La autodenominada comunidad mapuche Lafken Winkul Mapu ocupa seis estructuras edilicias en Villa Mascardi, además de los dos lotes pertenecientes a Parques Nacionales. Sin embargo, se les dificulta la logística para mantener presencia en todos los predios a la vez.
El grupo está conformado por unas 20 personas y varios menores de edad quienes, a través de prácticas violentas, vandaliza propiedades, vehículos y estructuras edilicias, públicas y privadas, sin distinción.
El grupo es comandado por los hermanos Colhuan, quienes ya fueron imputados por algunas de las usurpaciones que protagonizaron desde 2017. Uno de los integrantes de la banda es Matías Daniel Santana, el mapuche de los binoculares que aseguró haber visto cuando agentes de Gendarmería Nacional se llevaban a Santiago Maldonado. Poco después fue imputado por falso testimonio, ya que sus dichos no eran más que un invento.
Santana fue imputado en 2021 junto a otros diez integrantes de la banda, por provocar destrozos en el ex hotel IOS, donde estaba prevista la instalación de la Escuela de Guardaparques. De ese edificio sólo quedan las bases, ya que los daños que causaron los integrantes de esa comunidad fueron letales.
Se cree que Santana sigue participando de forma activa del supuesto plan de reivindicación territorial. Familiares del prófugo Facundo Jones Huala, líder de la Resistencia Ancestral Mapuche (RAM), también integran el grupo radicalizado, motivo por el que vecinos aseguran que el convicto – que fue condenado en Chile por un atentado a un fundo ubicado en el Sur de Chile- también es residente del campamento. Sin embargo, por ahora no hay pruebas documentadas sobre su presencia.
Ocupación y reclutamiento
Con el avance a distintas propiedades ubicadas en el paraje situado a 35 kilómetros de Bariloche, la logística mapuche entró en un brete que, por ahora, resuelven de manera precaria.
“No pueden estar en las seis viviendas y campamentos que usurparon. En algunos marcan presencia con banderas, chapas y ramas y en otros encienden fogatas, tratando de marcar territorio y mostrar que ellos se apoderaron del lugar” dijeron los vecinos de Villa Mascardi.
En una de las dos últimas viviendas que usurparon esta semana, Los Radales, colocaron una barricada en el ingreso, la casilla de Gendarmería Nacional que incendiaron el domingo a la noche y mantienen de forma permanente una fogata en una chimenea situada en el interior de la estructura, pero no hay presencia de mapuches.
“Están desesperados por reclutar más gente, aunque nada tengan que ver con agrupaciones ancestrales. Necesitan sumar número para poder tener presencia en todas las propiedades que usurparon” denunciaron los vecinos.
Existen antecedentes documentados sobre las maniobras que encabezó años atrás el Instituto Nacional de Asuntos Indígenas (INAI) para poblar el asentamiento ilegal, cuando el entonces vicepresidente del organismo, Luis Pilquimán, fue sorprendido en un control de ruta – durante la pandemia – cuando trasladaba a una familia desde la Línea Sur rionegrina hasta Villa Mascardi. Ese movimiento se repitió una y otra vez.
Más de 300 hectáreas usurpadas
El avance de la lof Lafken Winkul Mapu comenzó en 2017 con la usurpación de dos lotes pertenecientes a Parques Nacionales. Fueron las primeras 30 hectáreas. El intento frustrado de desalojo de esas tierras, en el marco del cual fue asesinado el mapuche Rafael Nahuel, dio lugar a un avance desenfrenado del grupo a otras propiedades.
Así vandalizaron y usurparon las instalaciones del ex hotel IOS – donde estaba prevista la instalación de la Escuela de Guardaparques- y la propiedad La Escondida, perteneciente al vecino Juan Greham y su esposa.
Luego siguieron con el lote perteneciente al Obispado de San Isidro y dos lotes pertenecientes a la Unión Personal Superior de Gas del Estado.
Esta semana, luego de incendiar un puesto móvil que tenía Gendarmería Nacional en la propiedad Los Radales – que había sido incendiada el 1 de agosto pasado- colocaron barricada en el acceso e ingresaron a la vivienda, continuando con su plan de expansión en todo el territorio.
Este miércoles también usurparon La Cristalina, una cabaña que pertenece al presidente de la Junta Vecinal Villa Mascardi.
El último avance fue posible gracias a que el Ministerio de Seguridad de la Nación retiró la presencia de las fuerzas federales durante la noche. “Sólo están haciendo controles durante el día, desde las 8 hasta las 19 horas” aseguraron.
Los vecinos denuncian que la zona “está liberada” y ello atenta contra la seguridad “no sólo de los pobladores del lugar, que estamos desprotegidos desde 2017, sino también de los turistas y residentes que circulan por la ruta”.
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