“Hay una inflación de 100 puntos y los camioneros vamos a pedir más de paritaria”, aseguró Pablo Moyano el último fin de semana. Fiel a su estilo, el secretario adjunto del Sindicato del Camioneros le marcó la cancha a los empresarios en la negociación salarial que comenzará este martes, pero también al Gobierno, que viene intentando, sin éxito, frenar el aumento de la inflación.
Hoy, a partir de las 14, Moyano se reunirá con los empresarios en el ministerio de Trabajo para empezar a negociar el segundo tramo de la paritaria. Entre abril y octubre Camioneros obtuvo un aumento del 31%. El líder sindical ya avisó que con las proyecciones de inflación que hay, peleará por un aumento arriba del 100%.
La negociación paritaria no es lo único que entrará en el paquete de reclamos que presentará esta tarde. También pedirá un importante bono para el último trimestre y un aumento en los viáticos, “para que no se pierda el poder adquisitivo del salario ante la alta inflación”, según detallaron en el sindicato.
En el último Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM), una encuesta que actualiza mensualmente el Banco Central, entre bancos y consultoras, la inflación proyectada para el 2022 es del 95%. Los últimos datos que dio el INDEC indican que en los primeros ocho meses del año la inflación alcanzó el 56,4%. En el Gobierno reconocen que el porcentaje final será alto, pero evitan hacer proyecciones.
La semana pasada, Pablo Moyano tuvo un protagonismo inesperado y un cambio de roles que benefició al gobierno nacional. El lunes quedó afuera de la cena que Alberto Fernández organizó con los principales dirigentes de la CGT en la Quinta de Olivos.
Molesto por la situación, el martes dejó trascender que podía irse de la central obrera. Ese mismo día, el Presidente lo llamó, le pidió que no se fuera porque el peronismo necesitaba unidad en la adversidad y lo invitó a cenar el miércoles en Olivos. Moyano y un grupo de dirigentes cercanos le plantearon lo que esperaban del Gobierno en esta etapa de negociación salarial.
Fueron principalmente 5 puntos: salario familiar para todos los trabajadores, impuesto a las ganancias, reformulación del salario mínimo vital y móvil, el pago de un bono que no afecte las paritarias y un pedido para que el Gobierno haga un control de precios efectivo.
Pero no fueron todos pedidos. El secretario general de la CGT se ofreció como intermediario en el conflicto que ocupó la agenda política la semana pasada, que fue la discusión salarial entre las empresas productoras de neumáticos y el Sindicato del Neumático (SUTNA).
Fernández aceptó la colaboración y él mismo se puso a negociar, por su parte, con los empresarios para que los bloqueos en las empresas terminen rápido. Unió fuerzas con Moyano para resolver un conflicto que se estaba extendiendo en el tiempo y había frenado la cadena de producción en el sector automotriz.
Esa conversación con Moyano tuvo una segunda parte el jueves a la tarde en la Casa Rosada. Allí el líder camionero, junto a Omar Plaini y “Paco” Manrique, dos de los dirigentes de mayor confianza, se comprometieron con el Presidente a que una vez solucionada la crisis de los neumáticos, el modelo de reclamo no iba a replicarse en los próximos reclamos. Es decir, no se iba a generar un efecto contagio.
Los sindicalistas se pusieron de garantía para que los reclamos salariales de las próximas semanas no generen un parate en la producción, tal como sucedió con el SUTNA. En pocos días Moyano había pasado de quedar marginado de un encuentro entre la CGT y el Presidente, a ser el interlocutor clave en un conflicto que al Gobierno le urgía resolver.
El sábado Pablo Moyano fue contundente y mostró sus armas de negociación. Se alejó de ese discurso más moderado que le había brindado al Presidente en Balcarce 50. “Espero que los empresarios vengan con una propuesta seria porque sino el paro de los trabajadores del neumático va a ser un poroto con lo que va a hacer Camioneros”, sentenció.
Además, el líder sindical adelantó que si no hay acuerdo, su gremio dará la pelea en la calle. En el Gobierno dicen que no les generó sorpresa la dureza de Moyano y el pedido del 100% de aumento, aunque reconocen que el número impacta de lleno en la agenda política. La marca a fuego por la cifra redonda y el volumen que tiene la negociación del Sindicato de Camiones.
El jueves pasado el Sindicato del Seguro consiguió un aumento del 110% para el período que va de enero del 2022 a enero del 2023. Fue la cifra más grande que hubo en esta etapa de negociaciones de segundos tramos en la paritaria, pero la advertencia del líder camionero hizo más ruido por el tamaño y el peso específico del gremio que conduce junto a su padre Hugo.
“No se va a dejar ganar el lugar de ser el más combativo. Además, tiene una puja interna con sus socios de la CGT. Están midiendo fuerzas en el sindicalismo. En esa interna su rol es ser el más duro”, analizó un funcionario nacional con acceso al despacho presidencial. Y agregó: “La semana pasado parecía que rompía la CGT y al otro día se convirtió en un operador del Gobierno. Pablo es así”.
Moyano zigzaguea en el vínculo que tiene con el gobierno nacional. En especial, con Alberto Fernández y Sergio Massa. Se acerca, se aleja, tensa, cuestiona y se vuelve a acercar. No es el mismo proceso que realiza en su relación con el kirchnerismo, espacio con el que se siente más cómodo e identificado.
“Está apretado por el desastre que dejó Mauricio Macri y le ha tocado una crisis. Escuchar, escucha. Está muy preocupado por la realidad del país. Una vez logrado el presupuesto, seguramente empezará a distribuir parte de las ganancias. El dólar soja está bien, pero hay que empezar a distribuir para este lado”, fue el pedido que le hizo al ministro de Economía. Cordial y filoso al mismo tiempo.
Cuando le tocó hablar del Presidente lo cuestionó por la falta de dureza para enfrentar la inflación, pero después dijo que “está haciendo todo lo posible y la está tratando de remar” en un momento de crisis. Lo que dejó en claro en sus últimas apariciones públicas es que forma parte del Gobierno y que lo va a defender.
En la Casa Rosada la inflación es uno de los temas que más preocupa. Fernández defiende la idea de que los salarios le ganen a la inflación, aunque eso genere una inyección de pesos en el sistema que dificultan la tarea de romper la dinámica inflacionaria.
Lo que viene en la discusión paritaria de Camioneros es impredecible. El líder sindical se comprometió a no tensar la cuerda de más en la negociación, pero ya advirtió cuáles son sus reglas y sus límites. En el Gobierno mira con atención ese proceso de negociación. No es una paritaria más.
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