Este miércoles comenzó en Mar del Plata la edición 58° del Coloquio IDEA bajo el lema “Ceder para crecer”, que marcó la presentación del primer panel integrado por el politólogo Juan Carlos Torre y el presidente de Fundar y CEO de Qontigo, Sebastián Ceria. Ambos brindaron su mirada sobre el momento de la Argentina y la oportunidad de crecer en el contexto complejo que atraviesa el país.
El panel fue moderado por Daniel Herrero, que preside el Coloquio y es Director de IDEA. En el comienzo del evento, luego de que se pasara un video con fragmentos destacados de la historia del país, sostuvo: “La historia argentina muestra que hubo muchos desacuerdos que no nos permitieron generar consensos básicos para crecer de manera sostenida”.
Herrero destacó que la “Argentina siempre está en una condición de potencia latente, pero maltratada” y aseguró: “Pasamos de los éxitos absolutos a escuchar la frase de que estamos condenados al fracaso”. “La Argentina, como tantos otros países, es imperfecto”, cerró.
Por último, dijo que “no se puede construir futuro renegando del pasado” y que “es momento de encontrar el consenso necesario para crecer de manera sostenida”. Esa fue la base argumental con la que luego empezaron a explayarse los primeros panelistas.
Desde el inicio de su presentación, Ceria pidió mirar el vaso medio lleno y ser optimistas. Contó que hace mucho tiempo que vive en el exterior y que esa perspectiva le permitió tener una mirada diferente de la Argentina. Matemático, graduado en la Universidad de Buenos Aires (UBA) y con un doctorado realizado en Estados Unidos, el titular de la Fundación Fundar buscó imprimir una mirada positiva sobre el futuro del país.
“El optimismo es una condición necesaria para el éxito. Desde la distancia miro la Argentina y veo los casos de éxito y lo que se ha podido hacer. No hay muchos países en el mundo que hayan podido tener 10 unicornios, que hayan podido estar en la carrera espacial para construir satélites de telecomunicaciones o que hayan creado semillas para el trigo resistente a la sequía”, sostuvo.
Sobre la situación actual del país, Ceria afirmó que “no hace falta ser matemático para saber que la performance de la economía en las últimas décadas ha sido muy mala o no ver las crisis que vivimos”. Además, aseguró que el momento actual “es muy malo”, pero que eso “no nos convierte en un fracaso o en una sociedad fracasa”. Y agregó: “Como país no nos podemos permitir eso”.
En su intervención marcó que “no es fácil pasar de ser un país medio a un país desarrollado” y que solo 14 países lograron ese cometido. En ese sentido, pidió “suspender la incredulidad y ser optimistas sobre nuestro futuro”. Ceria aseguró que “se puede construir un país mejor y ser parte activa de esa construcción”.
En otro tramo de su alocución hizo hincapié en la economía del conocimiento y la importancia que tiene para la Argentina, ya que es el cuarto complejo exportador del país. “Eso demuestra que una colaboración virtuosa entre el Estado y el sector privado es posible, porque el Estado es el gran apalancador de las inversiones privadas”, indicó.
En ese sentido, señaló que su fundación tiene por objetivo desarrollar políticas públicas para tratar de fomentar la colaboración entre el Estado y el privado. Tratara de que el Estado empuje, con buenas ideas, la inversión privada. Una relación estable que, según graficó, puede dar buenos resultados.
Por último, se Ceria analizó con más detalles el lema del coloquio “Ceder para crecer”. “Cuando pienso en ceder para crecer soy el que ve el vaso medio lleno. Es imposible, en un mundo globalizado, ceder sin una inserción inteligente inmersa en ese mundo. En este momento el mundo demanda lo que producimos o podemos producir en Argentina y es una oportunidad que no podemos perder”, sentenció.
En el final puso gran esmero en remarcar que “no es inteligente hablar mal de la Argentina en el exterior” porque lo único que genera es una mal imagen en el exterior. Lo contó desde su experiencia de vivir 33 años en Estados Unidos y escuchar cómo los argentinos hablan mal del país.
“Cuando salimos al exterior somos todos embajadores. No puede ser que porque no nos gusta el gobierno de turno nos dediquemos a hablar mal de la Argentina. Tenemos que buscar una inserción más inteligente”, expresó.
Una vez concluida su intervención, Cedia habló con Infobae y amplió su mirada sobre el proceso de ceder para crecer, y se refirió a quienes no pueden hacerlo. “Estamos a niveles demasiado alto de pobreza. Un país así no tiene un gran futuro. No podemos pedirle más a los que menos tienen. Son limites peligrosos. Porque los niveles de pobreza son cada vez más difícil de bajarlos”, sostuvo.
En ese sentido, agregó: “Tenemos que ceder primero los empresarios. No es ceder por ceder, sino para crecer. Aceptamos un poco menos porque en el futuro vamos a tener más”. Luego, reforzó su idea de la participación del Estado junto a los privados.
“Es importante cómo vamos a agregar valor. ¿Qué vamos a hacer? El Estado es el que puede tomar riesgos y tener incentivos para que nos animemos cuando es difícil animarse. No hay un convencimiento de que el Estado es un interlocutor valido. Hay una mirada negativa sobre le Estado que no ayuda. No es el Estado al que le vamos a pedir cosas, sino al que vamos a proponerle”, explicó.
El otro orador destacado de la jornada fue Juan Carlos Torre, autor del libro “Diario de una temporada en el quinto piso”, que relata el fracaso de la gestión económica del gobierno de Raúl Alfonsín. El politólogo arrancó diciendo que “hay que sacar al país del naufragio”.
En esa línea, consideró que existen “utopías regresivas” que marcan “la idea de querer recrear experiencias importantes del pasado en circunstancias distintas”. En base a eso, ejemplificó: “Más de una vez los políticos nos convocan hacia adelante con la cabeza mirando atrás”.
“Atreverse o resignarse son opciones individuales. Uno tiene que elegir. Elijo experiencia de éxito. La capacidad de levantarse es importante a la hora de hablar de optimismo. Tenemos una materia humana preparada para moverse en la adversidad”, sostuvo.
Torre profundizó su análisis y señaló que “los argentinos nos hemos acostumbrado a movernos en el medio de la incertidumbre, que nos educa en la conducta del cortoplacismo”. Sin embargo, afirmó: “La historia de la Argentina es la de un país que se cae y se levanta, de un país que se atreve a salir adelante”.
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