En forma casi coincidente con la hora de inicio de la tradicional cena de camaradería de las Fuerzas Armadas y cuando todas las expectativas de los uniformados estaban centradas en el anuncio presidencial sobre la tan esperada equiparación de los salarios militares con los de las fuerzas federales de seguridad, un verdadero cisne negro amenazó con eclipsar el discurso presidencial.
Sucedió que sin previo aviso “desaparecieron” del listado de oficiales de las fuerzas armadas propuestos para ascender a las jerarquías superiores de la carrera 9 pliegos: 5 del Ejército, 2 de la Armada y 2 de la Fuerza Aérea.
Decenas de militares convocados a la cena presidida por Alberto Fernández en su carácter de Comandante en Jefe de las FFAA miraban sus celulares sin dar crédito a lo que leían. Personalidades militares de renombre, como el actual comandante de Adiestramiento y Alistamiento del Ejército, general de brigada Sergio Pucheta, o el actual jefe de la Casa Militar, coronel Alejandro Daniel Guglielmi, no figuran entre los aprobados por la Comisión senatorial que había finalizado su labor apenas un par de horas antes.
La sorpresa no solo fue de los oficiales de tierra que sufrieron la “poda” de cinco propuestas; un contraalmirante en condiciones de ascender a vice, un comodoro de marina apto según Alberto Fernández para ser contraalmirante y dos oficiales femeninas de la Fuerza Aérea, aprobadas por la junta de calificaciones para ser comodoros, también quedaron fuera de la selección. Hasta el momento no están claros los motivos de esta exclusión.
A las 15:12 horas del pasado 28 de setiembre, dio inicio en el Senado de la Nación la reunión de la Comisión Unicameral de Acuerdos de la Cámara Alta con el propósito – entre otros- de considerar los más de 200 pliegos de ascenso de personal militar superior de las tres armas. Como de costumbre, la sesión fue presidida por la senadora oficialista Anabel Fernández Sagasti (FPV Mendoza). Entre los presentes, había un puñado de legisladores oficialistas y solo se encontraba un opositor, el senador Pablo Daniel Blanco (Juntos por el Cambio, Tierra del Fuego).
La legisladora mendocina anunció que se procedería al tratamiento de los 5 mensajes del Poder Ejecutivo Nacional mediante los cuales se solicitaba acuerdo para tratar el ascenso de 219 oficiales de las FFAA. Dos de los mensajes eran unipersonales: el destinado a promover al grado de Teniente General al actual jefe del Ejército, Guillermo Olegario Pereda, y el que llevaba a la jerarquía de comodoro a un oficial de la Fuerza Aérea postergado en el acuerdo anterior. Los demás mensajes correspondían al listado general de propuestas para la Armada, la Fuerza Aérea y el Ejército.
Cumplidas las formalidades reglamentarias, Sagasti – quien previamente había manifestado irónicamente su disgusto por la poca asistencia al conclave- requirió a los presentes que formulasen comentarios u objeciones a los pliegos que tenían a su alcance en forma digital. Tras pocos segundos de silencio y ante la ausencia de cuestionamientos, dio por cerrado el trámite disponiendo el giro de los cinco expedientes al plenario de la Cámara Alta.
Atentamente seguían la sesión por el canal de YouTube “Senado TV”, los más de 220 militares en condiciones de ascender, sin que aparentemente ninguno se percatara de que cuando Sagasti dijo “se trata de 219 pliegos” los nueve vetados ya no estaban en las consideraciones de la aliada incondicional de la Vicepresidenta de la Nación, Cristina Fernández de Kirchner.
Infobae consultó a fuentes militares que se mostraron extrañadas por la particular situación. “No sería la primera vez que un pliego enviado por el PEN genera controversia en el seno de la comisión. Normalmente esto ocurre por observaciones o cuestionamientos emanados de un senador opositor o de algún organismo de derechos humanos; ahora, que en una comisión presidida e integrada mayoritariamente por el oficialismo, sin aviso, se le supriman 9 nombres a las listas que elaboraron el Ministro de Defensa y el Presidente de la Nación es casi una afrenta a la autoridad de ambos”, fue el comentario de un oficial superior recientemente retirado.
Considerando que la sorpresa entre las autoridades del Ministerio de Defensa fue tan grande como la de los propios uniformados, los militares tienen más que claro que no se trató de una jugarreta política ni del Presidente ni del Ministro del área. “La sintonía con (el ministro de Defensa, Jorge) Taiana es total y a él, junto con el teniente general Paleo, les debemos la defensa que están realizando de nuestro salario; si hubiera habido un desacuerdo lo hubieran dicho de frente”, indicaba la mayoría de los asistentes a la cena de camaradería.
Los próximos pasos
Fuentes castrenses sostienen que han recibido la directiva política de manejar este tema con extrema cautela. “El Ministro se comprometió a agotar todas las instancias para revertir este yerro”, dicen y no descartan que -aunque de difícil explicación- pueda tratarse de algún error u omisión no intencionada.
Infobae dialogó en extenso con un alto jefe militar que prestó servicios durante el último gobierno de Cristina Kirchner: “Se nos ha dicho que los vetados lo fueron por portación de apellido”, señaló este oficial retirado, aludiendo al hecho de que serían familiares de militares condenados por delitos de lesa humanidad. “Si esto fuera cierto -siguió diciendo-, estaríamos en presencia de un verdadero retroceso ideológico. El grueso de los no ascendidos ya han pasado por esta misma comisión y casi con los mismos integrantes. Si un contraalmirante fue apto para ese grado, es descabellado considerar que no es apto para ser vicealmirante. Por otra parte, si se hizo una quita sin debate en comisión y sin informar al PEN, la afrenta es gravísima”.
A 40 años del advenimiento de la democracia, se puede afirmar que todos los oficiales en actividad de las tres fuerzas armadas han ingresado a las respectivas escuelas de formación varios años después de finalizada la dictadura. Sin embargo, se sigue sometiendo a escrutinio del CELS la foja de servicios de cientos de militares.
El comentario del alto jefe retirado es tan corto como tajante: “Un capricho de sesgo ideológico sin sustento legal y que solo sirve para humillar a personas que están sirviendo a la patria con total apego y subordinación al poder civil”.
Seguir leyendo: