Ya es un clásico: los encuentros de mujeres que se realizan anualmente en distintas ciudades del país culminan con ataques y vandalismo contra edificios públicos e iglesias, en particular católicas.
Pero este año hay un factor adicional: las organizadoras se dividieron y habrá dos encuentros, ambos en San Luis. Antes de la pandemia, la provincia se preparaba para uno. Durante la cuarentena se concretó la ruptura y habrá dos.
Las que pican en punta son las disidentes, cuyo discurso es más radical aun -si cabe- que el de los encuentros tradicionales. Como toda corriente “herética” tiene una mayor efervescencia y potencia que la “ortodoxa”, lo que no hace sino aumentar las prevenciones en la ciudad sede. Además, hay antecedentes, como se verá.
El cisma feminista fue por el nombre: este fin de semana es el turno del “Encuentro Plurinacional de Mujeres y Disidencias, Lesbianas, Travestis, Trans, Bisexuales, Intersexuales y No Binaries”, mientras que el otro, fijado para fines de noviembre, se sigue llamando Encuentro Naiconal de Mujeres.
A comienzos de junio pasado, durante la marcha por NiUnaMenos, la Catedral de San Luis fue vandalizada en las narices de la policía, que no actuó por orden del poder ejecutivo provincial que encabeza Alberto Rodríguez Saá. Unas cuarenta activistas saltaron las vallas, sacaron rejas, levantaron adoquines para arrojarlos contra el edificio y pintaron y dañaron la fachada de la Iglesia.
Esto generó el enojo y la protesta del obispo, monseñor Gabriel Barba, que había pedido protección a las autoridades del Ministerio de Seguridad de la provincia en previsión de hechos de este tipo.
En las imágenes quedó registrada la pasividad de las fuerzas de seguridad frente a la violencia de las manifestantes. “Indignado. Yo estoy indignado como lo está el pueblo de San Luis”, dijo monseñor Barba a los periodistas. Fueron los flyers promocionales de la marcha por NiUnaMenos los que movieron a Barba a pedir protección policial. “Había dos (flyers) que llamaban la atención, los dos con la catedral de fondo, uno con antorchas y otro con humo. Era claro que preanunciaban desmanes”.
Y agregaba: “Espero que esto sea también un aprendizaje para cuando lleguemos a octubre y noviembre, que sabemos que tenemos dos encuentros importantes, que no pase esto. No puede ser que esto pase”.
Esta vez, las autoridades de la Iglesia decidieron no confiar en la Seguridad provincial y optaron por sellar puertas y ventanas tanto de la Catedral como de dos templos más ubicados en la ruta de las dos marchas feministas que tendrán lugar el sábado y el domingo. Las aberturas de la Iglesia quedaron selladas con chapas de plomo para evitar no sólo que irrumpan en el interior sino que vandalicen el frente y sus ornamentos.
Por otra parte, han sido retiradas varias imágenes emplazadas en sitios públicos y muchas congregaciones barriales están optando también por cerrar las capillas ante la amenaza de un asedio feminista.
Motivos no faltan. Además de los antecedentes de vandalismo en San Luis en junio pasado, cada Encuentro de Mujeres de los últimos años se sella con ataques a las catedrales e iglesias -católicas y protestantes- y a edificios públicos ubicados en el trayecto de las marchas de mujeres.
Por otra parte, también motivó críticas la decisión del gobierno provincial de otorgar un fondo de 350 millones de pesos para los gastos de infraestructura del encuentro para el que se espera a cerca de 80 mil asistentes, una cifra descomunal si se considera que la población de la capital es de 200 mil habitantes. Los fondos estarían destinados a remunerar el personal de seguridad, salud y tránsito, entre otros, que deberá ser movilizado para la ocasión.
Las organizadoras del evento aseguran que se autofinancian y que no reciben fondos de ningún gobierno. Sí piden ecuelas para alojar a las asistentes.
En réplica a las críticas, Noelia Aguilar, vocera del 35° Encuentro Plurinacional de Mujeres, Lesbianas, Trans, Travestis, Intersexuales, Bisexuales y No Binaries, las atribuyó a la disputa electoral del año que viene. Pero también culpó a la Iglesia como es habitual: “Los sectores religiosos han sido subvencionados por un Estado que es laico”. Agergó que es “un sector conservador el que pide que se investigue la partida presupuestaria” y preguntó: “¿Cuánto se destina a las iglesias católicas?”
Durante el encuentro habrá un centenar de talleres donde se debatirán distintos temas. En uno de ellos se reconstruirá la “Historia de los Encuentros Nacionales de Mujeres en la Argentina”, su “impacto social y político” y los avances hacia “el Encuentro Plurinacional de mujeres, lesbianas, trans, travestis,bisexuales, intersexuales, no binaries, niñeces, afroargentines, afrodescendientes, negres, indígenes, originaries, campesines, migrantes y de la diáspora.”
También habrá un taller sobre “Feminismos, transfeminismos y su relación con las religiones e instituciones religiosas”. Cabe esperar que no tenga por resultado el fomento de la violencia.
El Encuentro Plurinacional cuenta con la benvolencia oficial pero también con el respaldo activo de funcionarios: por caso, la secretaria de la Mujer de San Luis está con el sector que se dio cita este fin de semana en la provincia.
La Iglesia por su parte envió un comunicado con un mensaje de monseñor Gabriel Barba, en el cual convoca al “querido pueblo de San Luis” a “rezar por la paz social y a actuar en consecuencia”.
“La preocupación de los sanluiseños y la propia, hizo que me reuniera con las autoridades, para pedirles que nos cuiden, que resguarden nuestros espacios de culto e identidad cristiana y por supuesto, la seguridad de todos los ciudadanos”, explicó el Obispo.
Y concluyó: “Deseamos que el Encuentro Plurinacional de Mujeres que se llevará a cabo en nuestra ciudad, se desarrolle en un clima de paz y respeto”.
VIDEO: EL MENSAJE DE MONSEÑOR GABRIEL BARBA
Seguir leyendo: