“Si molestan avisá y los matamos a todos (…) hacemos un genocidio”. El mensaje, inquietante y aterrador, aparece en el teléfono del piloto Gholamreza Ghasemi, máximo responsable del vuelo de Emtrasur a Buenos Aires y uno de los cinco tripulantes citados a indagatoria por la Justicia argentina. El autor de la amenaza no es Ghasemi sino otro piloto iraní que participó del viaje a Paraguay, en mayo de este año. La conversación, a la que tuvo acceso Infobae, ocurrió el domingo 12 de junio, unas horas antes del allanamiento en el hotel de Canning donde se secuestraron todos los teléfonos.
La investigación judicial por el avión iraní-venezolano acumula más de 5000 hojas con los mensajes rescatados de los celulares, tablets y otros aparatos que pertenecían a los 19 tripulantes. Por la complejidad y el volumen de la información, las pericias todavía no terminaron. En el caso de los iraníes, hay transcripciones de audios pendientes, según expuso la fiscal Cecilia Incardona hace una semana en un breve dictamen.
La fiscal también sostuvo en ese escrito que las traducciones correspondientes a las transferencias bancarias efectuadas por Ghasemi “carecen de toda contextualización”, lo que complica su interpretación. Ese y otros motivos la impulsaron a pedir que continúe la investigación, pese al plazo impuesto por la Cámara Federal de La Plata.
La conversación, a la que tuvo acceso este medio, arranca con un saludo formal del otro piloto iraní que quería conocer la situación de los tripulantes retenidos en Buenos Aires. Según la investigación judicial, se trataría de Alireza Mohsen Daneshpour, uno de los pilotos que estuvo en el viaje a Paraguay.
“¿Querido capitán, hola la está pasando bien?”, comienza el intercambio. Ghasemi contesta sin dudar: “No”. Ese domingo 12 de junio, los 19 tripulantes estaban alojados en el hotel de Canning y no imaginaban que estaba por comenzar un allanamiento ordenado por el juez federal Federico Villena.
La conversación aparece identificada en el expediente con el número 411, en la página 37 de las traducciones:
- Daneshpour: ¿Por qué? ¿Capitán, la situación está ok allá?
- Ghasemi: Sí, excelente, sin usted
- Daneshpour: La noticia dice es cierto, no lo molestaron no? (sic) voy y los aplasto, traigo a Naghi y hacemos un genocidio
- Ghasemi: No no, con mucho respeto
- Daneshpour: Bueno, gracias a Dios. Si molestan avisá y traemos a Naghi y los matamos a todos.
- Ghasemi: Es que están con sanciones de combustible
- Daneshpour: Y qué va a pasar? No entregan?
- Ghasemi: Mañana su embajada está siguiendo el tema
Los investigadores creen que la persona aludida en el diálogo como “Naghi” tendría vinculación directa con la Guardia Revolucionaria de Irán y con la aerolínea Fars Air Qeshm, ambas también ligadas al propio Ghasemi.
Según consta en el informe del FBI agregado al expediente a mediados de junio, Ghasemi es CEO y miembro del Consejo de Administración de Fars Air Qeshm, una aerolínea iraní sancionada por Estados Unidos. “Fars Air Qeshm opera vuelos de carga bajo cobertura civil para la Fuerza Quds y el IRGC, y los utiliza para contrabandear armas y equipos sensibles de Irán a Siria, entre otras cosas. Esta actividad es parte de los esfuerzos de Irán para establecer presencia militar en todo el mundo”, detalla ese dossier.
En su indagatoria ante el juez Villena, la semana pasada, Ghasemi negó ser accionista de esa compañía y acompañó documentación para intentar probarlo, según pudo saber Infobae. El piloto declaró por escrito, al igual que otros dos iraníes, y no contestó preguntas.
El diálogo entre Ghasemi y el otro piloto iraní fue agregado al expediente hace varias semanas y desencadenó varias medidas de prueba. El contenido de la amenaza también puso en alerta a las fuerzas de seguridad que colaboraron con la investigación, aunque no tendría relevancia jurídica en la situación del piloto apuntado por el FBI.
