La justicia federal dispuso la libertad de una de las siete mapuches que fueron detenidas durante el desalojo del martes pasado en Villa Mascardi, luego de comprobar que no pertenece al asentamiento Lafken Winkul Mapu y que estaba en las tierras usurpadas para asistir a un tratamiento de sanación que le brindaría la machi, máxima autoridad espiritual de la comunidad.
Se trata de la primera de las mujeres detenidas que recupera la libertad, tras permanecer siete días bajo arresto. Andrea Despo es docente, tiene domicilio en la localidad chubutense de Trelew y desde un primer momento se desligó del vínculo con la agrupación mapuche de Villa Mascardi: “No soy de aquí, vine a recibir las sanaciones de la machi” aseguró.
Finalmente, la magistrada que subroga el juzgado de Bariloche, Silvina Domínguez, ordenó el sobreseimiento y la libertad para la detenida, quien permanecía bajo prisión en dependencias de la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA), en inmediaciones del Aeropuerto Internacional de Bariloche.
En ese establecimiento, perteneciente a la Unidad Regional V de esa fuerza, aún quedan detenidas Florencia Melo y Débora Vera. Por su parte, Betiana Colhuan Nahuel, Romina Rosas -que se encuentra embarazada-, María Celeste Ardaiz y Martha Jaramillo tienen prisión domiciliaria desde la madrugada del domingo.
Despo fue trasladada al establecimiento penitenciario de Ezeiza y luego derivada nuevamente a Bariloche. Tras pisar suelo patagónico fue crítica con el traslado: “Sentimos la violación a nuestros derechos mínimos. Nos sentimos, en carne propia, todo lo que vivieron nuestros ancestros. Fue un traslado forzoso, esposadas y sin saber a dónde nos llevaban”.
Tras ser trasladada desde Ezeiza a Río Negro, la docente de Trelew expresó: “Parte de nuestro reclamo de volver a Bariloche se cumplió”. Y exigió a la justicia que le devuelva la libertad: “Es nuestro derecho”.
“Los procedimientos legales se pueden hacer con nosotras en libertad”, sentenció Despo.
En todos los expedientes relacionados a las usurpaciones de Villa Mascardi, los apellidos de sus integrantes son reincidentes, aunque en ninguno de ellos aparecía Despo, quien no tardó en despegarse del grupo y asegurar que pertenecía a otro lugar.
Las averiguaciones que realizó la justicia terminaron por confirmar los dichos de la detenida, quien finalmente recuperó la libertad una semana más tarde de su aprehensión.
En las mismas actuaciones, Domínguez rechazó la libertad de otra de las detenidas – Jaramillo– formulado por sus abogados defensores. Jaramillo es esposa de uno de los líderes principales de la violenta agrupación –Pablo Collhuan- y en los registros judiciales aparece en la primera de las ocupaciones, en 2017.
“Está confirmada su participación no sólo en la usurpación de los primeros predios y el avance a los siguientes, sino también a otros hechos delictivos ocurridos en Villa Mascardi desde ese momento, hasta la actualidad” dijeron fuentes con acceso a la causa.
A partir de su participación en esos episodios, fue sometida a distintos procesos judiciales a pesar de los cuales continuó repitiendo su accionar violento.
Las seis mujeres que quedan detenidas están imputadas por usurpación por despojo y usurpación por turbación de la posesión. Además están involucradas en el ataque que sufrieron cinco efectivos de Gendarmería Nacional, cuando custodiaban el predio Los Radales.
Los uniformados, que debieron abandonar el lugar, dijeron que la casilla recibió varios impactos de bala antes de ser incendiada. En una inspección ocular posterior que encabezó la Justicia Federal, integrantes de la misma agrupación atacaron a los gendarmes que custodiaban la comitiva, hecho que también forma parte del expediente.
SEGUIR LEYENDO: