Otra vez los intendentes peronistas empiezan a jugar su propio partido en medio de la división que atraviesa al Gobierno y que se materializó este lunes con los tres actos separados centrales para celebrar el Día de La Lealtad. Los jefes comunales tienen presencia casi plena en la estructura del PJ bonaerense que conduce Máximo Kirchner, que ayer centralizó el acto en Plaza de Mayo que organizó el sindicalismo K. Sin embargo, hay otros que en on the record todavía apuestan discursivamente por una unidad entre Alberto Fernández y Cristina Kirchner y oscilan entre ambos sectores. También hay algunos más preocupados por sus distritos, ya que deslizan que la situación macroeconómica pone en riesgo sus reelecciones y se enfocan en la gestión local.
Máximo Kirchner habló este lunes frente a una plaza que no estalló, pero que contó con la presencia de algunos intendentes que juegan dentro del PJ bonaerense y que en definitiva terminaron aceptando la designación del diputado nacional -y en ese entonces presidente del bloque del FdT- al frente de la conducción del partido. La mayoría son de la Tercera y Primera sección electoral. El plafón desde donde se paran es Cristina Kirchner, que en los últimos sondeos de opinión que circularon por el WhatsApp de dirigentes sigue estando en la preferencia oficialista de un electorado que irradia un descreimiento a la política en ascenso. Pero si Sergio Massa logra de acá a 2023 una performance aceptable al frente del Ministerio de Economía, hay intendentes que lo ven presidenciable.
“Lealtad a Cristina”, escribió la intendenta de Quilmes, Mayra Mendoza, tras haber movilizado a la Plaza de Mayo este lunes. Dejó en claro -por si hacía falta- cuál es su referencia. Allí también orbitan otros intendentes del conurbano. El matancero, Fernando Espinoza, que es el presidente de la Federación Argentina de Municipios, tiene diálogo con la Vicepresidenta. Hacia afuera no cierra el puente con Alberto Fernández, pero tiene un tema particular en su distrito: la diputada provincial, Patricia Cubría, del Movimiento Evita y esposa de Emilio Pérsico, quiere ir a una interna por la intendencia. Pérsico es uno de los dirigentes con los que Fernández cuenta para disputar territorio. Este martes, fue confirmado en el ministerio de Desarrollo Social por la nueva ministra Victoria Tolosa Paz.
Algo parecido -del doble diálogo- sucede con Gabriel Katopodis, el ministro de Obras Públicas e intendente en uso de licencia de San Martín. En el kirchnerismo cuentan a Katopodis casi como propio. En sus intervenciones públicas, el funcionario hace esfuerzos para bajar la confrontación interna. Suele hablar del peronismo y “del gobierno de Alberto y Cristina”. Otro intendente-ministro nacional que oscila es Jorge Ferraresi. El jefe político de Avellaneda tuvo su primavera albertista, aunque nunca dejó el ADN cristinista y hoy está plenamente encolumnado.
En la Tercera sección electoral otro que juega un papel central es Martín Insaurralde. El jefe de Gabinete bonaerense e intendente en uso de licencia de Lomas de Zamora fue el artífice de la llegada de Kirchner a la conducción del PJ bonaerense y ambos construyen políticamente a la par en la provincia de Buenos Aires. Insaurralde ordena a buena parte de los intendentes del conurbano. Incluso en la gobernación bonaerense -donde Axel Kicillof esquiva la rosca política e intenta enfocar en la gestión- deslizan que el rol de Insaurralde es oficiar de “tapón” de los intendentes. A veces lo logra, otras -cuando la oposición plantea una estrategia en conjunto- no. Detrás de Insaurralde se encolumnan Nicolás Mantegazza (San Vicente); Mariano Cascallares ,que es diputado provincial e intendente en uso de licencia de Almirante Brown; Federico Achaval, de Pilar o Andrés Watson, de Florencio Varela.
Hay otros intendentes que hoy están tratando de contener frentes internos en sus distritos o bien tomaron distancia de la discusión nacional. El caso más resonante del último tiempo, y con el que Alberto Fernández parece contar hasta ahora si efectivamente va hacia un intento de reelección, es el de Juan Zabaleta, de Hurlingham. El jefe comunal que regresó al distrito la semana pasada ante la avanzada de La Cámpora, que conducía el municipio de forma interina, buscará retener el control político.
En su primer acto de gestión importante tras el regreso a la intendencia, Zabaleta estuvo acompañado por el presidente en la inauguración del nuevo módulo de la Planta Depuradora para el tratamiento de líquidos cloacales en Hurlingham. “Este es un gobierno que a pesar de las dificultades, cuando comenzamos en el 2019 no le sacó un solo derecho a ningún argentino. Todo lo contrario. Vamos a seguir invirtiendo en todo lo que tiene que ver mejorar calidad de vida”, dijo durante el acto y aseguró que “los trabajadores” son la columna vertebral “de nuestro movimiento”. A su derecha aplaudía el titular del gremio de trabajadores de AySA, José Luis Lingieri, quien ayer en el acto de la CGT en Obras dijo que era un día “de reflexión que tiene que servir para reforzar aciertos y corregir errores”, y que “hay que volver al origen para recuperar el significado del peronismo”.
“Si a Sergio le va bien tiene todo para ser candidato en este contexto, veremos”, le dijo a Infobae un intendente de la Primera sección que no forma parte del Frente Renovador. Sergio es Massa y la candidatura a la que se refería es a la presidencial, algo que el ministro de Economía esquiva cada vez que puede. Son varios los dirigentes oficialistas que esperan del tigrense una postulación unificada con el acuerdo de Cristina Kirchner.
Por su parte, los intendentes del interior bonaerense del Frente de Todos toman distancia de la interna nacional y están ocupados en garantizarse obras para lo que resta del 2023. Es ahí donde miran a Axel Kicillof. Algunos de los que manifestaron el deseo de que el mandatario vaya por una reelección son Pablo Zurro, de Pehuajó; Ricardo D’alessandro, de Salto; Gustavo Barrera, de Villa Gesell o Mario Secco, de Ensenada.
Uno de los intendentes que supo estar dentro del esquema FdT y se corrió es el jefe comunal de Esteban Echeverría, Fernando Gray, quien tras la salida precipitada de la presidencia del PJ bonaerense a manos de Máximo Kirchner empieza a dar señales públicas de su intención de participar nuevamente en las discusiones del peronismo. Este lunes, envió una carta a los representes de la Confederación General del Trabajo (CGT), respaldando lo que fue el lanzamiento del Movimiento Nacional Sindical Peronista, el espacio político para discutir candidaturas el año que viene y cuestionó la convocatoria del Frente Sindical y el PJ bonaerense. “Es muy fácil hacer grandes convocatorias plagadas de eslóganes y sin un verdadero sustrato social, político y económico. El problema es discutir los temas de la agenda real del pueblo. En ese caso, no. Prefieren hacerlo a puertas cerradas y a espaldas del pueblo. Y sin siquiera consultar a la columna vertebral del movimiento”. Hacia lo que viene, Gray no se quedará quieto.
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