Los integrantes de la comunidad mapuche que fue desalojada de Villa Mascardi residían en seis viviendas que construyeron con maderas y materiales que extrajeron de edificios públicos. Hoy esas edificaciones tienen riesgo de derrumbe y la Justicia Federal evalúa su demolición.
La jueza federal subrogante de Bariloche, Silvina Domínguez, analiza la destrucción de las viviendas y ya contactó al municipio de Bariloche para que aporte maquinaria que sea útil para realizar esa tarea, aunque aún no emitió la orden de demolición.
El objetivo, de acuerdo a datos a los que accedió Infobae, es evitar que integrantes de la agrupación Lafken Winkul Mapu intenten retomar el control del lugar y ocupen nuevamente las edificaciones que construyeron desde el momento en el que iniciaron su plan de usurpaciones hasta la actualidad.
En concreto, son seis viviendas construidas con restos de materiales que sustrajeron del ex hotel IOS, perteneciente a la Administración de Parques Nacionales, sobre el cual avanzaron en 2018, meses más tarde de su asentamiento en los primeros lotes perteneciente al mismo organismo.
En 2018, el ex intendente del Parque Nacional Nahuel Huapi, Damián Mugica, denunció ante la Fiscalía Federal de Bariloche la usurpación del viejo hotel.
La presentación realzada en ese momento menciona que personal de la policía de Río Negro, que se acercó a verificar si se trataba de una ampliación de la usurpación desplegada en noviembre pasado por un grupo de mapuches, fue agredido violentamente con piedras arrojadas por encapuchados.
El viejo hotel, conocido como ex hotel IOS, es una estructura amplia frente al lago Mascardi donde la Administración de Parques Nacionales (APN) planeaba instalar la Escuela de Guardaparques. Se accede por la Ruta 40, a la altura del km 2008, y se encuentra situado a 35 kilómetros de Bariloche.
En distintos informes elaborados días atrás, la Justicia Federal admitió que el edificio cuenta con serios riesgos de derrumbe, motivo por el cual la estructura quedó inservible. Ese elemento es considerado para evaluar su demolición definitiva, a pesar de la resistencia de Parques Nacionales para que ello suceda.
La Justicia constató, además, los daños que sufrieron varios vehículos oficiales cuyas carrocerías aún permanecen en el predio.
En la presentación que realizó Parques Nacionales en 2018 mencionó también la rotura de un mástil ubicado en la parte frontal del predio y daños en una reja color verde que fue colocada como barricada, para impedir el acceso al lugar.
Cómo vivían
El revestimiento de madera que tenía el viejo hotel, las chapas y los marcos de las ventanas fueron utilizados para levantar las viviendas donde residían los integrantes de la autoproclamada comunidad mapuche hasta el día del desalojo, a principio de este mes.
Las viviendas cuentan con servicio eléctrico – extraído de una línea de media tensión que atraviesa la zona para proveer el suministro a Villa Mascardi- y en su interior funcionaban electrodomésticos como lavarropas, heladeras y televisión satelital.
Además contaban con un grupo electrógeno que, de acuerdo a lo que denunciaron los vecinos, fue provisto por el gobierno nacional, poco tiempo después de su asentamiento en la zona.
En otro sector del predio, efectivos de las fuerzas federales que conforman el Comando Unificado detectaron un invernadero con plantaciones de verduras que serían para su consumo.
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