Luego de que Alberto Fernández se reuniera con integrantes de la comunidad mapuche durante su visita a Neuquén, el ministro de Seguridad Aníbal Fernández reafirmó la decisión de haber respetado el pedido de desalojo en Villa Mascardi realizado por la justicia. Además, desmintió que las mujeres detenidas hayan sido maltratadas, desestimando así los argumentos con los que la ex ministra de Mujeres, Géneros y Diversidad, Elizabeth Gómez Alcorta abandonó su cargo. “No sé por qué se fue”, lanzó.
Aníbal Fernández volvió a responder a las críticas en torno al desalojo de los pueblos originarios en Villa Mascardi. En el operativo participaron 250 agentes de las fuerzas federales de seguridad junto a personal de Gendarmería, Prefectura Naval, Policía Federal y PSA, entre otros. Allí detuvieron a siete mujeres, de las cuales cuatro fueron trasladadas al penal de Ezeiza y luego regresadas a su provincia junto a sus hijos.
Las detenidas denunciaron maltratos pero el ministro negó que hayan sido golpeadas o permanecido en celdas húmedas. La situación llevó a que Gómez Alcorta presentara su renuncia, frente a lo que Fernández se mostró en desacuerdo. “No sé por qué se fue, si no le gustó como actuamos, actuar hay que actuar”, dijo.
“Si se pretende que no le demos bola a la Constitución o a las leyes, es no saber vivir en forma republicana”, cuestionó el ministro de Seguridad, quién remarcó que él, como ministro, respondió a la orden emitida por la Justicia. De modo que “no hay forma de resolverlo de otra manera”.
Tras la renuncia de la ex ministra de Mujeres, Género y Diversidad, también anunciaron su salida el ministro de Trabajo Claudio Moroni quién fue reemplazado por Raquel ‘Kelly’ Olmos; y el ministro de Desarrollo Social Juan Zabaleta cuyo cargo quedó en manos de Victoria Tolosa Paz.
Frente al cambio de Gabinete, Aníbal Fernández sostuvo que “en el caso de Juanchi sabíamos que iba a suceder y todos sabemos quién es Victoria con una estructura. Son ámbitos que desgastan. En el caso de Kelly, trabajó cuando era ministro del interior, tengo la mejor, es una economista con muchos conocimientos y sabrá construir los lazos”. Y si bien reconoció que no conoce a la nueva ministra de Mujeres, “me han hablado muy bien porque ha hecho muy buen trabajo y eso me da la esperanza de que salgan las cosas bien”, planteó.
Cómo se gestó el desalojo de mapuches
“En algún momento recibimos la orden de la fiscal porque ya habían prendido fuego una casa, no estamos de acuerdo y no era satisfactorio poner una casilla de gendarmería”, recordó Aníbal Fernández. Pese a su postura, remarcó que la fiscal insistió y por eso se instaló la casilla que los mapuches “no solo la prendieron fuego sino que tiraron 4 o 5 tiros contra la casilla sin saber quién estaba adentro”.
En ese marco, Fernández se diferenció del operativo que tiempo atrás realizó el gobierno de Cambiemos al considerar que dicho procedimiento se trató de una “cacería humana”. Además, remarcó: “No tenemos ni espías ni operadores judiciales para que vayan a acordar cuáles son los términos de la manda, creemos que no tiene que haber gestos de violencia y se lo hacemos saber a la tropa que va a participar”.
Ante las versiones respecto al operativo de desalojo, el ministro aclaró que no tenían orden de captura. “Lo que dice el oficio es que llegado al lugar, sí se detuvieran a las personas”, afirmó. Además, aseguró que “nadie reprimió nada” y a las mujeres se las trasladó de acuerdo a lo ordenado por la jueza de la causa. Luego fueron trasladadas “a un lugar de la PSA en condiciones de las más cuidadas posibles, a una señora la llevaron al hospital porque estaba por parir. Y después se tomó la decisión de que cuatro vengan a Buenos Aires”.
“Por suerte las llevaron de nuevo y están en un lugar de familias mapuches. Nunca estuvieron en el piso o celda húmeda. Hay un vocero que dice que a la noche les pegaron pero todo es mentira, no hay un solo rasguño de nadie”, afirmó Aníbal Fernández tras las denuncias de maltrato. Además, sostuvo: “no me gustó que trajeran a estas señoras a Buenos Aires pero sucedió”.
Si bien se intentó mantener reuniones con los grupos originarios, Fernández planteó que no se logró resolver la situación en ninguna instancia dado que “parten de un precepto inaceptable que es desconocer el Estado argentino”. Aún así, se mostró empático al recordar que “según contaba mi abuela, tengo sangre de pueblo originario, soy fanático, pero para eso ¿es necesario prender fuego? o ¿quedarte con campos que no están dentro del marco?”.
Por último el ministro destacó la ley 26.160 que protege a los pueblos originarios y su territorio pero “cuando uno vivió 20 generaciones en el mismo lugar. No es este caso porque son muy recientes y nunca se han sentado para conseguir una solución porque siempre se han negado”, cuestionó. De hecho, planteó que la resolución al conflicto es compleja dado que si bien mantuvieron reuniones, los representantes de mapuches se negaron a un acuerdo.
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