador formoseño, que hoy se encuentra internado en el Hospital Italiano y su cuadro, aunque señalan que es estable y mejorando, implicaría que sería poco probable el regreso a la actividad del Senado por lo menos antes del cierre de las sesiones ordinarias el 30 de noviembre de 2022.
En ese escenario, el Senado parecía camino a paralizarse. El Frente de Todos tiene 35 senadores y necesita 37 para el quórum y para poder aprobar las leyes. Para esto suele contar con la ayuda de los senadores de otros legisladores, en particular con la de Magdalena Solari Quintana (bloque Frente de la Concordia), Alberto Weretilneck (bloque Juntos Somos Río Negro) y Clara Vega (bloque Hay Futuro Argentina).
Sin embargo, con Mayans internado y con el senador oficialista Maurice Closs, que en las últimas sesiones no participó porque se estaba recuperando de una dolencia, los tres votos de la oposición no alcanzan.
“El problema no es el Presupuesto, porque si pasa Diputados es porque está acordado y se aprueba con el voto de la oposición. El problema son otras leyes que te las pueden aprobar pero tenés que ceder en algo, como puede ser el paquete impositivo, y lo peor son otras en las que sabes que no lo podes llevar al recinto porque perdés la votación”, explica un senador del oficialismo.
Pero ese escenario de incertidumbre que se vive desde principios de octubre cuando Mayans fue internado parece empezar a ordenarse en estos días.
“Closs va a estar en la próxima sesión”, aseguraron a Infobae desde el entorno del senador misionero. Las palabras lo que muestran es que, aunque no va a participar de las comisiones -algo que no es relevante porque los senadores de Juntos por el Cambio no asisten a las comisiones- el misionero volverá a ocupar su banca a metros de donde suele sentarse Mayans.
“Con Closs llegamos a los 37 justos, pero no tiene que faltar nadie, necesitamos que no se enferme nadie, que consigan vuelos, que estén en Buenos Aires como mínimo 24 horas antes. No hay margen para un error y tenemos que ir midiendo los temas a llevar al recinto”, agregaron fuentes del bloque del Frente de Todos.
En Juntos por el Cambio están a la expectativa. No van a prestar quorum para ningún tema si no hay una negociación previa para que el temario incluya proyectos de interés de la oposición, algo que no parece suceder. Y los plazos empiezan a correr.
Las sesiones ordinarias terminan el 30 de noviembre, por lo que aún restan siete semanas. El Presupuesto 2023 será debatido en el recinto en Diputados la última semana de octubre. Suponiendo una aprobación, si hay voluntad de parte de los legisladores en general y de la presidenta del Senado, Cristina Kirchner, se girará rápidamente a las comisiones y el jueves 17 de noviembre podría ser tratado en el recinto, que es la idea del oficialismo: que se apruebe antes del comienzo del Mundial.
El Presupuesto cuando llega al Senado lo hace con un cierto grado de consenso, por lo que el problema es de plazos, no de apoyos. No sucede lo mismo con otros temas, como puede ser la prórroga por 5 años de los impuestos. Esto incluye a Ganancias, Bienes Personales, a los Créditos y Débitos en Cuentas Bancarias (conocido como impuesto al cheque), el Monotributo, asignaciones específicas en el IVA, el adicional de emergencia sobre la venta de cigarrillos y el Fondo para la Educación y de Promoción Cooperativa.
En este caso, Juntos por el Cambio no apoya que el plazo sea por cinco años por lo que hasta ahora el Frente de Todos no podía avanzar con este paquete. La vuelta de Closs reordena ese escenario y ahora la Cámara de Senadores podría volver a sesionar en una semana.
SEGUIR LEYENDO: