A través de una carta enviada al arzobispo de la ciudad de La Plata, monseñor Víctor Manuel Fernández, el Papa Francisco agradeció por el acto que se llevó a cabo en la Catedral de la capital bonaerense, que contó con la presencia de dirigentes oficialistas y opositores, a quienes les envió un mensaje de unidad. El Sumo Pontífice dijo que “hay mucho por hacer en Argentina” y remarcó que “nada importante ni estable se logrará con la polarización agresiva”.
La misiva está fechada el 1 de octubre, dos días después del homenaje que realizó monseñor Fernández al Papa Francisco, e Infobae tuvo acceso a la misma este lunes. Allí, el Santo Padre devolvió el gesto definiendo al evento del pasado jueves como “un acto de afecto y reconocimiento que expresa los lazos que nos unen”. Y mostró su alegría porque en el acto “se reflexionara acerca de algunos contenidos de Laudato si’ y de Fratelli tutti, no porque sean documentos míos, sino porque hablan de cuestiones graves y determinantes que hoy no podemos ignorar para la buena marcha de las naciones”.
El evento contó con la presencia del gobernador Axel Kicillof, funcionarios del Poder Ejecutivo bonaerense y de la municipalidad de La Plata, dirigentes, legisladores, concejales tanto del Frente de Todos como de Juntos por el Cambio, y miembros de organizaciones sociales. En primera fila se los vio acompañando al mandatario provincial, miembros de su Gabinete como: el Jefe de Asesores de Carlos Bianco; la ministra de Gobierno Cristina Álvarez Rodríguez; de Justicia, Julio Alak; la titular del Instituto Cultural, Florencia Saintout; la ministra de Ambiente, Daniela Vilar; de Mujeres, Estela Díaz; de Trabajo Walter Correa.
“Me llegó la información de que estuvieron representados sectores de todos los colores de la política, otras confesiones religiosas, personas de la educación, de la cultura, de la empresa, de la justicia, etc. Y junto con ellos, estaban presentes los trabajadores más humildes y los pobres que caminaron como movimientos sociales, sostenidos por su fe y llevando a La Virgen y a San Cayetano. Han formado juntos un hermoso cuadro”, manifestó al respecto Francisco.
“Me consuela el alma que mi persona haya hecho posible ese momento de comunión, de encuentro más allá de las diferencias, porque a veces estas pequeñas ‘treguas’ impiden que sigan avanzando la violencia y los enfrentamientos. Eso nunca hace bien a un país y termina lastimando sobre todo a los que más sufren”, agregó.
En ese sentido, señaló que “hay mucho por hacer en Argentina, para que todos puedan vivir de la dignidad del trabajo y para que no haya ciudadanos de segunda”. Pero advirtió que “nada importante ni estable se logrará con la polarización agresiva”.
En su carta, el Papa hizo referencia a la postergada visita a la Argentina: “Ahora tengo una deuda con todo el mundo y me falta visitar muchos países grandes, especialmente algunos que nunca recibieron la visita de un Papa, sin embargo siempre llevo a mi Argentina en el corazón”.
“Les hago llegar mi afectuosa bendición y pido al Señor que los haga artífices de paz, de justicia y de prosperidad”, concluyó Francisco.
Durante el acto en la Catedral de La Plata, el arzobispo manifestó en conferencia de prensa que Francisco estaba “muy preocupado” por el clima de violencia en el país, agravado por el atentado que sufrió la vicepresidenta Cristina Kirchner.
“No tenemos conciencia, no nos estamos dando cuenta de la enorme gravedad que tiene. Si pudo llegar a pasar esto, pueden llegar a pasar muchas cosas más. Si ya se saltó ese límite, preparémonos porque lo que se viene puede ser muy jodido, ¿no?”, consideró Fernández sobre el intento de magnicidio.
En este marco, destacó la presencia de dirigentes del oficialismo y de la oposición: “Es un signo de que se puede hacer juntos, incluso cosas más importante que este acto que son los problemas de la gente y no se arreglan con un solo color. Es ponerse todos en una mesa y darle todos para adelante”.
SEGUIR LEYENDO: