La defensa del empresario Lázaro Báez comenzó hoy su alegato en el juicio oral por la obra pública que recibió para la provincia de Santa Cruz entre 2003 y 2015. Los fiscales Diego Luciani y Sergio Mola pidieron que junto a la vicepresidenta Cristina Kirchner sean condenados a 12 años de prisión por asociación ilícita y administración fraudulenta. “Lo que vamos a hacer en este alegato es demostrar que los fiscales Luciani y Mola tergiversaron la prueba y falsearon declaraciones testimoniales que demuestran la inocencia de Lázaro Báez. El alegato va a desenmascarar la acusación”, dijo Juan Villanueva, abogado del empresario.
El alegato comenzó a las 9:30, se hace por videoconferencia y la defensa de Báez utilizó las primeras horas para criticar a la Fiscalía. “Los testigos destrozaron la acusación de los fiscales. Nos llamó la atención escuchar a los fiscales durante 90 horas tratando de ocular las cientos de evidencias que se produjeron en este juicio. Vamos a exponer lo que los fiscales Luciani y Mola se olvidaron en la puerta de Comodoro Py y Lázaro, mal que les pese, es inocente de la acusación formulada”, sostuvo Villanueva ante el Tribunal Oral Federal 2 y el resto de las partes del juicio.
El alegato de Báez se extenderá durante tres audiencias (la de hoy, mañana y el próximo martes) y la defensa adelantó que pedirá que se abra una causa penal contra los peritos Eloy Bona, de la Corte Suprema de Justicia de la Nación, y de Roberto Panizza, de la Fiscalía, por considerar que cometieron irregularidades en su trabajo en el que concluyeron que hubo irregularidades en la obra pública, y por lo que declararon como testigos en el juicio.
Villanueva intentó refutar la acusación de que Báez pasó de ser cajero de banco y monotributista a dueño de una empresa constructora. La defensa relató que en 1974 Báez ingresó al Banco Nación como cajero, en 1986 pasó al Banco de Santa Cruz donde fue subinterventor y gerente general hasta que en 2000 se retiró y en octubre de ese año empezó en el ámbito de la construcción donde comenzó como director titular de Badial Construcciones.
“Nadie preveía en esa época que Néstor Kirchner podía ser presidente de la nación”, dijo Villanueva. La referencia es porque la acusación señaló que Báez llegó al mundo de la construcción el 8 de mayo de 2003 cuando fundó Austral Construcciones, su empresa insignia, pocos días antes que Kirchner asuma como presidente de la república.
La defensa dijo que Austral se constituyó el 8 de abril de 2003 cuando no se preveía que Néstor Kirchner podía ser presidente porque la elección presidencial se hizo el 27 de abril, en la que Kirchner salió segundo y tenía que ira a una segunda vuelta con Carlos Menem, que finalmente no se hizo porque el ex presidente se bajó.
Luego defendió las compras que Austral hizo de otras empresas constructoras de Santa Cruz. “Lázaro lo que hizo fue apostar al pías, la ganancia la reinvirtió en máquinas, en obradores, en acciones en otras empresas para sumar experiencia y apostó a la Patagonia y por su gente. Llegó a ser el primer empleador privado de Santa Cruz, le dio trabajo a miles de personas durante 15 años”, sostuvo Villanueva.
La mayor parte del alegato estuvo destino a contestar el peritaje de Bona y Panizza. La defensa señaló que los peritos no utilizaron métodos científicos ni analizar la documentación adecuada que se requería para trabajar sobre las obras de Baéz. También criticó que solo se peritaron cinco de las 51 obras públicas que se discuten, lo que fue una decisión del tribunal.
De Bona, el abogado Villanueva sostuvo que no utilizó un método científico para el peritaje y analizó los puntos de sus críticas. Para la defensa el perito no dio respuestas a varias preguntas que se le hicieron durante el juicio.
También criticó el trabajo de Panizza. “El perito de los fiscales inventó un método. Se arrogó la potestad de los proyectos de las obras, lo que no le había pedido el tribunal”, sostuvo la defensa que también dijo que ninguno de los peritos visitó las obras en Santa Cruz. Relató que Panizza dijo en el juicio que en sus vacaciones en febrero de 2019 en la provincia aprovechó el viaje para recorrer algunas obras pero no llevó instrumentos para hacer un trabajo en profundidad. “Ni siquiera llevó una cinta métrica”, ironizó Villanueva.
El alegato se extendió hasta las 15 horas y continuará mañana a las 9:30 en la segunda de las tres audiencias que tiene la defensa de Báez.
En el caso se juzgan las 51 obras públicas que durante los gobiernos de Néstor y Cristina Kirchner recibieron las empresas de Báez para Santa Cruz con presuntas irregularidades como sobreprecios, abandono de las pruebas, cobro total de los trabajos cuando no correspondía, entre otras. La Fiscalía acusó a Báez de ser el organizador de una asociación ilícita y de administración fraudulenta y pidió que sea condenado a 12 años de prisión. La misma pena que requirieron para Cristina Kirchner como jefa de esa asociación ilícita.
Los acusados son 13. Además de la vicepresidenta y Báez también están imputados el ex ministro de Planificación Federal Julio De Vido, el ex secretario de Obras Públicas José López, el ex titular de la Dirección Nacional de Vialidad Nacional Nelson Periotti, entre otros.
La defensa de Báez es la novena en alegar. Las ocho anteriores, entre ellas de la Crsistina Kirchner, pidieron las absoluciones. Los alegatos es una de las últimas etapas del juicio previo al veredicto que los jueces Jorge Gorini, Rodrigo Giménez Uriburu y Andrés Basso tienen previsto dar antes de fin de año.
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