Norberto Oyarbide murió el 1 de septiembre de 2021. Se había contagiado de coronavirus el 22 de junio de aquel año cuando festejó su cumpleaños número 70. El ex juez federal falleció internado en el Instituto del Diagnóstico y el reconocimiento del cadáver fue realizado por Germán Ezequiel Muchico, un amigo de Oyarbide.
Oyarbide, soltero, hijo único, no dejó herederos ni por testamento ni por ningún otro tipo de documento, por lo que el único bien que aparece a su nombre está siendo disputado en la sucesión.
Hasta diciembre de 2021, tal como publicó Infobae, se habían presentado 14 primos del ex juez para reclamar como herederos el departamento de la calle Rodríguez Peña al 1900 donde vivía Oyarbide. Desde entonces se agregaron otros cuatro primos que pretenden ser herederos. Ya son al menos 18 los que quieren el departamento de Oyarbide.
Muchico, el hombre que acompañó al ex juez en sus últimos días, se presentó en el expediente de la sucesión patrocinado por el abogado Osvaldo Daniel Cantoro. Ese letrado fue el que acompañó a Comodoro Py al ex juez cuando fue a declarar en diversas ocasiones después de ser nombrado en el Caso Cuadernos como uno de los receptores de bolsos con dinero. Oyarbide aparecía entre los destinatarios de las entregas que Oscar Centeno, el ex chofer de Roberto Baratta, anotó en sus cuadernos. Cuando Oyarbide declaró dijo-entre otras cosas- que lo habían presionado para que acelerara la firma del sobreseimiento de Néstor y Cristina Kirchner en un expediente por enriquecimiento ilícito que estaba a su cargo. Obviamente, Oyarbide los sobreseyó. La palabra lawfare no se había incorporado al diccionario del kirchnerismo allá por 2009 cuando se dictó aquel sobreseimiento.
Muchico se presentó en el expediente de la sucesión de Oyarbide que está radicado en el juzgado en la Civil y Comercial 22 -a cargo de Ignacio Martín Rebaudi Basavilbaso- para hacer un reclamo.
Muchico aportó un boleto de compra venta firmado por Oyarbide por el cual el ex juez le había vendido el departamento que todos los primos reclaman como herencia. Y además pidió que se le reembolse el dinero que gastó durante los últimos tiempos de vida de Oyarbide.
El expediente por la sucesión es público y de acceso simple por Internet a través de la página del Poder Judicial de la Nación. Fue así como Infobae accedió al reclamo de Muchico que los primos rechazan. En el escrito en el que inició la petición Muchico cargó contra los familiares de Oyarbide: “Mucha gente se le acercaba cuando estaba en funciones como Juez Federal, pero cuando se jubiló y se alejó de su cargo, ni amigos de ocasión, ni conocidos, y por qué no decirlo, ni parientes se acercaban a él… El estado de soledad del Dr. Oyarbide era tal que se aferraba a mi compañía de lo que yo no sólo propiciaba sino que también fomentaba, cuando se lo invitaba a algún programa televisivo quien lo iba a buscar y lo esperaba para llevarlo de vuelta a su domicilio era el suscripto, no fueron pocas las veces que se presentaba en mis oficinas a charlar y si no venia más seguido era para no provocarme una falta de atención en mi trabajo, el hecho de estar y sentirse solo, hacía que más se aferrara a mi persona lo que hacía que la amistad se hiciera inquebrantable entre ambos lo que desencadenó que me ofreciera en venta su departamento reservándose el usufructo vitalicio, ello porque quería hacer un largo viaje por Europa, le ofrecí el dinero para ese viaje sin necesidad de que me venda el departamento pero insistió en venderlo para no sentirse en deuda conmigo y despreocuparse de la devolución del dinero, luego se complicó en demasía el hecho de viajar al exterior y más a Europa donde rebrotaba el virus de COVID-19 y las restricciones de los países europeos hicieron que fuera postergando el viaje hasta que se enfermo y luego falleció”, dijo.
Cuando los primos de Oyarbide se presentaron en el expediente de la sucesión pusieron de manifiesto que Muchico estaba viviendo de manera ilegal en el departamento que era del ex juez federal. Fue por eso que varios de sus primos pidieron el desalojo del hombre que acompañó a Oyarbide en sus últimos días. Con la aparición de una copia del boleto de compra venta del departamento firmado por Oyarbide, la situación se volvió aún más controvertida.
La prima de Oyarbide más belicosa en el expediente de la sucesión se llama Laura Isabel Roberti. Fue una de las primeras en presentarse en la sucesión. Fue también la que más se opuso a las pretensiones de Muchico y la que insistió para pedir el desalojo.
En julio pasado, luego de varias solicitudes, un oficial de justicia ingresó al departamento en disputa e hizo un relevamiento de todo lo que estaba allí. Ese inventario se sumó al expediente de la sucesión.
Luego de aquella diligencia Roberti denunció que a partir de lo volcado en el inventario no quedó registro del hallazgo de dinero, joyas ni de una caja fuerte que tenía Oyarbide.