El FBI también vinculó a Ghasemi de manera directa con la Fuerza Quds de la Guardia Revolucionaria Iraní (IRGC-QF) y con Hezbollah, dos organizaciones terroristas acusadas en la Argentina de volar la embajada israelí y la AMIA. “La Fuerza Quds ha tenido una larga historia apoyando la milicia de Hezbollah, paramilitares, y actividades terroristas, proveyendo liderazgo, financiamiento, armas, inteligencia, y soporte logístico. Las Fuerzas Quds operan un campo de entrenamiento para Hezbollah en el Valle de Bekaa en el Líbano y han reportado entrenamiento para más de 3.000 soldados en los cuarteles que tiene la Guardia Revolucionaria en Irán”, apuntó ese informe.
En el celular de Ghasemi también se encontraron fotos y videos que apuntalan esa hipótesis. “Los antecedentes profesionales y comerciales de Ghasemi no parecen compatibles con la actividad que pretende haber desarrollado en el Boeing cuestionado”, sostuvo la querella de la DAIA al momento de pedir su indagatoria.
El juez Villena también indagó a dos venezolanos que formaban parte de la tripulación y tienen cargos jerárquicos en Emtrasur: Víctor Manuel Pérez y Mario Arraga Urdaneta. Junto a los tres iraníes están acusados de financiar actividades terroristas, un delito previsto en el artículo 306 del Código Penal.
En los próximos días, el magistrado tiene que resolver su situación procesal, es decir, si los procesa, los sobresee o les dicta una falta de mérito. Los tiempos apremian por el plazo que impuso la Cámara Federal de La Plata. En ese fallo, el tribunal había sostenido que “todas las diligencias pendientes, la definición de la situación procesal y de las restricciones impuestas sobre las personas y las cosas deberán ser resueltas por el juez de primera instancia, en el plazo de diez días, que se computarán desde que este legajo sea devuelto a la instancia de origen”.
Los otros 14 tripulantes ya salieron del país luego de quedar sobreseídos. La fiscal acaba de apelar esa decisión para que sea revisada por la Cámara Federal y advirtió que es improbable que vuelvan al país porque Irán y Venezuela no admiten la extradición de sus ciudadanos. “En caso de confirmarse, habrá desaparecido la posibilidad de juzgar a eventuales responsables de un hecho sumamente grave como lo es el aquí investigado”, sostuvo Incardona sobre el sobreseimiento.
La fiscal había sido muy cuestionada por funcionarios del régimen chavista cuando criticó que se puedan ir del país los primeros 12 autorizados. El presidente de la Asamblea Nacional chavista, Jorge Rodríguez, la trató de “ladrona” y dijo que “el mismo día que firmó el adefesio ese (por la apelación) visitó la embajada de Estados Unidos” y la de Israel. Esas visitas nunca ocurrieron.
Venezuela también criticó al juez Villena cuando hizo lugar al pedido de la Justicia de Estados Unidos para incautar el avión de Emtrasur por la transferencia no autorizada entre Mahan Air, una aerolínea vinculada a la Guardia Revolucionaria y a las Fuerzas Quds, y Emtrasur. Esa decisión de Villena fue ratificada por la Cámara platense y ahora fue apelada ante la Cámara de Casación por el abogado Maximiliano Rusconi.
El supuesto interlocutor de Ghasemi en la conversación obtenida por Infobae es Alireza Mohsen Daneshpour, uno de los iraníes que participó del vuelo de Emtrasur desde Asunción a Aruba, el 13 de mayo, para transportar un cargamento de cigarrillos. En ese caso, la tripulación estaba integrada 7 iraníes y 11 venezolanos. Solo dos iraníes se repitieron en el viaje a Buenos Aires: Ghasemi y Abdolbaset Mohammadi.
La Justicia paraguaya todavía investiga los movimientos y las reuniones que mantuvieron los integrantes de la tripulación durante su breve estadía en Ciudad del Este.
De esa investigación llegó muy poco a la Argentina. Cuando el juez Villena solicitó información, el ministro de Inteligencia de Paraguay, Esteban Aquino, rechazó dar información por la ley de inteligencia local. Concretamente, dijo que “se ve imposibilitado de brindar una respuesta hasta tanto no se den los presupuestos establecidos” por esa normativa.
Seguí leyendo