La detención de siete mujeres es el resultado, al menos parcial, de la cinematográfica diligencia que ordenó la jueza federal subrogante Silvina Domínguez para desalojar los predios usurpados por la agrupación Lafken Winkul Mapu en Villa Mascardi. Sin embargo, los hombres que forman la autodenominada comunidad mapuche lograron escapar hacia la zona boscosa.
Por ello, varias horas después del inicio del operativo, la ruta siguió cortada hasta las 20.30, cuando se liberó la circulación, mientras que los efectivos continuaron trabajando en el territorio recuperado para evitar que la comunidad intente volver a tomar el control.
De acuerdo a información a la que accedió Infobae, el origen de la diligencia dispuesta por la magistrada fue la denuncia que presentó Luis Dates, propietario de la cabaña “Los Radales”, que fue usurpada durante el transcurso de la semana pasada.
El 1° de agosto, la propiedad de Dates fue vandalizada por los mismos encapuchados. El domingo 25 de septiembre ocurrió lo mismo con una casilla que Gendarmería Nacional tenía apostada en la misma propiedad, para evitar que sea usurpada, lo que finalmente ocurrió el martes 27.
A partir de la presentación que realizó el damnificado, Domínguez dispuso el desalojo de toda la franja situada en el paraje turístico, ubicado a 35 kilómetros de Bariloche.
El Ministerio de Seguridad de la Nación cumplimentó la manda judicial este martes desde las 7.30 de la mañana. Luego de un enfrentamiento entre los encapuchados y los grupos tácticos de la Policía Federal, siete mujeres que permanecieron en el territorio fueron detenidas y trasladadas a dependencias de la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA), en el aeropuerto internacional de Bariloche. Sin embargo los hombres que integran la comunidad, lograron escabullirse entre la tupida vegetación del lugar y no fueron capturados.
La permanencia de las mujeres y los niños –cinco de ellos acompañaron a sus madres cuando fueron trasladadas– forma parte de una estrategia que ya fue utilizada por la misma comunidad, durante el frustrado desalojo de los predios de Parques Nacionales, en 2017.
En la ocasión, los varones que integran la agrupación lograron escapar de las garras policiales y luego intentaron recuperar el territorio. En ese contexto, fue asesinado de un disparo por la espalda uno de sus integrantes, Rafael Nahuel.
Una vez que la comunidad logró retomar el control sobre esos predios, inició una escalada de usurpaciones que incluyó tierras pertenecientes a organismos públicos y también privados.
El objetivo de la diligencia de este martes era identificar y detener a los integrantes de la lof Lafken Winkul Mapu y desalojar los predios que habían sido usurpados. No obstante, la misma se cumplimentó parcialmente, ya que los cabecillas de la banda lograron escabullirse y permanecen prófugos.
“Vamos a volver al territorio, más allá del resultado de la militarización de Villa Mascardi”, sentenciaron fuentes allegadas al pueblo originario. Las autoridades judiciales tienen conocimiento sobre cuáles son las intenciones de la agrupación, motivo por el que dispuso continuar custodiando los terrenos con los mismos equipos tácticos que participaron del allanamiento.
Cómo fue la logística
El grupo, integrado principalmente por efectivos de la Policía Federal, se congregó en la base operativa del Ejército Argentino, a 9 kilómetros del centro de Bariloche, cerca de las 4 de la mañana.
Si bien el objetivo era iniciar la movilización hasta Villa Mascardi de inmediato, debieron aguardar hasta el amanecer para poder hacerlo, lo que aletargó el traslado hasta el lugar de conflicto.
En el territorio, mientras tanto, los integrantes de la agrupación mapuche realizaban guardias para tratar de dilucidar cómo sería el despliegue de los uniformados.
En cuanto el convoy arribó al paraje, a las 7:27 de la mañana, se produjo un crudo enfrentamiento entre los integrantes de la comunidad, quienes arrojaron piedras y elementos contundentes, y los uniformados, que respondieron con gases lacrimógenos y armamento no letal.
Esa situación se extendió por más de 20 minutos, aunque en ese lapso los varones que desafiaban a los efectivos, emprendieron la fuga hacia la parte alta de la montaña.
“Conocen el terreno como la palma de su mano, en minutos lograron huir hacia la parte boscosa y no pudieron ser atrapados”, confiaron a este medio fuentes vinculadas al comando unificado de fuerzas que formó parte del operativo.
Mientras tanto se implementaron distintos retenes a lo largo de la ruta 40, tanto en el sector norte, con uniformados de Policía de Río Negro, Gendarmería Nacional y Prefectura, como también en el sur, entre Villa Mascardi y El Bolsón.
El tránsito quedó limitado únicamente para los vehículos de la repartición policial. La diligencia se extendió durante toda la jornada, tiempo en el que Domínguez y la fiscal federal subrogante Cándida Etchepare permanecieron en las inmediaciones.
Incluso cerca de las 16, ambas funcionaras realizaron un sobrevuelo en toda la zona, a bordo de un helicóptero de la Policía Federal Argentina.
Pasadas las 20 la ruta permanecía interrumpida al tránsito. En el otro extremo de Bariloche, en el acceso norte, la Policía de Río Negro dispuso un estricto control vehicular, constatando los códigos QR de los documentos de identidad, para detectar a posibles personas vinculadas a los pueblos originarios.
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