En un escrito presentado en el expediente, Roberti hizo una introducción personal antes de denunciar los faltantes. Dijo que: “...Juzgo necesario manifestar, frente a esta situación grotesca, ultrajante y desventajosa que me toca atravesar, que el vínculo que mantenía quien suscribe con el causante (Oyarbide) no era un mero laso (sic) de sangre, sino que, por el contrario, manteníamos una habitual, cariñosa y confidente relación. Nos solíamos comunicar telefónicamente, estar presentes uno en la vida del otro, mantenernos al corriente no solamente de cuestiones de salud (amén de su aspecto jovial, ambos somos personas mayores) sino también de las relaciones personales e interpersonales, de cuestiones familiares que quedan reservadas a su intimidad, entre las más variadas cuestiones. He asistido a innumerables eventos que lo han tenido como anfitrión. Podría contar más de mil anécdotas de Oyarbide, de su particular y tan especial forma de ser, vivir y relacionarse. Entiendo que, lógicamente, las cuestiones de índole personal no debiesen ser traídas a colación en un juicio sucesorio en virtud de que exceden, en principio, su marco de aplicación empero ruego sí logren brindar fuerza a mi narrativa. En otras palabras, pese a lo absurdo de esta aclaración, no soy una persona ajena, pues por el contrario conozco en profundidad a mi primo hermano, conozco su departamento, a su círculo intimo, sus deseos, anhelos y también sus frustraciones”.
Luego se ocupó de reclamar que faltaba la caja fuerte y lo que el ex juez federal tenía guardado allí. Se remitió en su denuncia a un hecho sucedido en junio de 2016 luego de que Oyarbide dejara de ser juez federal: le habían robado la caja fuerte de su departamento. En aquella oportunidad Oyarbide había dicho que dentro de la caja fuerte tenía 200 mil pesos, 200 euros, la escritura de su departamento, algunos bienes personales de valor (no descriptos) y el título de la parcela donde está la tumba de su madre.
La prima aseguró que luego de que se le llevaran la caja fuerte en 2016 Oyarbide colocó una nueva. La mujer aportó el nombre del vendedor de la caja, del instalador y del ama de llaves del ex juez, quienes pueden atestiguar sobre la existencia y ubicación de la caja fuerte. Además propuso como testigo a Claudio Blanco, quien fuera pareja de Oyarbide durante años, para que certifique que en el departamento había una caja fuerte que luego de la muerte del juez desapareció.
Roberti aportó una foto al expediente del lugar donde según ella estaba amurada la caja de seguridad. Ahora queda un espacio vacío y se ven los agujeros en la pared. Para la prima no quedan dudas: la caja estaba y se la llevaron. Con el contenido adentro.
Fue por esa situación que Roberti pidió que se investigara la comisión de posibles delitos por parte de Muchico. En su denuncia nombró también a Cantoro y a Sergio Villanueva, un taxista de confianza de Oyarbide.
Roberti usó la ironía para describir la situación económica de Oyarbide de acuerdo a lo inventariado en el departamento en disputa. La prima de Oyarbide dijo que: “Pues nótese que un ex Juez Federal jubilado, murió sin tener un centavo en su domicilio. La lógica de lo hallado en su domicilio, o más bien de los faltantes advertidos, indica que el Dr. Oyarbide se fue a internar con la intención de sanarse y regresar a su normal y placentera vida de ex Juez Federal jubilado, pública y notoria en los medios de difusión y al haber fallecido sucedieron tres (3) posibles variables, dos de ellas completamente ridículas: a) Oyarbide se fue a internar llevándose consigo todo su dinero en pesos y dólares, sus joyas, sus títulos y su caja de seguridad a la clínica y luego a su lecho de muerte; b) Las personas que ingresaron al departamento Muchico, Villanueva y otros, entre los que se encuentra el ex abogado de Oyarbide hoy flamante letrado de Muchico, me refiero a el Dr. Osvaldo Daniel Cantoro, profesional que al momento de la diligencia se encontraba dentro del departamento y luego de hacerse de la llave, se llevaron todo lo que el causante poseía en dinero, joyas, títulos y la caja de seguridad; c) Más absurda aún que la primer (sic) hipótesis, la que solo un niño podría creer, y es que Oyarbide murió siendo indigente, una persona que no tenía un centavo, ni joyas, ni títulos, ni caja de seguridad y era tan pobre que tuvo, además, que venderle su departamento a un ‘amigo’ para poder hacer un viaje de placer”.
Y cuestionó nuevamente la documentación de la compra venta del departamento por la que Muchico reclama su propiedad: “Más ridículo aún, lo instrumentó a través de un boleto simple, sin firma certificada, ni fecha cierta, ni siquiera aclarando la firma al pie porque era tan pobre y tan inculto y se había olvidado todas las materias de derecho, tanto así que ni siquiera recordó que debía concurrir a una escribanía con el objetivo de que, con la intervención del notario, lograse efectivamente constituir un derecho real de usufructo…y quizás también en su ignorancia habría aprovechado para entregarle la caja de seguridad que contenía el segundo testimonio del título de propiedad de su unidad funcional y, también, el titulo de la parcela del Jardín de Paz donde fue sepultado (…) permítame la ironía S.S, pero Ud. como colega del causante (Oyarbide) y digno de la sana crítica razonable, no puede no advertir que estamos frente a la posible comisión de conductas delictivas”.
Muchico sigue con sus reclamos que son rechazados por los pretensos herederos. Mientras tanto el juez de la sucesión no hizo lugar al pedido de Roberti en cuanto a que tome medidas respecto de la falta de la caja fuerte. La prima de Oyarbide apeló ante la Cámara en lo Civil que deberá decidir en breve.
La sucesión del ex juez federal que fue un símbolo de Comodoro Py continúa enmarañada.
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