“Estamos en un contexto muy particular y difícil”. Mediante esta frase escueta pero, a la vez, muy concreta, Arabela Carreras, gobernadora de Río Negro, graficó el complejo presente que atraviesa su provincia por el conflicto que mantienen con grupos mapuches en la zona de Villa Mascardi, localidad ubicada en el departamento de Bariloche. En este sentido, contó que gracias a la investigación que lleva adelante la policía provincial, se detectó que a la toma de terrenos ingresan “personas que tienen domicilio en provincia de Buenos Aires y Chubut”.
Luego de que ayer se supiera que los mapuches reclutan gente para ocupar todas las propiedades que mantienen ocupadas en Villa Mascardi, la gobernadora Carreras admitió que “la frecuencia y virulencia de los ataques es mayor” respecto a los primeros ataques, y por ello se encuentra en constante diálogo con el Gobierno nacional para encontrar una solución en el corto plazo.
“Estamos trabajando muy firmemente para que el estado nacional protagonice la seguridad en la zona”, aseguró hoy Carreras, durante una entrevista para CNN Radio.
Frente a este escenario adverso, ayer el Gobierno anuncio el inminente armado de un comando con las cuatro fuerzas de seguridad para controlar los ataques. Al respecto de esta iniciativa impulsada por el Ministerio de Seguridad de la Nación, Carreras calificó al ministro Aníbal Fernández como “un interlocutor de alta escucha”, pero al mismo tiempo reiteró la importancia de que “se materialice” la conformación de un comando integrado por las distintas fuerzas federales. Según comunicaron desde la cartera de Seguridad, el bloque estará conformado por miembros de la Policía Federal, la Gendarmería Nacional, la Prefectura y la Policía de Seguridad Aeroportuaria.
Carreras destacó el compromiso de Gendarmería Nacional -cuatro días atrás incendiaron un puesto móvil en Villa Mascardi- ante los constantes ataques mapuches, aunque lamentó: “Hay actores de la política que no son claros en su accionar”. Con estas declaraciones, la mandataria provincial hizo referencia a Magdalena Odarda, ex titular del Instituto Nacional de Asuntos Indígenas (INAI), y a Luis Pilquiman, su sucesor en el cargo luego de que fuera removida por el presidente Alberto Fernández.
“Odarda tenía un discurso muy contrario a lo que esperamos sea la solución del problema”, dijo sobre la ex senadora nacional. Y sobre Pilquiman, recordó: “El funcionario a cargo del INAI fue detenido por la policía trasladando personas y mercadería a la toma”.
Por último, la gobernadora Carreras pidió “que no se permitan expresiones ambiguas sobre la integridad territorial de la Patagonia”. Y concluyó: “Detrás de estas situaciones hay una hipótesis de pérdida de soberanía que no es admisible”.
Actualmente, la autodenominada comunidad mapuche Lafken Winkul Mapu ocupa seis estructuras edilicias en Villa Mascardi, además de los dos lotes pertenecientes a Parques Nacionales. Sin embargo, se les dificulta la logística para mantener presencia en todos los predios a la vez.
El grupo está conformado por unas ”20 personas”, según afirmó hoy Carreras, y varios menores de edad quienes, a través de prácticas violentas, vandaliza propiedades, vehículos y estructuras edilicias, públicas y privadas, sin distinción.
El grupo es comandado por los hermanos Colhuan, quienes ya fueron imputados por algunas de las usurpaciones que protagonizaron desde 2017. Uno de los integrantes de la banda es Matías Daniel Santana, el mapuche de los binoculares que aseguró haber visto cuando agentes de Gendarmería Nacional se llevaban a Santiago Maldonado. Poco después fue imputado por falso testimonio, ya que sus dichos no eran más que un invento.
En una de las dos últimas viviendas que usurparon esta semana, Los Radales, colocaron una barricada en el ingreso, la casilla de Gendarmería Nacional que incendiaron el domingo a la noche y mantienen de forma permanente una fogata en una chimenea situada en el interior de la estructura, pero no hay presencia de mapuches.
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