No pasaron ni 24 horas del desalojo en Villa Mascardi por parte de las fuerzas federales que un grupo de la autodenominada resistencia mapuche volvió a vandalizar una edificación en la Patagonia.
La Capilla de la Asunción, también conocida como la capilla de Villa La Angostura, amaneció este miércoles vandalizada. La legendaria parroquia sufrió pintadas amenazantes y, según los curas que la administran, también hubo un intento de incendio de la misma.
“Buen día, quería comunicarles que así amaneció esta mañana la Capilla de la Asunción. Quisieron quemarla. Y bueno, este fue el resultado. Gracias a Dios no pasó a mayores pero bueno, es una alerta para la comunidad”, afirmó el cura párroco Julio César Mora González, en un audio que envió a la prensa local.
El mismo párroco se mostró sorprendido con el hecho ya que él aseguró que la relación entre los miembros de la capilla y la comunidad Mapuche de la zona es muy buena. “Por ahí fue algún desencantado, pero no creo que sea una acción de la comunidad como tal”, afirmó el mismo líder religioso a la radio FM Andina.
Una vez que las autoridades y los fieles acudieron hoy a la capilla, se encontraron con dos pintadas en el frente del edificio y otra pintada en la pared trasera.
En la entrada se habían escrito con un aerosol negro las frases: “Basta de Imposición” y “Mapuche Resiste”. En tanto, en la pared trasera, se dejó el refrán “Relmu Lafken Resiste”, en referencia a la zona donde se encuentra el camping intercultural, dentro de Villa Mascardi, y donde habita un grupo nutrido de representantes de la comunidad Mapuche.
“Tenemos que evitar la violencia y nos duele lo que ha pasado”, afirmó el cura Mora González.
Desde un principio, los representantes religiosos de Villa La Angostura demostraron su sorpresa y estupor por el ataque recibido a la capilla, ya que a lo largo de los años se mantuvieron al margen de la causa mapuche y la ocupación de tierras e incluso se destacó la excelente relación que había entre el ex párroco Rubén Capitano y los representantes de los pueblos originarios del lugar.
Asimismo, el cura Mora González afirmó que en las próximas semanas se instalará un sistema de cámaras de seguridad e iluminación, con el fin de que la capilla no vuelva a ser atacada como ocurrió durante la madrugada del miércoles.
A su vez, el ex presidente del Senado de la Nación, Federico Pinedo, expuso su repudio al ataque a la capilla en las redes sociales: “Repudiable ataque a las creencias y al patrimonio cultural”, escribió el abogado en su cuenta de Twitter.
La Capilla de la Asunción fue construida en 1936, manteniendo la línea imperante de los edificios de Parques Nacionales de la zona. Al momento de su edificación, se apeló al uso de materiales de la zona pata generar un clima armonioso y natural. En el interior, la capilla cuenta con un cuadro de la escuela cuzqueña que data de más de 200 años de antigüedad.
El ataque ocurrió a menos de 24 horas después del importante desalojo ocurrido en Villa Mascardi, donde participaron unos 250 efectivos de las fuerzas federales y se detuvo a siete mujeres.
El operativo se inició a las 7.30 de la mañana del martes y duró cerca de unas tres horas.
El movimiento de los equipos tácticos, unidades antitumulto y reparticiones especiales de distintas fuerzas no pasó desapercibido en la ciudad rionegrina. También llamó la atención el ir y venir de un helicóptero perteneciente a la Policía Federal Argentina (PFA) cuya presencia en la zona es inédita. Los integrantes de los cuerpos de seguridad se desplegaron en el cerro y alrededor de las 7 de la mañana la tensión fue en ascenso: los mapuches arrojaron piedras a insultaron a los periodistas que estaban en la zona y dieron señales de que están dispuestos a resistir.
Ya por la noche, el ministro de Seguridad de la Nación, Aníbal Fernández, publicó un comunicado oficial en el que describió los hechos sucedidos en el operativo.
“En el día de la fecha, se procedió a dar por terminada la usurpación conocida como Villa Mascardi. con la orden judicial en mano, ingresó la Policía Federal Argentina con el cometido de cumplir la manda judicial. El ingreso se hizo sin armas letales. No ha habido ninguna clase de represión ni siquiera un rasguño”, rezaba el tramo inicial del comunicado.
Luego, en la zona se desplegaron decenas de integrantes de la fuerzas de seguridad en el lugar, por orden de la jueza federal subrogante Silvina Domínguez, para evitar que la comunidad mapuche intentara regresar a ocupar la zona.
Seguí leyendo: